De nuevo en casa

DESPUÉS de cinco horas y media de traslado-procesión, la Virgen de la Cinta descansó en su santuario el pasado día 29, tras dieciséis días fuera de su Casa.

De nuevo en casa
De nuevo en casa
José Pabilo

06 de julio 2014 - 01:00

DESPUÉS de cinco horas y media de traslado-procesión, la Virgen de la Cinta descansó en su santuario el pasado día 29, tras dieciséis días fuera de su Casa. Sí, descansó después de tanto ajetreo de una sucesión de actos, más de los que tuvo la celebración que se conmemoraba. Sólo un dato histórico que recogemos de lo aportado estos días en las páginas de Huelva Información: en 1964, cuando se proclamó la bula del Patronazgo principal de la Virgen de la Cinta como Patrona celestial de Huelva, la Virgen Chiquita fue trasladada el día 29 de junio a la catedral, se organizó una procesión de llegada desde el instituto Rábida y retornó el mismo día 30 tras la lectura de la bula.

Unos días ajetreados con pinceladas para recordar, como la visión de la Virgen en su paso de plata a su salida del santuario a plena luz del día, como lo hizo para su coronación canónica. Los momentos íntimos desde La Orden, por Las Colonias y la barriada de La Navidad, las parroquias y las hermanas de la Cruz.

El tiempo en La Concepción, aunque distinto a ese ir y venir cuando es su novena, sí dejó momentos íntimos de las muchas personas que se acercaron a verla. Lo mismo que los que se sorprendieron al tenerla tan cerca en el altarito para el Corpus, a las puertas de la parroquia de la Purísima Concepción.

Los chavales que se ilusionaron adornando con guirnaldas de papelillos las calles del centro de la ciudad, La Merced y el santuario, con mucho ingenio para reciclar el material y trasladarlo de un lado a otro. Ilusión no le faltó a ninguno. El mimo y la originalidad en el exorno floral del paso. Como los sentimientos del pregonero.

Las visitas en ese largo rosario por las calles del centro. Aun cuando se guardará grata memoria de su llegada a todas las iglesias, es justo reconocer que en la Hermandad de la Esperanza se desvivieron y desbordaron todo su amor cintero en petaladas de flor y amor a la Reina de Huelva. Emocionante cuando la recibió la Reina de San Francisco en el interior de su casa. Tanto amor mariano, que no cabía en los corazones que lo presenciaron.

Los campanilleros, que son de la Virgen, lo volvieron a demostrar y cantaron hasta la extenuación. Quedará para la madrugada del 17 de agosto, cuando vuelvan a subir al Conquero, esa salve inacabada al levantarse el paso y empezar a andar ¿?

El barrio de La Merced volvió a tener a la Virgen de la Cinta y le brindó toda la oficialidad y suntuosidad de la Santa Iglesia Catedral pero, sobre todo, su cariño filial. Un triduo solemne con una sentida homilía del obispo José Vilaplana, que puso de nuevo en las manos de todos a la Virgen de la Cinta como Patrona de Huelva.

Tras despedirse de la mirada en bronce de Manuel Siurot, que fuera su hermano mayor, inició la subida por su avenida, pasando junto al busto de Diego Díaz Hierro, el historiador y cronista cintero que mucho tuvo que ver con todo esto de la bula de patrona principal y canónica de Huelva. Lo mismo que Francisco Vázquez Carrasco, hermano mayor en este y en otros muchos acontecimientos de relevancia cintera, que le daba la bienvenida a su casa mirándola frente a frente, en ese busto donde la espera que salga cada año.

Nos quedamos con el aplauso que las Hijas de Santa Teresa de Jornet le dedicaron a la Virgen de la Cinta, cuando la vieron acercarse. No cambian de la emoción y pidieron "un aplauso para la Virgen de la Cinta que nos visita", porque, como dijo el capellán, los residentes, la mayoría no pueden ir hasta su ermita y "es una alegría que la Virgen nos visite".

Resultaron unos días con muchas miradas, porque estar junto a la Virgen es una alegría, al alcance de quienes quisieron acompañarla en sus traslados, a las cinco de la tarde, o acudiendo a visitarla a la Concepción.

Ahora es tiempo de descansar y de analizar lo que se ha hecho y los resultados obtenidos, el efecto de los 150 actos programados. Eso invitará a un análisis sereno a quien corresponda hacerlo. Otra cosa es la ausencia de la Patrona en la misa de acción de gracias de San Juan Pablo II.

Bien está ya la Virgen Chiquita en su casa, donde las visitas no dejaron de ser continuas. Huelva espera la mañana del tercer domingo de agosto y estar junto a Ella en su día, el 8 de septiembre. Hasta entonces, nosotros también nos despedimos, para volver como uno más junto a nuestra Patrona para sus fiestas.

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