Huelva

La oportunidad de los pistachos

  • Un cartayero de origen búlgaro es el primer productor de este fruto en Huelva

  • Las condiciones de su cultivo, de secano, y su cotización en el mercado le dan gran rentabilidad

Se llama Simeon Ivanov Stoyanov, natural de Bulgaria, de 48 años, aunque lleva ya 20 viviendo en Cartaya con su familia y es el primer agricultor onubense que produce pistachos en dos pequeñas fincas que explota en dicha localidad costera.

Dado su carácter emprendedor y después de trabajar por cuenta ajena durante sus primeros años de estancia en España, Simeon Ivanov -conocido por todos en Cartaya como Simón- decidió hacerse agricultor comenzando por el cultivo de naranjas y mandarinas; después de caquis -producto que posteriormente dejó-, y desde hace tres años, de pistachos, en una apuesta por la innovación y con el principal objetivo de "diversificar" la actividad agrícola en la provincia de Huelva, "actualmente saturada de cítricos y frutos rojos", indica a Huelva Información.

Esa necesidad de diversificar sus producciones le llevó a varios puntos del Levante español como Castellón e incluso hasta California (EEUU), donde residen sus padres, encontrando finalmente en el pistacho la "alternativa" que buscaba. Porque se trata, subraya, de un producto "muy rentable" dados sus escasos gastos de mantenimiento; su prácticamente nula demanda de riego, por ser de secano; la escasa necesidad de usar productos fitosanitarios y abonos, dada la fortaleza de dicho árbol; y, sobre todo, por el elevado precio que cobra el productor, que oscila entre 8,5 y 10 euros, según su calidad y calibre.

No obstante, asegura, es de una "rentabilidad a largo plazo" ya que el árbol no empieza a producir pistachos a un volumen comercialmente viable hasta los cinco años después de ser plantado.

A pesar de ello, Simeon Ivanov, que plantó hace poco más de tres años un total de 900 plantones de pistacho y dedicó a este cultivo cuatro hectáreas de terreno distribuidas en sus dos fincas, se siente muy satisfecho porque "el crecimiento del árbol marcha muy bien". "Buena muestra de ello", añade, es que "ya este año, allá por el mes de septiembre, podré recolectar los primeros pistachos, aunque el volumen no será comercialmente rentable aún".

El agricultor cartayero realizó una inversión inicial en su nueva plantación de pistachos de unos 10.000 euros y pagó por cada plantón en torno a 27 euros. Los dispuso de forma que en medio de cada ocho hembras haya un macho, que no produce pero que sirve para polinizar a las primeras de forma totalmente natural a través de los insectos o el viento.

Asegura, por otra parte, que actualmente es el primer productor de pistacho de la provincia de Huelva, al tiempo que tiene muy claro que su plantación no es experimental, ya que desde el principio tuvo claro tanto la viabilidad del cultivo en Cartaya como su rentabilidad comercial.

Y es que el único requisito climatológico que necesita el árbol son un mínimo de 250 horas de frío al año, "lo cual se cumple en esta zona". Ivanov también destaca que no requiere mucha mano de obra, "si acaso solo para realizar alguna que otra poda y entresaca".

Pero lo más importante, subraya, es que después de cinco años cada árbol produce al año entre 15 y 20 kilos de pistacho, que se recolectan en septiembre mediante el método del vareo -como la almendra o la aceituna-, y que "te lo quitan de las manos las empresas transformadoras, ubicadas sobre todo en el Levante español, pagándola a un muy buen precio".

Sus pistachos son de la variedad Mateur, que, a su juicio, "es la que mejor se adapta a esta zona y asegura que "con el mismo objetivo de diversificar, actualmente está experimentando en sus fincas con otros productos, lo cual se reserva para evitar que le plagien".

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