Huelva

Una operación desarticula en Huelva una red especializada en robos de bicicletas alta gama

  • La Guardia Civil detiene a siete personas y recupera 20 vehículos de lujo

Un veh

Un veh / M. G. (Huelva)

La Guardia Civil y la Policía Nacional han desarticulado una red criminal especializada en robos de bicicletas eléctricas y de alta gama, una operación que se ha llevado a cabo en las provincias de Sevilla, Cádiz, Jaén y Huelva, aunque cometían los robos por toda la comunidad autónoma andaluza.

Según ha informado este miércoles el Instituto Armado en un comunicado, en la operación, denominada Terror Feline, han sido detenidas siete personas, entre ellas el líder de la red, y se han practicado siete registros que han permitido recuperar veinte vehículos de lujo, armas de fuego simuladas y casi dos decenas de bicicletas eléctricas y de alta gama preparadas para su introducción en el mercado negro.

Las bicicletas están valoradas en unos 8.000 euros cada una, y la operación se puso en marcha cuando los agentes detectaron un entramado de personas afincadas en la provincia de Sevilla dedicadas al robo con fuerza en naves industriales y establecimientos comerciales, con el objetivo principal de sustraer bicicletas de alta gama y eléctricas de gran valor.

La organización criminal estaba perfectamente estructurada, jerarquizada y estable, con un reparto concreto de tareas entre sus integrantes.

En un primer escalón se encontraban los informadores, que obtenían datos sobre los lugares a actuar, comprobaban sus medidas de seguridad, horarios, prioridad de establecimientos por la importancia de mercancía que tuviera almacenada y el lugar exacto en el que se ubicaban.

En un segundo escalón se encontraban los que sustraían los vehículos de alta gama para desplazarse hasta el lugar de los robos y que utilizaban también para 'alunizajes'.

A los vehículos sustraídos les cambiaban las placas de matrícula por la de otros turismos de la misma marca y modelo que no figurasen sustraídos, para poder desplazarse con total tranquilidad y evitar ser detectados por las fuerzas y cuerpos policiales.

Una vez establecido el día y la hora, principalmente mediante butrones y alunizajes, accedían a las diferentes naves y empresas, manipulando para ello los sistemas de alarma y seguridad, y empleando la violencia para conseguir sus objetivos o para asegurarse la huida.

El último escalón correspondía a aquellos que disponían el material sustraído en el mercado negro y falsificaban los documentos.

Todo estaba capitaneado por el líder de la organización criminal, que dirigía tanto la preparación de los hechos, el desarrollo y la posterior salida de los objetos sustraídos.

Una vez identificados todos los integrantes de la organización y los lugares para ocultar los objetos sustraídos, los agentes realizaron seis registros simultáneos y practicaron las seis detenciones.

Las investigaciones se prolongaron desde abril hasta agosto y se han recuperado también una gran cantidad de teléfonos móviles, patinetes eléctricos, multitud de dispositivos electrónicos y numerosas herramientas.

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