Una nueva junta en la Esperanza
A final de curso
La Universidad de Huelva y la Hermandad de Estudiantes clausuraron ayer el séptimo curso cofrade universitario, celebrado con la colaboración de la Facultad de Derecho. Un curso por el que se ofrecían 0,24 créditos, siendo el responsable académico Jesús Bogarín Díaz. A la apertura acudió el presidente del Consejo, Antonio González, y a Ángel Salazar le sirvió para despedirse como hermano mayor de Estudiantes. Un curso que sorprende con la fecha, acostumbrados a la Cuaresma. La verdad que no está nada mal sacarlo de un tiempo donde hay exceso de actividad cofrade. Otra cosa es que el final de curso sea la mejor opción. Lo importante es que se mantenga, que no es nada fácil en estos tiempos.
Veinticuatro horas de oración
Los seminaritas de Huelva han tenido una iniciativa bastante original. Un maratón de 24 horas de oración por las vocaciones. Comenzaron en la tarde del viernes en la Santa Iglesia Catedral y concluyeron ayer en el Seminario. Durante este tiempo estuvieron en oración en diferentes templos de la provincia de Huelva, de esta forma quisieron involucrar a todos. Las cofradías deben estar presentes en estos actos, también nos interesa.
Nuevos vocablos cofrade (II)
Continuamos con esas voces que se quieren introducir a golpe de calzador en el mundo cofrade, al no formar parte de este peculiar lenguaje tradicional y es más hasta habría que ponerlo en duda. Lo de cuerpo litúrgico no tiene sentido ninguno. En las cofradías lo que existe es el cuerpo de acólitos que, además, tampoco sería correcto porque no lo forma ningún acólito. De cualquier manera está aceptado y son los hermanos -en el mejor de los casos- o personal contratado los que aparecen en este lugar del cortejo, con los ciriales e incensarios y navetas, los ceriferarios y turiferarios, que así se llaman, respectivamente. Si les queda alguna duda no les digo que miren la RAE pero sí el Diccionario Cofrade de Juan Carrero (1980). Otra cuestión es el debate si el cuerpo de acólitos puede estar formado por mujeres, cuando es una orden menor. Una cosa son los monaguillos y otra los acólitos, al final les obligarán a ir sin dalmáticas que es vestidura diaconal, como ocurre en los templos.
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