Huelva

Cada pensión en Huelva es sostenida por las aportaciones de 2,16 trabajadores

  • La localidad donde lo percibido cuando se deja de trabajar es mayor es Aljaraque y la menor, Calañas

  • La diferencia entre ambas es superior a los 260 euros al mes de media

Tres mujeres en la Plaza de las Monjas de la capital onubense.

Tres mujeres en la Plaza de las Monjas de la capital onubense. / Josué Correa (Huelva)

El número de trabajadores necesarios para hacer frente al pago de cada una de las pensiones es uno de los indicadores que se utiliza para comprobar la sostenibilidad del sistema y de comprobar las posibilidades que tiene de seguir manteniendo su integridad en los próximos años. A la luz de los últimos datos publicados recientemente por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social, la respuesta adquiere tintes cada vez más negativos. Y eso que, al menos en lo que se refiere a la provincia de Huelva, la situación no es tan grave.

De hecho es la tercera provincia en Andalucía donde más trabajadores contribuyen al pago de cada una de las pensiones, que llega a 2,16, lejos de los 2,70 que se contabilizan en Almería (aupada por la llegada de una inmigración compuesta por individuos jóvenes) y también de los 1,61 que se llegan en Jaén y más en línea con los 2,03 de la media española. Hay que tener en cuenta que de las ocho provincias, únicamente Almería, Málaga y Huelva superan los dos cotizantes por pensión, lo que adquiere tintes más que preocupantes para la evolución de todo el sistema.

Tampoco son optimistas los datos de la evolución de dicha tasa. En efecto, en el mes de junio del año pasado, el Ministerio de Trabajo y Economía Social colocaba a Huelva como la cuarta provincia donde más trabajadores contribuían al pago de cada pensión, una tasa que en ese momento llegaba a 2,59 cotizantes por pensionista, justo por detrás de Melilla, Almería y Madrid y suficientemente lejos de las provincias de la denominada España Vaciada.

El progresivo envejecimiento de la población, así como las consecuencias que para el mercado laboral tiene la invasión rusa de Ucrania con el fantasma de la recesión y el retraimiento del empleo previsto para los próximos meses, junto con la llegada a la edad de jubilación de la generación del baby boom, no van a aportar relajación a un sistema que, según los baremos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) necesita al menos 2,5 cotizantes por cada pensionista para ser sostener de forma autónoma el sistema.

Una mujer habla por teléfono en la mañana de ayer en Huelva. Una mujer habla por teléfono en la mañana de ayer en Huelva.

Una mujer habla por teléfono en la mañana de ayer en Huelva. / Josué Correa (Huelva)

Tampoco el sistema es uniforme en todo el territorio. Sin ir más lejos, en Andalucía las diferencias son más que sustanciales, al igual que ocurre en todo el territorio español, con las provincias menos pobladas a la cola y con tasas inferiores a 2 trabajadores por jubilado y con Baleares marcando una pauta de más de 3, seguida por Melilla, Ceuta y las dos capitales canarias haciendo gala de la pujanza de la insularidad. En el otro plato de la balanza, Ourense no llega ni tan siquiera a la paridad, ya que apenas tiene 0,97 cotizantes por pensionista, seguida de Lugo y León que lo superan por poco. Zamora, Asturias, Ávila, A Coruña, Pontevedra, Palencia o Salamanca dibujan las desigualdades de provincias poco pobladas, poco atractivas para la población joven y, por lo tanto, cada vez más envejecidas y más necesitadas de aportaciones para sostener el sistema de protección.

Volviendo a Huelva, en el propio territorio provincias se observan desigualdades notables entre unos municipios y otros. Valga sólo el dato de que la pensión media más alta se abona en Aljaraque con 1.239 euros, mientras que la más baja se registra en la localidad de Calañas, la única que no llega a los mil euros por pensión media, en concreto 978,41 euros. Entre una y otra la diferencia es de un 21%, aunque hay que tener en cuenta que la pensión recibida depende exclusivamente de la cantidad cotizada cuando se trabajaba, ya que no es una prestación directa. También sobresale el municipio aljaraqueño en cuando al gasto en pensiones, toda vez que es el segundo con 3,4 millones de euros anuales, por los casi 34 millones que suponen en la capital onubense.

Sobresale también como un ejemplo perfecto de las pequeñas poblaciones, el caso de Castaño del Robledo, una localidad con poco más de 200 habitantes, de los que 40 son pensionistas, o Cumbres de Enmedio, con poco más de medio centenar de residentes permanentes, de los que once reciben una prestación por jubilación.

Se cumplen en Huelva los mismos parámetros de los analizados en el resto del país, es decir, el desequilibrio entre las capitales de provincia y las ciudades dormitorio (Huelva y Aljaraque son el perfecto ejemplo) y los pueblos más pequeños donde el envejecimiento se observa de una manera más nítida, así como la falta de atractivos para los jóvenes y la cada vez mayor importancia del gasto en jubilaciones ya que tampoco presentan oportunidades para atraer a la inmigración o a aumentar el número de trabajadores, dos aspectos que son y serán fundamentales para contemplar el futuro del sistema de pensiones de una manera más optimista a la actual.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios