Huelva

La pandemia cuadruplica los casos de trastornos mentales en los jóvenes de Huelva

Varios jóvenes pasean por el Campus del Carmen de la Universidad de Huelva.

Varios jóvenes pasean por el Campus del Carmen de la Universidad de Huelva. / Josué Correa (Huelva)

Desde el silencio, otra pandemia irrumpe con gesto amenazante. La oleada de casos de trastornos mentales es ya una "realidad y lo peor está aún por venir", advierte la presidenta de la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Huelva y su Provincia (Feafes-Huelva), María Domínguez, quien asegura que las restricciones impuestas por la Covid-19 han cuadruplicado el número de jóvenes onubenses que sufren un trastorno mental. 

Así lo confirma también el psiquiatra del hospital Juan Ramón Jiménez, Álvaro Moleón, quien asegura que las urgencias psiquiátricas en la población infanto-juvenil (15-29 años) se han disparado". De este modo, ha percibido en tales pacientes "una mayor ingesta de medicamentos, autolesiones, cuadros depresivos y ansiosos o desencadenamiento de trastornos de personalidad, entre otros comportamientos".

El confinamiento ha pasado factura en la población, sobre todo en la infanto-juvenil, que ha visto cortado su desarrollo social. "La falta de actividad, la separación de los amigos y compañeros de clase y, por consiguiente, la paralización de las relaciones sociales han traído consigo alteraciones mentales, lo que ha convertido a los jóvenes en el principal foco de esta pandemia", tal y como señala Álvaro Moleón. 

El psiquiatra, Álvaro Moleón. El psiquiatra, Álvaro Moleón.

El psiquiatra, Álvaro Moleón. / Alberto Domínguez (Huelva)

Pese a ello, las enfermedades mentales siguen ocultas, "pues son las más temidas, desconocidas y oscuras de la medicina", según explican desde Feafes. El estigma que aún existe respecto a las mismas las deja en un lugar muy secundario en la sociedad que, "por el momento, no nos mira de frente y sigue sin hablar con claridad de estas patologías, un hecho que debe cambiar porque el diagnóstico tardío o la falta de diagnóstico repercute negativamente en la enfermedad mental", explica María Domínguez. Una percepción que ratifica Moleón, quien insiste en un "diagnóstico a tiempo con un tratamiento individualizado" con objeto de evitar "secuencias devastadoras, véase un ingreso hospitalario o, incluso, la conducta suicida".

Entre los estigmas que hay en torno a estas patologías figura el pensamiento de que estas personas son "impredecibles, agresivas, violentas, con una evolución que es siempre negativa o incapaces de tomar decisiones por sí mismas", afirma el psiquiatra del hospital Juan Ramón Jiménez. Todo ello viene acompañado del consiguiente "rechazo y menosprecio" del entorno del paciente. No obstante, resalta que son varios los estudios que demuestran que "los pacientes son más víctimas que victimarios de abusos y secuelas físicas". El problema radica en que "cuando un paciente afectado por un trastorno mental hace algo que no está bien, se hace trending topic y se saca en los medios y redes sociales de forma muy llamativa, lo que crea un estigma en torno a él". Sin embargo, continúa Moleón, "no se habla de cuando estos pacientes recuperan su vida, forman una familia o crean proyectos sociales".

Las personas afectadas por los mencionados trastornos cuentan con la problemática de la "falta de aceptación del entorno", precisamente, "por los tabúes existentes en la actualidad", remarcan desde Feafes. De hecho, es "frecuente" que el paciente "se quede solo" y lo que necesita es todo lo contrario, "el apoyo y la solidaridad de su entorno, vital para aceptar su enfermedad y comprender que pueden seguir hacia adelante", sostiene su presidenta. Igualmente, Álvaro Moleón pone de manifiesto "el abandono que sufren las personas cuando se les detecta un trastorno mental, por su pareja, familia o amigos, lo cual no ayuda, más bien todo lo contrario". 

Por ello, "la sociedad debe trabajar con el objetivo de la integración plena de estos pacientes, mirando a las enfermedades mentales con la misma cara con la que ven otras patologías, pues está demostrado que se producen por alteraciones cerebrales", expresa Álvaro Moleón. En este sentido, la presidenta de Feafes Huelva insiste en la importancia de hablar de ello "con naturalidad y de forma positiva", lo cual deriva en el reconocimiento de la enfermedad y la aceptación de un tratamiento, lo que implicaría una evolución favorable de estos procesos. 

