Huelva

El número de clínicas dentales crece cerca del 140% en sólo 10 años

  • El sector vive, en opinión del Colegio de Dentistas, una auténtica burbuja, inédita en cualquier otro país europeo. Cuatro policlínicas tienen presencia en la provincia con distintas franquicias.

Si hace pocas décadas el paisaje urbano estaba gobernado por las sucursales bancarias, el paso del tiempo ha ido transformando este ámbito tan cotidiano. De la apabullante cantidad de locales ocupados por bancos y cajas de ahorros, se pasó a las tiendas de telefonía móvil. A éstas les han salido unas grandes competidoras: las clínicas dentales.

No es una exageración. Ni mucho menos. Los datos facilitados por la Delegación Territorial de Salud hablan por sí mismos de esta evolución. En la actualidad, la provincia cuenta con 230 clínicas dentales. La cifra hace tan solo 10 años atrás era de 95. Esto significa que, en una década, este tipo de establecimientos sanitarios ha crecido nada menos que en un 138%, No es de extrañar, por lo tanto, que desde el propio colectivo de dentistas se hable de una auténtica burbuja que tarde o temprano tendrá que reventar.

Las estadísticas de la Delegación Territorial de Salud indican que el ritmo de apertura de clínicas es de una media de 15 al año. El pico se registró en 2011 -ya en plena crisis- con 21, seguido de 2010 con 20. El año pasado vivió la apertura de 15 nuevos establecimientos.

Esta evolución ha coincidido con el estallido de algunos escándalos que han afectado a varias policlínicas, algunas de ellas con presencia en la provincia. En la actualidad, hay cuatro policlínicas o cadenas asentadas en la provincia. Algunas de ellas cuentan con varios establecimientos y algunas franquicias. Todo este mundo, según indica el propio colegio, es el que aglutina el 70% de las denuncias o reclamaciones de usuarios.

De acuerdo a lo señalado por Salud, la apertura de una clínica dental está sometida a "una normativa que regula la autorización para el funcionamiento de esta clase de establecimientos sanitarios". Junto a ésta hay "acciones de inspección en función de los servicios específicos que presten: anestesia, cirugía, nuevas técnicas...". Cada una de estas prestaciones debe contar asimismo, con su autorización correspondiente.

La salud de la boca, los problemas que conlleva en la calidad de vida de cualquier persona, carecer de ella y una creciente preocupación estética pueden explicar una mayor demanda de este tipo de servicios pero no la existencia de esa probable burbuja; un fenómeno que, según desde el Colegio de Dentistas de Huelva, es exclusivamente español y que sólo en Italia puede encontrar algunas similitudes. Tanto es así que algunas de las policlínicas españolas intentaron buscar mercado en la vecina Portugal y fracasaron.

Los últimos escándalos han hecho que, al mismo tiempo, se haya disparado el número de reclamaciones de usuarios que perciben que sus derechos como consumidores, han sido lesionados. Desde la Asociación de Consumidores Facua de Huelva se informó de que, en lo que llevamos de año, hay un centenar de reclamaciones a clínicas dentales. Ha pasado a ser uno de los sectores que más demandas produce.

Desde el Colegio de Dentistas se ve con preocupación la situación que atraviesa esta profesión ya que es cuestionada. De ahí que sean los primeros interesados en querer explicar cómo se ha llegado hasta aquí y cuáles pueden ser las soluciones. El colegio subrayó el haber sido pionero, a nivel nacional, en la denuncia de intrusismo.

La provincia cuenta actualmente, con 245 dentistas en activo que están colegiados aunque la colegiación es única para todo el país, al contrario de lo que sucede con los médicos que está provincializada. El presidente del colegio, Víctor Núñez, indicó que "estamos con unas cifras del 30% de desempleo", lo que representa un pilar donde se fundamenta una de las causas de la situación que vive el mundo de la sanidad dental. España cuenta, en la actualidad, con nada menos que 20 facultades de dentistas. Esto ha hecho que tanto el país como buena parte de Europa se haya llenado de profesionales formados aquí.

Las restricciones que en la inmensa mayoría de Europa se establecen para evitar una inflación de profesionales sanitarios, han sido aprovechadas especialmente por las universidad privadas, que han visto en ello una mina recibiendo alumnos de toda Europa. Ese elevado porcentaje de desempleo ha hecho que muchos españoles hayan tenido que cruzar las fronteras, mientras que otros, los que no tienen capacidad para abrir su propia clínica, estén abocados a una condiciones laborales muy por debajo de lo esperado. Carlos Borrás, uno de los promotores del movimiento Salvemos la Odontología, coincide en el diagnóstico: "Solo las facultades de las universidades públicas establecen numerus clausus, pero las privadas no y en Francia se está empezando a cuestionar la preparación que se da aquí". Borrás considera que "la profesión se ha mercantilizado de mano de estas policlínicas que son de las empresas que más invierten en publicidad televisiva". Para los profesionales de la sanidad bucal tiene mucho veneno el cambio de concepto de paciente a cliente. Borrás declara que en esas policlínicas "los comerciales son realmente los que mandan".

La situación es muy distinta a la que se vivía en los años 70 cuando había un déficit de dentistas y se llegó a acuerdos con distintos países de Iberoamérica que también levantó polémicas en aquellos tiempos, sobre la calidad de los títulos convalidados.

Ahora se vive un momento diametralmente opuesto que además, ha sufrido los efectos de la crisis. Según el presidente del colegio onubense, la facturación de las clínicas se ha resentido ya que "años atrás había más tratamientos de carácter estético y ahora, en su mayoría, son casos que vienen de urgencia".

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