Isla Cristina reparte ya su pescado fresco por 17 supermercados de forma diaria. La apuesta de Mercadona por los productos frescos ha supuesto un nuevo impulso a la lonja de Isla Cristina: la cadena de Juan Roig compra ya un 20% de la pesca que llega a ella para venderla al consumidor en sus establecimientos, y se espera que ese porcentaje crezca hasta el 40%. Y los efectos del acuerdo se han hecho notar rápidamente: gracias a él, este año se ha alargado la temporada de capturas del cerco.

Según los datos facilitados por la lonja isleña, los buenos resultados del acuerdo alcanzado entre ésta y la cadena de supermercados que dirige Juan Roig, que comenzó a funcionar en nuestra provincia a pleno rendimiento a finales de julio, no se hicieron esperar y ya en agosto, la facturación por la venta de pescado fresco entre ambas entidades rozó los 400.000 euros en tan sólo un mes. Una cifra que "ha seguido subiendo progresivamente desde entonces" según manifesta a Huelva Información el patrón mayor de la lonja isleña, Mariano García.

La relación entre la entidad de Isla y Mercadona se inició "con mucho esfuerzo", según García, hace algo más de un año. En principio la lonja suministraba parte de sus capturas diarias a los grandes centros logísticos de la cadena como los ubicados en Huévar, Antequera o Guadix, en lo que técnicamente se denomina venta por bloque. Pero a partir de julio, las relaciones entre ambas entidades se intensificaron y "se produjo un giro de 180 grados" asegura García, con la incorporación de lo que se denomina venta directa. Un novedoso sistema por el que las propias furgonetas de los supermercados de Mercadona ubicados a menos de una hora del Puerto de Isla Cristina acuden diariamente a la lonja, bien por la mañana o por la tarde, según se trate de pesca de cerco o arrastre. El objetivo es poner la mercancía en sus pescaderías "muy pocas horas después de la captura".

En la provincia de Huelva se benefician de este nuevo sistema 17 tiendas de la cadena Mercadona, cuyos clientes encuentran en sus lineales diariamente (por la mañana pescado azul -cerco- y por las tardes el resto de especies -arrastre-) un pescado "fresquísimo y de muy alta calidad".

Según la lonja isleña sus ventas a Mercadona suponen ya el 20% de todo lo que comercializan, aunque Mariano García explica que el objetivo es doblar ese porcentaje e intentar hasta el 40%, "eso sí, sin dejar de suministrar a nuestros compradores tradicionales".

Según relata García, que corroboran fuentes de la empresa consultadas por este periódico, la mentalidad de Mercadona en este sentido ha cambiado radicalmente. Los orígenes de esta relación habría que buscarlos hace ya siete u ocho años "cuando tuve ocasión de decirle directamente al presidente de Mercadona que cuando yo entraba en sus supermercados a mi no me gustaba el olor que había. El pescado olía mal", señala García. Añade que "eso ha cambiado porque se han dado cuenta de que para ofrecer un buen producto es fundamental ir de la mano con el sector, eliminar intermediarios y buscar una frescura y una calidad que sólo se logra comprando directamente al pescador a través de la lonja".

De esta forma, indica que Mercadona "se ha dado cuenta de las ventajas de esto, ha pujado fuerte, y el sector lo ha apoyado porque también le interesa". Ambas partes admiten que se ha buscado una fórmula por la que todos salen ganando: la cadena de supermercados en calidad y frescura; el sector en prestigio, estabilidad y diferenciación; y ambos en rentabilidad y garantía, de lo cual finalmente se beneficia el cliente o consumidor final, que adquiere un producto con una excelente relación calidad/precio.

El modelo da pie a que se cumplan dos de los principales objetivos del sector: garantizar la continuidad del recurso, y por tanto de la actividad pesquera, "lo cual tenemos garantizado con los actuales planes de gestión del caladero", y la comercialización y rentabilización de nuestras capturas "lo cual también garantizamos con este modelo".

