Huelva

El parque arqueológico de La Almagra se abre cuatro años después de su construcción

  • En la cima del cabezo se ubica el centro de interpretación · El diseño del complejo es obra de Sebastián Cerrejón

El parque arqueológico del Cabezo de la Almagra, ubicado en el Campus del Carmen de la Universidad de Huelva, se inaugura mañana, cuatro años después de su construcción. Las obras del complejo se finalizaron en octubre de 2007, una actuación que supuso una inversión de 1,5 millones de euros a cargo de las arcas municipales. Un año después, concretamente en febrero de 2008, el Ayuntamiento cedió oficialmente a la Onubense los terrenos que albergan el Cabezo de la Almagra

El espacio, con una superficie de 21.489 metros cuadrados, se plantea como un museo al aire libre donde el visitante podrá realizar, a través de hallazgos arqueológicos, un recorrido por distintas etapas históricas de Huelva.

Para la realización de este parque temático se aprovechó la fisonomía del cabezo, situado a la entrada del Campus del Carmen por la prolongación de la Avenida de Andalucía. El diseño del complejo es obra del arquitecto onubense Sebastián Cerrejón, ganador del concurso de ideas organizado por el Ayuntamiento de Huelva y el Colegio Oficial de Arquitectos.

En la cima del Cabezo de la Almagra se ha construido un centro mirador interpretativo, que actúa como elemento articulador del museo al aire libre. En él los visitantes podrán informarse de los contenidos del espacio. El complejo gira en torno a los restos arqueológicos encontrados en la zona en 2002. Las excavaciones, financiadas por la Administración local, fueron realizadas por un equipo de arqueólogos de la Universidad de Huelva, bajo la dirección del profesor Juan Manuel Campos.

Los trabajos del equipo de arqueólogos concluyeron que hubo una dilatada ocupación en el tiempo en este área de la ciudad debido principalmente a dos factores: su posición estratégica y la disponibilidad de un potencial agrícola con un red hídrica que permitió el mantenimiento de una villa rústica en época romana, una alquería islámica y de un cortijo rural en época moderna-contemporánea.

En el centro de interpretación los turistas dispondrán de información respecto a la importancia de los hallazgos y una lectura de los mismos dentro del contexto en el que fueron localizados. La edificación, realizada con acero corten, tiene dos plantas y sótano. En la planta baja se encuentra la zona expositiva. La segunda planta está configurada como un mirador, y el sótano alberga el taller, almacén y laboratorio.

La planta baja comunica al visitante con el exterior, con el parque arqueológico. Desde el centro de interpretación parten caminos que discurren por los distintos yacimientos, senderos entre espacios ajardinados, en los que crecen especies autóctonas, plantas ornamentales y árboles que poblaban el cabezo en épocas históricas.

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