La picaresca de Quevedo, en el Festival de teatro de Niebla

El castillo de Niebla vuelve a abrir sus puertas mañana para acoger la versión de El Buscón de Quevedo del Teatro Clásico de Sevilla. En la vigésimo octava edición de la ya tradicional cita con algunas de las mejores compañías teatrales y de danza del país, dio comienzo el pasado 7 de julio y se alargará hasta el próximo 25 de agosto. La venta de entradas para los espectáculos que se representan se realizará en Hipercor, bien en su establecimiento o a través de su página web, o en el número de teléfono 902400222. También se podrán adquirir en el propio Castillo a partir de las siete de la tarde del mismo día de la actuación en caso de que quedasen entradas. La representación dará comienzo a las 22:30 y la puntualidad es requisito indispensable.

En el escenario inigualable que brinda el Castillo de Niebla, los asistentes podrán asistir a la adaptación de Alfonso Zurro de una de las obras más conocidas de Francisco de Quevedo, El Buscón, interpretado este personaje por Pablo Gómez-Pando. Se trata de una de las novelas fundamentales de la picaresca española que retrata las andanzas de un joven llamado Pablos que intenta subir desde su mísera escala social y alcanzar el rango de caballero. El lector consigue adentrarse en un mundo divertido donde los infortunios del protagonista, narrados por él mismo, es lo que mueve a la risa gracias al cúmulo de situaciones, personajes e incidentes.

Dentro de la complejidad que presenta la composición de esta novela, para Zurro "resulta una apasionante aventura dramatúrgica acercarla, aunque sólo sea tangencialmente, la universo cerrado de un escenario".

Teniendo en cuenta que todo clásico se ve desde los ojos de la época del espectador que lo lee o contempla, éste observará la obra desde la perspectiva de las desventuras actuales y de esos sucesos históricos que ha vivido, queramos o no estamos en nuestro tiempo y, desde él, observamos el pasado. Siguiendo esta premisa, Zurro reflexiona que "el espectador de nuestra propuesta quizá considere prestar atención desde el ayer al hoy, y tal vez se haga algunas preguntas del estilo: ¿Qué queda de la picaresca en nuestra contemporaneidad? ¿Qué paralelismos o divergencias encontramos?".

Con estas palabras, el director invita a disfrutar de su montaje con una compañía como es el Teatro Clásico de Sevilla, que trae consigo el bagaje y la experiencia de muchos profesionales de las artes escénicas que han decidido invertir tiempo y esfuerzo en esta idea con el fin de hacer un hueco dentro del panorama actual al teatro clásico.

El interés de esta compañía por las piezas clásicas del teatro español se debe a su valor artístico y literario, pues conectan con el imaginario colectivo autóctono y con el del más allá de nuestras fronteras y, porque con el paso del tiempo, más que hacerlas envejecer, introducen nuevos y ricos matices en ellas.

Pero además, Teatro Clásico de Sevilla pretende aglutinar a profesionales en el mundo del teatro clásico. Se trata de una compañía abierta que tiene como objetivo acoger a actores y directores de diferentes ámbitos artísticos, e implicarlos en el arte de la dramaturgia clásica.

Su fin es crear una oferta cultural de calidad, pues presentan un repertorio de obras clásicas para dar a conocer la rica producción nacional a un público que no encuentra una propuesta de este tipo en el actual panorama cultural, así cubren el vacío relativo que existe en este sentido.

Por otra parte, esta compañía también intentan revalorizar espacios culturales y patrimoniales, como es el caso del Castillo de Niebla o el Corral de Comedias de Almagro, que apoyen su propuesta teatral, y al mismo tiempo, dar la oportunidad al público de disfrutar de un espectáculo cultural por partida doble: el espectáculo en sí y el espacio donde se representa. Una oportunidad única para conocer más a fondo nuestro patrimonio cultural e histórico.