Ponce critica duramente la desidia de los gobernantes del Ayuntamiento de Huelva en 1930

Tras el largo verano de 1930 sin actividad municipal, el periodista afea a los ediles de Huelva capital, a quienes “ya no conocen ni los guardias urbanos”, que hayan despreciado con su ausencia del pleno los asuntos que preocupan a los onubenses

Vista general de la fachada del Ayuntamiento de Huelva. / H. Información
José Ponce Bernal / Felicidad Mendoza

15 de septiembre 2025 - 05:01

Problemas de ayer y de hoy

El agua, la deuda, la corrupción…, a debate

El artículo denuncia que el Pleno municipal no pudo celebrarse por falta de quórum. Eso muestra un Ayuntamiento con concejales ausentes e indiferentes, incapaces de atender los problemas locales. El periodista apunta al “desprestigio del parlamentarismo”, reflejando la pérdida de confianza en las instituciones municipales, algo muy en consonancia con el contexto nacional de la dictablanda de Berenguer (1930), con la monarquía de Alfonso XIII tambaleándose en ese momento.

Señala con ironía que los concejales, tras meses de inactividad, no asistieron justo cuando había asuntos urgentes, como si los “virus morbosos” fueran excusas de pereza o desinterés. Esta expresión, junto a otras como “dorada cerveza” o “divagaciones periodísticas” para satirizar la indolencia de los concejales desvela el tono irónico y mordaz que caracteriza los artículos de Blanqui-Azul.

No se limita a describir la falta de quórum, sino que subraya los asuntos urgentes que quedaron sin tratar, mostrando que el problema no era trivial. Aunque mordaz, el artículo no cae en el nihilismo. Señala problemas concretos (agua, deudas, corrupción) y advierte de que la ciudadanía sí los considera importantes, aunque los concejales los desprecien.

Eran estos problemas acuciantes de la Huelva de entonces. Con respecto a la Sociedad Metropolitana de Construcción y Aguas de Huelva, menciona deudas, vencimiento de obligaciones financieras y la adquisición de acciones. La gestión del agua era un problema central: tanto el suministro como la financiación. En cuanto a las Infraestructuras urbanas, la referencia a “abastecimiento de aguas a la ciudad” indica que Huelva sufría todavía carencias básicas en servicios públicos.

Ahora que tan de moda están las comisiones de investigación, los lectores pueden comprobar que se proponían acciones de este tipo para fiscalizar la corrupción. Ponce ve necesario y pide que se cree una comisión para investigar la “sustitución de materiales en la ejecución del proyecto de abastecimiento”. Es decir, sospecha de fraude o del uso de mala calidad en los materiales de las obras. Y es que considera que hay una descoordinación institucional: Los proyectos urbanos quedaban paralizados por la inasistencia de los concejales, lo que retrasaba la modernización de la ciudad.

El texto refleja una Huelva con graves déficits en servicios básicos y con una élite política municipal desprestigiada y ausente, justo en un momento histórico donde la crisis institucional española abría paso a la Segunda República, que vendría meses después. El periodista, con un tono sarcástico y crítico, denuncia la negligencia de los representantes y se erige en voz de una ciudadanía cansada de la inacción.

Ayer no hubo Pleno municipal, ¡quién lo diría! Llevamos día tras día escuchando la misma lamentación, idéntica queja, para que luego, cuando llega la fecha de la convocatoria, algo retrasada, no pueda celebrarse sesión por falta de número. ¿Qué dirán ahora los que debatían ante un grupo de amigos en el café, quienes ansiaban las reuniones del Pleno, los que arremetían contra su propia impotencia, su alejamiento obligado por cuatro meses, que le impedía llevar al caserón de la calle Cánovas el fruto ya maduro de su experiencia y de su estudio continuado?

No sabemos qué virus morboso había infiltrado alguien en esos concejales del estado llano, en esa clase de segunda categoría a las que ya no conocen ni los guardias urbanos, para saludarlos. Dos, tres, cuatro meses laborando en silencio para decidir en los graves e importantes problemas que están sometidos a su resolución definitiva y luego a la hora suprema, la ausencia irresponsable del salón de sesiones que impide la reunión, requeridos a lo mejor los ausentes por esos cabildeos, de política de atracción, en torno a un vaso de dorada cerveza...

Blanqui-Azul. Diario de Huelva, 25-09-1930

Hay quien busca otra excusa a lo ocurrido. Se quiere dar cierto aire parlamentario a las reuniones de la Corporación y precisa preparar discursos de efecto, trazar caminos políticos y conceder un plazo público para pasar el Rubicón que lleve a quienes lo deseen a los verdes parajes donde se fraguan las credenciales... ¿Será para esto el aplazamiento de ayer?

Mas no divaguemos que el espacio no sobra hoy. Atengámonos a la realidad de los hechos y proclamemos que sesiones que tanto interés despiertan en la ciudad parece no preocupan nada a sus “legítimos” representantes.

La solución de todos los asuntos pendientes con las Sociedades Metropolitana de Construcción y “Aguas de Huelva”; la adquisición de todas las acciones de esta última entidad: medios para pago del cupón de Obligaciones de “Aguas de Huelva”, vencimiento de noviembre próximo; nombramiento de Comisión para depurar las responsabilidades por la sustitución de materiales en la ejecución del proyecto de abastecimiento de aguas a la ciudad y otras menudencias que figuran entre los asuntos a tratar, son por lo visto divagaciones periodísticas en estas postrimerías de vacaciones veraniegas y de nuestro error al concederle importancia nos quieren sacar los que por múltiples razones contribuyeron a que ayer no hubiera Pleno y tal vez que hoy no pueda resolverse lo que se somete a su decisión.

Blanqui-Azul. Diario de Huelva, 25-09-1930

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