Huelva

Un premio a la mirada objetiva de la Transición

  • Pablo Juliá recibe el Premio Ángel Serradilla por la construcción que realizó de una etapa decisiva a través de su cámara fotográfica

Pablo Juliá recoge el Premio Ángel Serradilla

La mirada que edificó el histórico acontecimiento que supuso el período de la Transición en España fue ayer reconocida con el prestigioso Premio Ángel Serradilla en el Centro de la Comunicación Jesús Hermida. Pablo Juliá, reputado fotoperiodista, acercó a todos a los protagonistas de esta etapa a través de su cámara de fotos. El galardón responde a la lucha que Juliá ha tenido a lo largo de su trayectoria por dotar de prestigio a su ocupación, el fotoperiodismo, donde la libertad de expresión ha sido la máxima alrededor de la cual ha combatido.

Pese a haber recibido numerosos reconocimientos, en su semblante se atisbaba la emoción, sentimiento que después confirmó al recordar, no sin antes advertir de “su memoria poco privilegiada”, uno de los momentos que compartió con Serradilla. Sus recuerdos le transportaron a los campos saharauis, donde “vagamente” llegaba a su mente el intercambiado de impresiones acerca de la devastación de este territorio.

Pablo Juliá quiso aprovechar su discurso para ensalzar y dignificar una profesión que vive “aquejada por una orbe que lo quiere controlar todo”. Sin embargo, su mirada inspiraba confianza en una labor que ha defendido durante años. De hecho, es sabedor de que “la fotografía ha perdido valor en la población”, en tanto que la sobreinformación es evidente, si bien es cierto que “son los periodistas quiénes construyen la verdadera información”. La misma, tras un proceso de verificación y contraste, es la encargada de superar “los obstáculos que crean las fake news” para sumir a la población en la ignorancia.

El fotoperiodista es también reconocido por su capacidad para anteponer los intereses de los ciudadanos sobre los de los poderes, confirmando el profundo respeto que guarda a la función de cuarto poder que tiene el periodismo con la población.

La entrega del premio fue realizada por Rafael Terán, presidente de la Asociación de la Prensa de Huelva (APH), quien definió a Juliá como “maestro” en cuantiosas ocasiones a lo largo de su discurso. Para Terán, ha salvaguardado durante años la profesión periodística y ha contado una de las etapas más decisivas para la historia del país, siempre respetando “las limitaciones de la ética”. Igualmente, es un fotoperiodista que ha cumplido con “el precepto constitucional” y ha creado un “documento histórico imprescindible”.

Su carrera en las grandes cabeceras de España, como El País Cambio 16, El Periódico o el Socialista atestigua su incansable trabajo por la profesión. Su labor en los medios la ha compaginado con la vida docente, pues ha sido profesor de Periodismo Gráfico en Facultad de Comunicación de Sevilla y director del Centro Andaluz de la Fotografía. Recibe, así, un premio que rememora a Ángel Serradilla, uno de los periodistas más lúcidos de Huelva, quien tuvo siempre un compromiso moral y social con todo aquello que narraba.

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