Penélope Watson: la música como forma de vida y resistencia creativa

Trinchera Sonora

El artista onubense ultima el lanzamiento de “Cabos sueltos (Vol. 2)”, reafirmando más de tres décadas de riesgo, eclecticismo y autenticidad

Penélope Watson.
Penélope Watson. / Daniel Salas
Jesús Pulido

Huelva, 01 de septiembre 2025 - 01:06

Hay artistas que, con el paso de los años, van acumulando experiencias, referencias y estilos, pero que rara vez logran algo tan valioso como una voz propia. Y luego están los que, desde el primer acorde, dejan claro que han encontrado un sonido que solo les pertenece a ellos. Penélope Watson es de esos pocos que parecen escribir su libreto a contracorriente, buscando un cauce singular, decidido, intransferible. Sinónimo de vanguardia, riesgo y eclecticismo, su música lleva décadas balanceándose entre la crudeza del rock y la experimentación, entre lo urbano y lo tecnológico, con un sello personal al que basta con una escucha para reconocerlo.

Su historia comenzó en la efervescencia creativa de los noventa, con proyectos como Hunlay Hooligans, que se convirtieron en una de las formaciones icónicas y agitadoras de aquella escena local que bullía de ideas. Después llegaron Lúcifer Cheff o Cuidado con el Perro, bandas con las que consolidó un estilo inquieto, libre y sin miedo a arriesgar. Ese cóctel de influencias y valentía lo llevó a compartir escenario con artistas de alcance nacional como Macaco, O’funk’illo o Dover, situándolo como un nombre propio dentro de la escena onubense.

Penélope Watson.
Penélope Watson. / Daniel Salas

En 2015 dio el salto en solitario bajo el nombre artístico de Penélope Watson con un debut producido por Manuel Illán (productor de Pablo Alborán o Diana Navarro), que le permitió sonar en medios masivos: su single ¿Quién tendrá el poder? se convirtió en sintonía en Canal Fiesta y lo llevó a actuaciones en programas de televisión de gran audiencia como la gala de fin de año de Canal Sur o el propio Sálvame en Telecinco. Pero lejos de instalarse y acomodarse en ese escaparate, eligió el camino de la independencia y la autenticidad, de la música como territorio de libertad y de ser el dueño absoluto de su obra.

Desde entonces, cada paso ha sido un capítulo distinto de una misma historia. En 2018 publicó Cerca del cielo, con la colaboración de Manuel España (cantante de La Guardia), y en 2019 lanzó el single Olvídate. Después regresó a su faceta más rockera con el EP Basado en hechos reales (2022), producido por Maxi Ramírez, seguido de Zona de confort (2023), con la producción de Fran Báñez en VirutaSong. Entre 2024 y 2025 ha dado forma a Cabos sueltos (Vol. 1), producido junto a Ramírez y arreglado por Javier Alonso, una colección de seis canciones rescatadas de un cajón de sastre de ideas y bocetos que podrían haber caído en el olvido, pero que han encontrado nueva vida. Ahora ultima la edición de Cabos sueltos (Vol. 2), que completará el díptico con otros seis temas y que verá la luz próximamente.

Penélope Watson.
Penélope Watson. / Daniel Salas

En todo este trayecto ha contado con la complicidad de músicos de enorme solvencia, tanto en estudio como en directo. Nombres como Miguel Calero, Pablo Morán, Rafael Romero, Fidel Suárez, David Muñoz, Elena Navarro, John Conde o el propio Manuel España han acompañado sus canciones, enriqueciendo un sonido ya de por sí personalísimo.

Lo que distingue a Penélope Watson es su capacidad de riesgo, esa rara virtud de apropiarse de cada sonido y devolverlo transformado en algo que solo puede llevar su firma. Su música no se refugia en clichés, reparte trallazos de rock con textos directos, críticos, sin rodeos, y al mismo tiempo sabe jugar con una arquitectura musical que golpea como puños sobre la mesa, con atmósferas que beben tanto de la crudeza del rock como de la inmediatez urbana y la pulsión tecnológica para encontrar siempre nuevos matices.

Ese equilibrio lo convierte en un creador reconocible: basta escuchar unos segundos para saber que es él. Porque Penélope Watson no escribe para agradar, sino para ser honesto. Por eso, en un panorama saturado de música clonada y canciones fabricadas en serie, de patrones repetidos hasta la saciedad, esa autenticidad sea, quizás, su mayor victoria.

Más de treinta años después de sus primeros pasos, Penélope Watson sigue componiendo con la misma urgencia vital: la de un artista que no concibe dejar de crear. Ha conocido de cerca la notoriedad, pero nunca ha perdido el contacto con la tierra ni ha dejado que la vanidad se interponga entre él y su público. Su próximo trabajo, Cabos sueltos (Vol. 2), no es solo la continuación de un proyecto: es la confirmación de que la autenticidad sigue siendo su bandera y de que su música es, sobre todo, un compromiso con la creación. Y eso, en los tiempos que corren, es lo más valiente que puede ser un artista.

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