En la provincia onubense, según citan a Huelva Información desde Feafes, la esquizofrenia es una de las enfermedades mentales más habituales, relacionada, sobre todo, con el consumo de cannabis desde edades muy tempranas. Asimismo, también son numerosos los casos de trastorno bipolar o el trastorno límite de la personalidad, sin olvidar los casos de depresión, "muy frecuentes también en la actualidad". 

La manifestación de tales patologías varía según la persona, aunque el psiquiatra del hospital Juan Ramón Jiménez advierte a las familias y educadores –que también deben ejercer una importante labor de detección– de que deben estar pendientes a los cambios de actitud, al tiempo que tienen que mirar síntomas de alarma como el nerviosismo injustificado, el aislamiento social, las alteraciones en la conducta alimentaria, el mal sueño, las crisis de pánico o los comentarios relacionados con la muerte. De hecho, el papel del entorno familiar se antoja "fundamental", dado que es el que, a través de su propia formación en la materia, "debe conocer la importancia de tomar una correcta medicación y de velar porque el paciente sigue el tratamiento". 

Manifiesto de Feafes Huelva por el Día de la Salud Mental. Manifiesto de Feafes Huelva por el Día de la Salud Mental.

Manifiesto de Feafes Huelva por el Día de la Salud Mental. / M. G. (Huelva)

En lo que se refiere a las consecuencias, Feafes Huelva explica que serán "muy malas, sobre todo, por un año tan complicado de pandemia, pues no estamos preparado para algo así". Por ello, recomienda acudir a un psicólogo, psiquiatra o a una persona de confianza "cuando detectemos algún síntoma de inestabilidad, siendo algo que debemos normalizar". En este punto, su presidente, María Domínguez, habla de que las consecuencias pueden llegar a ser muy trágicas, véase los suicidios, "algo de lo que no se habla y que, por ello, parece que no sucede". No obstante, Feafes registra a diario, como mínimo, un intento de suicidio en la provincia de Huelva y es un hecho "del que debemos hablar sin tapujos", aunque desde la asociación añaden que "es algo que debemos hacer muy poco a poco porque la sociedad debe estar preparada para hablar de ello".

En este punto, Feafes reclama también el "compromiso" de las administraciones, "que no pueden seguir mirando a otro lado, sino que deben apoyar a los enfermos mentales al igual que se hace con otras patologías". Así, María Domínguez pone de manifiesto que la provincia está por debajo de todos los ratios relacionados con la atención de los pacientes de salud mental, al tiempo que expresa la "carencia" en Huelva de centros de calidad para atender a los pacientes, así como de profesionales de diferentes ramas del conocimiento en el ámbito público, véase psiquiatras, terapeutas o trabajadores sociales. "Todos estos recursos, que escasean en Huelva, contribuirían enormemente a que estos pacientes tengan un proyecto de vida", resume la presidenta de Feafes Huelva.

Respecto a la mencionada asociación, su presidenta relata numerosos programas llevados a cabo en beneficio de los afectados por trastornos mentales. Uno de ellos es la Escuela de Familia, un taller psicoeducativo que versa sobre los desajustes emocionales que se producen al diagnosticarse una enfermedad mental en el entorno familiar. Asimismo, también impulsan otros talleres, como los de ayuda mutua, trabajo de emociones o psicomotricidad, además de uno específico sobre la situación de la pandemia de coronavirus.

Sobre el abordaje de la salud mental en el futuro, el psiquiatra Álvaro Moleón considera que debe ser "multidisciplinar y centrado en el desarrollo científico, sobre todo, en la neuroestimulación". Aquí entran en juego técnicas innovadoras que permitan el estudio de las neurociencias, el tratamiento de trastornos de personas en las que los tratamientos de psicoterapia y medicamentos no han resultado efectivos y la identificación de genes vinculados a las enfermedades mentales. Todo ello fundamentado en el "trato al paciente con la mayor empatía y con un abordaje individualizado".

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