Los policías nacionales compran su propio material por falta de medios
Muchos agentes han invertido 800 euros en chalecos antibalas por falta de dotaciones · Los despachos del sótano y la galería de tiro de la Jefatura están anegados cuatro años después de la inauguración del edificio





Los medios materiales de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Huelva son "insuficientes" y las dotaciones actuales se hallan en un "estado lamentable". Así lo denunció ayer ante este diario el comité del sindicato Unión Federal de Policía (UFP), que agregó que buena parte de las dotaciones que necesitan los agentes para desempeñar correctamente su labor están "obsoletas".
A día de hoy, los ocho motoristas de la Policía Nacional se ven obligados a compartir cuatro cascos de cinco años de antigüedad "golpeados y con las viseras y broches de barbilla rotos". El riesgo para su integridad personal a bordo de los ciclomotores se agrava debido a la ausencia de un vestuario adecuado para evitar lesiones. El comité de UFP detalló que estos agentes no cuentan con guantes ni ropa especial para estos menesteres, realizando el servicio con zapatos de pala lisa en lugar de botas y con los pantalones de pinza, la camisa y el chaleco del uniforme convencional. Los que utilizan botas, "las pagan de su propio bolsillo".
Esta situación ya ha sido puesta en conocimiento de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla y de la Provincial de Huelva en las tres últimas reuniones trimestrales, según explicó el sindicato, pero el problema no tiene visos de solucionarse porque "nos dicen que no quedan cascos suficientes en los almacenes de Madrid y hacen caso omiso al resto de peticiones".
En lo que a las protecciones corporales se refiere, la realidad es similar. Sólo existe una treintena de chalecos antibalas para los 300 funcionarios de la Comisaría -una ratio de uno por cada diez policías-. La Brigada de Seguridad Ciudadana es, obviamente, la más afectada por esta carencia. Sus 150 efectivos trabajan con "unos 15 chalecos de los años 80" que no se adaptan a las necesidades de talla y protección de cada agente. UFP afirma que los funcionarios se ven obligados a comprar una protección personal adecuada, con un coste medio de 800 euros por persona. Idéntica determinación toman los policías con respecto a "los cinturones -los del uniforme son de mala calidad y se les caen-, las fundas de la pistola o el calzado". Las armas utilizadas por los agentes de paisano del Cuerpo Nacional de Policía están obsoletas, a juicio de UFP: "Tienen más de diez años y ya ni siquiera se fabrican".
Las nuevas instalaciones de la Comisaría de Huelva fueron inauguradas el 24 de junio de 2005, hace cuatro años y medio. A pesar de su juventud, el edificio presenta "graves deficiencias" y no se ha librado de las huellas del temporal de las últimas semanas. Hace varios días que cesaron las lluvias torrenciales, pero hasta la jornada de ayer el sótano del inmueble, que alberga la galería de tiro y los despachos de vestuario y del instructor de tiro, permanecía anegado. En los días de tempestad, la galería de tiro "llegó a tener cuatro dedos de agua". Esta dependencia, que continúa inutilizada, no cuenta con los filtros adecuados para extraer el aire. Esto la convierte en territorio hostil, especialmente para el instructor de tiro, que corre el riesgo "de intoxicarse y de llegar a padecer cáncer", fruto de la prolongada exposición al plomo que soporta. UFP ha denunciado los hechos "en varias ocasiones" ante la Jefatura Provincial de Huelva, que "ha hecho caso omiso" a la advertencia. Para más inri, no existe calefacción en los despachos del sótano, lo que hace que para los funcionarios policiales que trabajan en dicha zona sea muy duro acudir a sus puestos cada día.
La crisis ha hincado el diente a la Jefatura Provincial de la Policía Nacional, según la UFP, que argumentó que ni siquiera el inicio del nuevo ejercicio ha mitigado las restricciones con los que se despidió 2009. "Han comenzado los recortes de material, fotocopias, folios, carpetas, dietas, etcétera".
Por su parte, la Subdelegación del Gobierno en Huelva, consultada ayer por este periódico, prefirió con pronunciarse sobre las denuncias vertidas por la Unión Federal de Policía.
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