Huelva

El artista onubense Tomás Cordero trae a Huelva su ‘Geometría de la emoción’

La exposición ‘Geometría de la emoción’, en la Sala de la Provincia.

La exposición ‘Geometría de la emoción’, en la Sala de la Provincia. / M. G.

La Sala de la Provincia de la Diputación de Huelva acoge desde ayer y hasta el 9 de marzo la exposición Geometría de la emoción, de Tomás Cordero. Una muestra en la que artista onubense despliega en torno a setenta obras al óleo sobre lienzo y papel, en su mayoría monocromáticas de formato a gran y pequeña, escala junto con algunas esculturas.

La exposición, que fue inaugurada el jueves por la diputada de Cultura, Gracia Baquero, y el propio artista, se sumerge en la experimentación personal, y desarrolla los puntos de inflexión, “como los acontecimientos de la vida que modifican la esencia del ser, su entorno y su filosofía de vida”.

Geometría de la emoción es el resultado de la búsqueda y trabajo realizado por el artista el pasado año, empleando un enfoque reduccionista hacia los materiales y el método utilizado en su creación, con composiciones imbuidas de gestos minimalistas, color alquímico y línea casual. La serie pictórica para esta muestra es la continuación del proceso de investigación realizado en la anterior exposición realizada el pasado año 2023 para la Sala Murube, Casa de la Provincia de Sevilla llamada Línea de flotación.

En palabras del crítico Jesús Velasco, Tomás Cordero es “un artista obseso de la sencillez, de la simplicidad detallada. Su abstracción es tan concreta -como real y veraz, y no es contradicción- como su huida permanente del ambiente que percibe. Del planismo lírico, sacudido de colores vanidosos y envolventes, al relieve trabajado en el sentimiento de la tierra que vive”.

Su itinerario creativo, añade, se ha caracterizado “por un ansioso, no angustioso, peregrinar en la investigación de la reducción de elementos. De la verdad que se ve a la verdad que se siente desde dentro, desde aquel maravilloso fruto transvanguardista de los ochentas del siglo pasado, errante y existencial, retórico -sin dejar de ser poético- y fructífero, a la fantasía colorista y plana del máximo reduccionismo narrativo -reitero, de dentro a fuera- de los últimos lustros. Economía de lenguaje, no de pensamiento”.

Para Velasco, la obra de Cordero, “cabalgada en la ola de la actualidad que no desprecia la tradición, es un canto coral a la esencia, a la concreción, al estudio que nace en la chispa del amor a la creación apara morir en la confidencia de la precaución”. Con decir síntesis de un pensamiento interior “enriquecido por su poderosa concreción de la observación, de aquellos paisajes que vive y reposa, sobrarían las palabras”, apostilla.

Siguiendo al crítico en el prólogo del catálogo de la exposición sería imposible “repasar, y evaluar, la pintura onubense en los últimos 40 años sin la imponente impronta de Cordero. Artista continuo. Domador a su antojo de las conciencias impertérritas del pasado y las ansiadas del futuro. Las circunstancias vitales del Arte -de la vida, no es contradicción- han hecho de Tomás Cordero un sesudo y ansioso buscador de la creación final (la que no puede o no quiere llegar), un pintor-artista de mano, ungido, por la tradición del oficio, como un pintor de criterio, de ingenio, de fantasía, de observación, de investigación.

La exposición Geometría de la emoción permanecerá abierta hasta el 9 de marzo de 2024, en horario de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 de lunes a viernes y de 10:00 a 14:00 los sábados.

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