Escasos problemas para encontrar aparcamiento, espacio suficiente en la playa para instalar la sombrilla respetando la distancia interpersonal de seguridad, plazas suficientes para comer, tapear o tomar una copa en las terrazas más cercanas a la orilla, y una excelente climatología.

Así están disfrutando este fin de semana numerosos onubenses de las playas de la provincia, que como el resto de Andalucía se encuentra en la fase 2 de la desescalada por la crisis sanitaria de la Covid-19, en la que aún no se permite la movilidad de personas entre provincias, lo cual se nota –y mucho- en la afluencia de bañistas a las zonas de baño.

Por el contrario las playas onubenses, aunque ya están todas abiertas salvo la de Matalascañas –Almonte-, lo cual está previsto que suceda el viernes, 5 de junio, según ha indicado esta semana el Ayuntamiento almonteño, carecen por el momento de servicios mínimos como socorristas, limpieza o balizamiento de zonas de baño, los cuales implementarán los Ayuntamientos costeros con el inicio de los planes de playa de los distintos municipios el próximo día 15 de junio.

Mientras tanto, los onubenses que estos días están acudiendo a las distintas playas de la provincia se sienten por lo general unos "privilegiados" al poder disfrutar de estos espacios sin grandes aglomeraciones y con espacio suficiente como para sentirse seguros en relación a las distancias interpersonales mínimas exigidas por las autoridades sanitarias para evitar contagios por coronavirus.

Por el contrario los hosteleros, que de forma muy mayoritaria han adoptado todas las medidas de seguridad establecidas por las autoridades sanitarias para evitar contagios en sus establecimientos, esperan ya con ansias la apertura de la movilidad entre provincias. Y es que en muchos casos la viabilidad de sus negocios está directamente vinculada a la llegada de clientes de otras provincias, especialmente de Sevilla y Badajoz.

Es el caso de José Antonio Yaque Pérez, propietario del restaurante Océano, en plena Playa Central de Isla Cristina, quien aseguró ayer a Huelva Información que la apertura de dicha movilidad interprovincial es "necesaria para nuestros negocios" porque las playas de Isla Cristina "dependen mucho de los visitantes que provienen de Sevilla, Extremadura, Madrid o Córdoba, así como también del vecino Portugal".

En la misma línea se pronunció José Antonio Martín Silva, encargado del restaurante Carmen Playa, también en la Playa Central isleña, quien añadió que a pesar de ello "lo más importante es la seguridad de nuestros clientes, que se tienen que sentir protegidos en nuestros establecimientos. Y es que para este último, aunque en Huelva la pandemia "ha tenido por ahora escasa incidencia, cuando se permita la movilidad entre provincias van a venir a nuestras playas muchas personas procedentes de otros puntos de España donde los efectos del virus han sido mucho peores".

Es por ello por lo que todos los empresarios hosteleros consultados ayer por esta redacción se mostraron muy concienciados con el cumplimiento de todas las recomendaciones y normas sanitarias establecidas para sus negocios.

En el caso de José Antonio Yaque y José Antonio Martín, afirmaron que, antes de abrir sus negocios, mantuvieron encuentros con los inspectores sanitarios de su zona al objeto de conocer exactamente dichas normas y recomendaciones, que aseguran han implementado en sus establecimientos.

Así, todos han reducido el aforo de sus terrazas en un 50% con una distancia mínima entre mesas de dos metros –que en el caso del restaurante Océano se ha ampliado a 2,15 metros-; todos han retirado los elementos de uso común como cartas o servilleteros; en todos se limpian y desinfectan sillas y mesas entre cliente y cliente; y todos han extremado las medidas de higiene en los baños, entre otras muchas medidas.

En este sentido el propietario del Océano Playa afirma haber incorporado a su plantilla una persona dedicada exclusivamente a la limpieza y desinfección de mesas y sillas, así como de los baños.

Los empresarios también vigilan que no haya grupos de más de 15 personas en sus terrazas –número máximo establecido para la fase 2 de la desescalada-; así como han colocado cartelería informativa sobre la Covid-19; y afirman que todo su personal está dotado con medidas personales de autoprotección.

El encargado del restaurante Carmen Playa asegura por su parte que en su establecimiento se limpian y desinfectan los sanitarios un mínimo de "seis veces al día"; así como que desinfectan todo el género que entra, "especialmente aquellos productos que se consumen en crudo como las verduras para las ensaladas"; y que desinfectan incluso hasta el dinero que reciben y devuelven a sus clientes.

Y es que todos tienen muy claro que la seguridad tanto de sus clientes como de sus empleados es lo más importante en estos momentos.

En relación al uso de las playas, el pasado miércoles, 27 de mayo, el Gobierno de España publicó una orden ministerial que modificó la que entró en vigor el pasado 19 de marzo, flexibilizando determinadas restricciones de ámbito nacional establecidas tras la declaración del estado de alarma en aplicación de la fase 2. En el apartado de playas dicha modificación señala que los ayuntamientos "podrán establecer limitaciones tanto de acceso, como de aforo en las playas, a fin de asegurar que se respeta la distancia interpersonal de, al menos, dos metros entre bañistas".

Asimismo, a efectos de garantizar su disfrute por el mayor número posible de personas en condiciones de seguridad sanitaria, la orden indica que los Consistorios también podrán "establecer límites en los tiempos de permanencia en las mismas, así como en el acceso a los aparcamientos en aras a facilitar el control del aforo de las playas", así como a efectos de calcular el aforo máximo permitido por cada playa "se considerará que la superficie de playa a ocupar por cada bañista será de aproximadamente 4 metros cuadrados".