Un piso compartido, escuela de vida para jóvenes con discapacidad intelectual en Huelva

Permitir a jóvenes con discapacidad intelectual convivir en un piso donde se entrenan, día a día, para la vida adulta, ese es el principal objetivo del Proyecto SER, una iniciativa que desarrolla la Asociación AVADI en Huelva. El espacio funciona como una vivienda real en la que los participantes asumen diferentes responsabilidades y aprenden a desenvolverse por sí mismos.

En la vivienda residen actualmente Juan Ildefonso, Pedro y Flora, acompañados diariamente por Vanessa, técnica del proyecto, quien les guía y supervisa. La convivencia se organiza para que cada uno asuma tareas reales del día a día en una casa desde la planificación de menús y turnos de limpieza hasta la gestión de la compra semanal. Estar en el Proyecto SER no significa renunciar a sus rutinas, sino integrarlas dentro de un entorno que fomenta la autonomía: "Han creado una dinámica muy bonita entre ellos; se ayudan, se escuchan y han aprendido a convivir con respeto", explica Vanessa sobre los resultados que están logrando gracias a compartir vivienda.

Desde ir al gimnasio hasta talleres de pintura, como es el caso de Juan Ildefonso, las mañanas de los tres jóvenes están llenas de actividades que compaginan con sus trabajos y estudios, lo que supone un paso decisivo en su camino hacia la independencia. Al mismo tiempo, dedican tiempo a compartir momentos juntos, salir a merendar o pasear por la ciudad, equilibrando responsabilidades con convivencia y ocio.

Flora trabaja desde hace más de seis meses como limpiadora en la Diputación de Huelva, un puesto que le ha permitido ganar confianza y experiencia profesional; Juan Ildefonso realiza prácticas en el colegio Santa Teresa de Jesús, apoyando en el aula y reforzando habilidades sociales y comunicativas, y Pedro ha logrado un hito histórico: es la primera persona con discapacidad intelectual en trabajar en la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, realizando tareas de mantenimiento e integrándose plenamente con su equipo.

Este camino no podría mantenerse sin el apoyo del Puerto de Huelva, cuya colaboración hace posible esta experiencia de vida independiente que está transformando el futuro de estos jóvenes. Con esta iniciativa, la entidad reafirma su apuesta por una sociedad más inclusiva, en la que las personas con discapacidad intelectual puedan vivir con autonomía, tomar sus propias decisiones y construir su propio camino.

El proyecto demuestra que, con acompañamiento, formación y oportunidades reales, los jóvenes pueden avanzar hacia una vida adulta plena, manteniendo sus hábitos, intereses y su propia identidad.