"Aquí no se da el riesgo de que el pez grande se coma al chico y Mercadona es un pez muy grande y eso es porque nosotros, el pez chico, nos hemos dado cuenta que tenemos la sartén por el mango al poseer lo más importante: un producto que si nosotros no ofrecemos no puede ofrecer nadie", detalla el patrón mayor isleño.

En la implantación del modelo, que ya se da en casi toda España, ha tenido mucho que decir la lonja isleña, precursora del mismo gracias a las gestiones iniciales de García con la dirección Mercadona, que lo implantó inicialmente de forma experimental en Valencia.

En el Golfo de Cádiz, el modelo está implantado en cuatro puertos: Punta Umbría sólo con la chirla; Sanlúcar de Barrameda, Isla Cristina, y El Puerto de Santa María, donde a pesar de no haber lonja "se está desarrollando por mediación y bajo la supervisión de la lonja isleña con muy buenos resultados porque se está abasteciendo a 26 tiendas mediante la fórmula de 'venta directa'.

El principal secreto del buen funcionamiento del modelo radica en que la relación con Mercadona "no es sólo comercial" ya que "hay una preocupación por el mantenimiento del modelo".

Según Mariano García "a ambas partes nos preocupa por encima de todo la conservación del recurso, la búsqueda de una mayor calidad y valor añadido, o que no se desabastezca al consumidor". Por ello, en las continuas reuniones que "mantenemos no sólo hablamos de precios, sino de todo lo demás, y ambas partes proponen y debaten las cuestiones".

Jesús Hermoso González, comprador de pescado en la lonja de Isla Cristina para Mercadona, lo tiene muy claro e ilustra el acuerdo entre la propia lonja y Mercadona con una frase muy gráfica: "Gracias a esto hemos podido seguir adelante a pesar de esta crisis que nos ahoga a todos". A lo que puntualiza que "es uno de los poquitos clientes que paga siempre a tiempo, y nosotros lo tratamos con total transparencia y como mejor se puede tratar a un cliente. Vamos de la mano, por el mismo camino y con idénticos objetivos".

Hermoso se encarga de la compra de todos los pedidos que llegan a la lonja desde Mercadona, así como de ponerlos en las tiendas o plataformas, según se trate de venta en bloque o venta directa y afirma que esta relación está permitiendo también al sector pesquero de Isla Cristina mantener muchos puestos de trabajo por más tiempo.

El acuerdo ha hecho posible alargar este año la temporada de capturas. Para explicarlo pone como ejemplo la pesca de cerco, un arte que paraba totalmente la actividad a finales de septiembre y que "por el contrario, de los 20 buques de cerco que operan en el puerto isleño, 14 mantienen aún la actividad a finales de noviembre (cuando en años anteriores sólo lo hacían 3 ó 4), y es muy probable que sigan saliendo a faenar hasta el 1 de diciembre, fecha en que tienen que parar obligatoriamente".

Un hecho que también "repercute directamente en el empleo" ya que en cada cerquero trabajan entre 12 y 15 marineros", unextremo que "antes era prácticamente imposible que sucediera".

En cuanto al volumen de ventas a Mercadona, Hermoso concreta que actualmente se está enviando mediante el modelo de venta directa pescado de arrastre unas 80 cajas de pescado diarias a los 17 supermercados Mercadona ubicados a menos de una hora de Isla Cristina (560 kilos), además de casi 300 cajas a las plataformas de la cadena (1.800 kilos) "unas cantidades muy importantes". A ello habría que sumar los 1.600 kilos de chirla que se venden diariamente a Mercadona y los 6.000 kilos diarios de pescado azul de cerco (sobre todo sardina, caballa y boquerón).

En definitiva, cerca de 10 toneladas diarias de pescado (aunque las cifras fluctúan mucho según las épocas del año por las vedas, las paradas biológicas y la demanda) destinadas a un cliente que según subraya, paga bien y, lo más importante, da seguridad y estabilidad a un sector como el primario, en este caso el pesquero, bastante azotado por la actual situación de crisis económica.