solidaridad

Un pequeño sueño sobre patines

  • La asociación Érase una vez sorprende a una onubense de 11 años con una concentración de rollers en el Paseo de la Ría

  • La menor y sus padres se emocionaron con la actividad

Mañana para la ilusión en Huelva. Bajo un sol radiante que invitaba a disfrutar de la jornada, una pequeña de 11 años, afectada por una enfermedad grave, salía de casa acompañada por sus padres para poner rumbo a la céntrica calle Murillo, donde le esperaba una sorpresa que jamás olvidará. Allí, en la tienda Unity Roller, especializada en patinaje, la asociación Érase una vez se disponía a cumplir uno de sus sueños: volver a patinar.

El colectivo solidario, conformado por un nutrido grupo de emprendedores pertenecientes a la Federación Onubense de Empresarios (FOE), se había propuesto sacarle una sonrisa. Para ello y con la indispensable colaboración de la tienda de patinaje, pertrecharon a la cría con un equipo completo para deslizarse sobre ruedas con toda seguridad. Casco rosa, rodilleras y coderas y unos hermosos patines fucsias y turquesas que dejaron a la pequeña sin habla y a sus padres muy emocionados.

Uno de los impulsores de la iniciativa, Luis Arroyo, indicó a este diario que la idea era que la menor "se divierta y se lo pase bien, que se ría, que salga por un día del hospital", donde está siendo sometida en la actualidad a un tratamiento de quimioterapia. De hecho, la actividad iba a llevarse a cabo hace un par de semanas, "pero hubo que suspenderla porque tuvo una recaída".

Pero la sorpresa no acabó ahí. Así que la comitiva, con monitores de Unity Roller incluidos, puso rumbo sobre ruedas al Paseo de la Ría de Huelva. Con las aguas del Odiel y el Muelle de Riotinto como telón de fondo, alrededor de 40 patinadores se dispusieron a acompañar a la niña en una mañana para el recuerdo, de ésas que no se olvidan por más años que transcurran. Y a la pequeña onubense le queda mucho por vivir y por disfrutar. Superará el bache y esto "la impregnará de entusiasmo".

Un poco tímida ante la presencia de las cámaras, pero visiblemente emocionada y feliz, la menor se deslizó sobre las ruedas de sus nuevos patines y disfrutó como nunca acompañada por los suyos. Le encanta patinar, de hecho lo hacía con asiduidad antes de caer enferma. Ayer pudo volver a practicar con ellos, todo un empujón que le servirá para recuperarse.

En que el sueño de la chiquilla se haya hecho realidad no sólo ha tenido que ver Érase una vez, como recuerda Arroyo, sino todas las personas que han colaborado para que sea posible, desde la tienda a los monitores, pasando por sus propios padres y por el equipo médico que la atiende.

El colectivo Érase una vez ha conseguido hacer realidad, desde su creación hace dos años, de unos ocho sueños de niños onubenses de entre cuatro y 16 años aquejados de graves enfermedades. Mantiene en proyecto otros "cinco o seis más", detalla Arroyo. Todos sus componentes son voluntarios. "Hemos conseguido desde llevar al hospital Juan Ramón Jiménez a la selección española de fútbol sub 19 a hacer realidad el sueño de una niña de volvar o de otro crío de ser bombero, es muy emocionante".

Agradece además la colaboración de sus padres, "sin los que sería imposible cumplir estos sueños, y que se alegran mucho, los disfrutan con sus hijos y con nosotros y nos lo agradecen muchísimo".

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