Los pacientes de artritis reumatoide afrontan graves carencias asistenciales
A la endémica falta de reumatólogos se añade el precario acceso al Servicio de Rehabilitación y Fisioterapia
Cerca de 5.000 onubenses, principalmente mujeres, padecen artritis reumatoide. Se trata de una enfermedad del sistema inmunológico de la que ayer se habló en la jornada que se celebró en la Gota de Leche.
Con el lema Cree en ti, crea tu futuro, la Asociación Onubense de Pacientes de Artritis Reumatoide (Aopar) y la Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis) reunió a varios médicos como el coordinador de la Unidad de Reumatología del Hospital Juan Ramón Jiménez, Manuel Riesco; la especialista en espondiloartritis María José Madrigal, y el reumatólogo y miembro de la Comisión de Terapia Biológica del SAS, Juan Miguel Sánchez.
La presidenta de Aopar, Cinta Lacasta, lamentó que Huelva se encuentre a la cola de la asistencia que ofrece a los pacientes de artritis reumatoide. El primer gran escollo es la casi endémica falta de reumatólogos que padece la provincia. Desde hace ya bastantes años, el número de estos especialistas es tres cuando, recuerda Lacasta, "nos corresponderían 12".
Las carencias también se reflejan en aspectos como las derivaciones al Servicio de Rehabilitación y Fisioterapia, "en donde hay muchos retrasos" y en la inexistencia de otro tipo de recursos como los talleres ocupacionales.
Con Cinta Lacasta y su equipo, Aopar ha retomado las actividades en el ánimo de trabajar codo con codo con los especialistas del Juan Ramón Jiménez. La asociación sufrió una parálisis tras el fallecimiento de Manuel Acuña, auténtico pionero a nivel nacional del movimiento asociativo de estos pacientes.
La actual presidenta indica que los recortes también se hacen notar en el movimiento asociativo. De ahí que no se haya podido poner en marcha, entre otra iniciativas, la fisioterapia de tan pródigos beneficios para estos pacientes dado el carácter incapacitante. De hecho, se estima que el 60% de los pacientes debe dejar su actividad laboral tras diez años de enfermedad. Sin embargo, Cinta Lacasta subrayó que con los tratamientos se puede conseguir una estabilización de ese proceso incapacitante, si bien no permite la recuperación de la movilidad ya perdida.
La presidenta de Aiopar se congratuló de que la Junta de Andalucía no haya admitido el copago farmacéutico en farmacia hospitalaria, ya que estos pacientes hubieran sido de los más afectados. Desde hace ya unos años de llevan a cabo terapias biológicas con magníficos resultados, pero que suponen un desembolso importante por el precio de esos medicamentos. Se estima que el gasto farmacéutico de un enfermo de artritis reumatoide gira en torno a los 7.500 euros anuales.
No hay comentarios