La crisis obliga a varias fábricas del Polo a disminuir la producción
Fertiberia, Ercros o Ertisa han tenido que bajar el ritmo de fabricación ante la falta de demanda · En el caso de la factoría de Fertiberia en Palos, sus dos plantas están paradas desde hace más de un mes
La crisis afecta ya de lleno a la producción del Polo Químico. Al alza de precios de las materias primas, especialmente la energía, se ha sumado la repercusión de la contracción de la demanda, de forma más tardía que en otros sectores pero con efectos también sobre las químicas. Con el paso de los días el resultado es que varias factorías del Polo onubense se han visto obligadas a reducir su producción en diferentes porcentajes, a la espera de una recuperación de los mercados una vez esté más avanzado el año.
Distintos representantes industriales lo han venido advirtiendo en las últimas semanas. El ya ex director de la refinería La Rábida de Cepsa, Juan Manuel Díaz Cabrera, aseguraba en noviembre en el Foro25 organizado por este diario que "del conjunto de AIQB, no hay ninguna fábrica que no esté afectada de algún modo en su producción". Hace sólo unos días era el director de Fertiberia Huelva, Roberto Ibáñez, el que destacaba en el mismo foro que "en nuestro caso no se está acudiendo a expedientes de regulación de empleo con producciones limitadas, ocupando a nuestra gente en otras funciones".
Tras estas palabras se esconde una realidad cuantificable en varias fábricas del Polo Químico. Es el caso de Fertiberia, que está produciendo en torno a un 30% del total de su capacidad, con sólo dos líneas en marcha de las cuatro con las que cuenta la factoría. El problema parte de la falta de mercado para sus productos, con una fortísima disminución de las ventas a escala mundial que se combina con el hecho de que las materias primas se adquirieron a un precio elevado. Ante esta situación, la reducción de la producción (dos millones toneladas al año de ácido sulfúrico, ácido fosfórico y fosfatos amónicos) era de esperar, aunque con previsiones de que sea por un espacio de tiempo relativamente corto; mientras tanto, la producción actual se está almacenando. A nivel laboral, con una plantilla de unos 350 trabajadores directos, se ha optado por la realización de labores de mantenimiento o el disfrute de los días de vacaciones pendientes.
En la misma situación están los trabajadores de la otra factoría de Fertiberia, la de Palos de la Frontera, que en este caso ha parado directamente sus dos plantas de producción de amoníaco y urea. En el caso de Palos el elevado coste del gas natural y la fuerte disminución del precio de sus productos motivaron la parada que se inició el pasado mes de diciembre y se prevé finalizar en el mes de febrero. En la actualidad el precio del gas natural ha bajado notablemente, pero el mercado del amoníaco y la urea sigue bajo mínimos, por lo que habrá que esperar aún para ver si se cumplen las previsiones.
Otra fábrica cercana, la de Ercros, también reconoce la afección directa de la crisis, con un descenso de producción que no fue cuantificado por fuentes de la empresa. En el caso de Ercros (productora de cloro-sosa y derivados) tampoco ha habido afecciones laborales motivadas por la coyuntura actual, sino que ya se planteó una reduccion de plantilla en el Plan de Mejora de la Eficiencia puesto en marcha en el año 2007, que según la compañía ha servido para combatir los efectos de la crisis actual.
Otra fábrica que reconocía desde un primer momento los efectos del descenso del consumo sobre su producción era Foret, aunque tampoco los cuantificó. E incluso una de las filiales de Cepsa, Ertisa, ha sufrido los embates de la crisis actual, viéndose obligada a reducir la producción de fenol, un producto utilizado para la industria farmacéutica, textil o alimentaria que también se ha visto afectado por la contracción de la demanda. De hecho, se calcula que la producción actual está entre un 60 y un 70% de la habitual en algunos productos de Ertisa, aunque según fuentes de la factoría tampoco en este caso el empleo se ha visto afectado en una empresa, Cepsa, que está inmersa en una importante ampliación de la refinería.
En el caso de otras fábricas, como Ence, se asegura que el nivel de producción es el mismo pese a la crisis. Igual ocurre en Atlantic Copper, empresa directamente relacionada con los mercados de la construcción y el automóvil que, aunque aún no se ha visto obligada a reducir la producción, sí reconoce una afección en sus márgenes.
Habrá que esperar para conocer las repercusiones finales de la crisis económica sobre la industria química y sus trabajadores. Aunque desde los sindicatos no se esperan por ahora más expedientes de regulación de empleo en la industria, el propio presidente de la Asociación de Industrias Químicas y Básicas, Gerardo Rojas, ya advirtió cuando se presentó el ERE temporal de Tioxide que el caso podría repetirse. Los próximos meses determinarán si finalmente son necesarios más ERE.
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