Las 72 parcelas del Ensanche

LA Historia será la que encardine al Ensanche Sur en una deriva de expansión que tuvo su estreno en Tartesos, con el crecimiento de la villa desde los cabezos a la zona portuaria. Allá por el siglo VII a.C., aquel fue el primer gran ensanche de la ciudad: Huelva ocupaba entonces lo que el nuevo barrio de Marismas del Polvorín, unas 35 hectáreas.

Luego la economía colonialista creó un cinturón industrial y ferroviario que frenó el avance natural hacia el Sur, con lo que la presión demográfica encontró su salida entre la carretera de Gibraleón y la de Sevilla. Vemos, pues, que la radiografía del tiempo traza una ciudad especialmente marcada por la dinámica de la naturaleza (cabezos y marismas) y la infraestructura industrial, primero con la exportación minera, y luego con el Polo Químico. A estos condicionantes se ha sumado el peor lastre: el boicot político, la falta de sintonía entre la isla institucional del PP y las Administraciones socialistas y su alto precio para Huelva. En el surtido de ejemplos destaca la odisea judicial del Ensanche, dando todavía titulares, recelos y grandes esperanzas. "Con la Junta o sin la Junta -anunció hace unos días el concejal de Urbanismo Curro Moro- este Ayuntamiento va a sacar adelante el proyecto más importante de la ciudad de los últimos 50 años".

Fue la reacción terminante a la noticia que la semana pasada devolvió el Ensanche al candelero: el TSJA desestima el enésimo recurso de Obras Públicas contra la operación, en esta ocasión el que apelaba contra la suspensión de las medidas cautelares sobre la iniciativa urbanística. Sabido es que esta sombra judicial es alargada, y aún queda otro asunto pendiente en los tribunales, el recurso que pide la sectorización de estas 120 hectáreas comprendidas entre el Recinto Colombino, Marismas del Titán y el Paraje de Las Metas. Dijo el viernes el socialista Manuel Alfonso Jiménez, delegado del Gobierno andaluz en Huelva, que "ahí está el quid de la cuestión" y la falta de entendimiento entre las Administraciones: en los mecanismos de ordenación". El equipo de Gobierno de Pedro Rodríguez considera que estos flecos no son óbice para continuar la ruta de trámites que llevan a la primera piedra del Ensanche para el primer trimestre de 2009 ¿Cómo repercutirá la crisis en estas previsiones? "El coste -dice Moro- han sido ya los dos años de retraso que lleva la obra. Ahora lo importante es que las obras de urbanización, con una inversión de más de 36 millones de euros, van a crear empleo en la ciudad durante 18 meses".

Prima la búsqueda de negociaciones y la convocatoria de la comisión bilateral mixta para firmar el protocolo de financiación de las dotaciones (para lo que Moro ha hecho un llamamiento a Justo Mañas), toda vez que en la zona del Ensanche no sólo se construirán 3.214 viviendas (un millar de VPO) y un centro comercial; sino asimismo colegios, institutos, guarderías, la Ciudad de la Justicia, un puerto deportivo, el recinto ferial, la estación del AVE, la catedral, el nuevo club de tenis y, entre otros equipamientos, un palacio de congresos.

La Gerencia Municipal de Urbanismo aprobará esta semana la reparcelación del sector con los aprovechamientos urbanísticos que se reparten 15 propietarios. Las 41 fincas iniciales se han convertido en 72 parcelas, a las que se suman las unidades no lucrativas de las dotaciones que hemos mencionado.

Aparte de Natur Links SL como empresa urbanizadora y de la promotora Descirea como titular mayoritaria del suelo -en definitiva, al margen del Grupo Trusam, que compró las Marismas del Titán-, se les reconocen derechos al Ayuntamiento; la empresa BIUR SA; Construcciones Metálicas Garpe SA; Occidental de Gestión y Desarrollo Inmobiliario SL; Cioter SL; el administrador Adif; Sociedad Colombina de Promociones Inmobiliarias [que compró sus derechos a Atlantic Copper); PC Jufema SL; Euroactivos Inmobiliarios SL; y tres particulares. Aunque no se han inscrito en la junta de compensación, también tienen derechos en esta operación la Autoridad Portuaria y Weickert y Martín Agrícola SA.