Ntra. Sra. de la Bella Coronada

La muy ilustre, fervorosa, y franciscana hermandad matriz de Nuestra Señora de la Bella volverá a pisar las calles de Huelva después de más de 70 años, y después de su coronación canónica en 1992.

Nuestra Señora de la Bella es una antigua devoción mariana a la que los leperos y miles de foráneos profesan auténtica veneración. Lepe no sería lo que es sin el horizonte común y la identidad que proporciona el sentimiento compartido de veneración a su Patrona.

La primera referencia documental de la que tenemos constancia se remonta al 1396, “et mando a Santa María la Bella, término de Lepe”. Hace alusión a la antigua imagen que daba nombre a un cenobio ubicado cerca de la costa, en el paraje de las Cumbres.

A finales del siglo XV y principio del XVI, los condes de Lepe y marqueses de Ayamonte impulsaron fundaciones religiosas en su señorío. Sería entonces cuando se erigiese un nuevo convento franciscano, en este caso en El Terrón.

Según las creencias tres jóvenes mancebos -en representación de los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael- llegaron por el río Piedras hasta el convento y allí depositaron un cajón con el propósito de recogerlo en un tiempo no muy lejano. Pasaron los años, y ante la insistencia de uno de los monjes, lo abrieron, encontrando dentro una hermosa imagen de la Virgen. Al contemplarla toda la congregación exclamó: ¡Qué bella! ¡Qué hermosa!