La noche en que un OVNI detuvo una película en Huelva
Huelva Paranormal
Más de cuatro décadas después, los testigos recuerdan con asombro cómo una luz deslumbrante paralizó una proyección de verano en Isla Chica, convirtiéndose en mito urbano y en uno de los episodios más misteriosos de la ciudad
El fantasma de la carretera de Zufre en la Sierra de Huelva
Aquella noche de verano parecía una más en el cine de verano, en Huelva. Bajo el cielo abierto, con los asientos repletos y el murmullo de las conversaciones previas a la película, nadie podía imaginar lo que estaba a punto de suceder.
Lo que ocurrió marcaría para siempre a muchas decenas de personas, entre ellos un joven de 17 años que, hoy con 63, aún revive con claridad el instante en que una luz cegadora se detuvo sobre el cine y sembró el pánico entre los asistentes. Esta es su experiencia tal y como él la relata.
Más de cuatro décadas después, ese episodio sigue siendo uno de los avistamientos OVNI más recordados para él en la ciudad. Un suceso en conexión directa con lo desconocido.
El Cine Brioso estaba ubicado en la calle Licinio de la Fuente, en el barrio onubense de Isla Chica. Era uno de esos cines de verano que formaban parte del paisaje cultural de la época con sus sillas metálicas, una gran pantalla blanca y el cielo nocturno sobre las cabezas de los espectadores. Para muchos jóvenes y familias, las noches en el cine eran sinónimo de ocio y de encuentro.
Aquel día, la programación era la habitual: una película popular que reunía a decenas de vecinos en busca de fresco y entretenimiento. Sin embargo, lo que nadie esperaba era que, en mitad de la proyección, la atención del público se desviara radicalmente hacia el cielo.
“De pronto, una luz enorme se situó encima del cine, era redonda”, recuerda Rafael Márquez, que entonces tenía 17 años. “Todo el mundo se quedó en el cine mirando aquello, la película se paró, encendieron las luces y la gente gritaba”.
Los testimonios coinciden en señalar que la aparición fue repentina y desconcertante. Una luz de gran tamaño, perfectamente redonda, se colocó justo sobre el recinto. No parecía un avión ni un fenómeno meteorológico convencional. La reacción fue inmediata con mucho desconcierto, miedo y carreras hacia la salida.
Algunos vecinos han contado que la luz permaneció inmóvil durante varios segundos, iluminando el recinto como si fuera de día. Otros, en cambio, aseguran que la visión fue breve, apenas un destello que provocó más dudas que certezas.
Lo que resulta incuestionable es que el acontecimiento interrumpió la sesión de cine y que decenas de personas compartieron el mismo asombro.
Curiosamente, no todos los presentes dieron importancia al suceso en el momento. El testigo principal, Rafael Márquez, confiesa que, por su juventud, no prestó demasiada atención a lo ocurrido hasta décadas más tarde: “Por mi edad no me interesó lo que pasó hasta que años después escuché hablar del Cine Brioso en una reunión. Alguien contaba lo del OVNI y me quedé asombrado. Había otra persona que decía que estuvo allí igual que yo”.
Ese reencuentro con el recuerdo refleja un fenómeno común en muchos avistamientos donde hay experiencias compartidas que, con el tiempo, resurgen en conversaciones, transformándose en relatos colectivos que se transmiten de generación en generación.
El contexto: los años del auge OVNI en España
La España de finales de los años 70 y principios de los 80 vivió un auténtico auge de avistamientos OVNI. Desde Galicia hasta Andalucía, pasando por los célebres casos en casi todas las provincias -como el caso Adrián Sánchez o Miguel Fernández Carrasco, ambos en Sevilla-, fueron frecuentes las noticias de objetos luminosos en el cielo que escapaban a toda explicación convencional.
En Huelva, varias crónicas periodísticas de la época mencionaban luces extrañas vistas en la costa o en áreas rurales. El caso del cine se enmarca en esa oleada, pero con una particularidad: ocurrió en plena ciudad y con decenas de testigos directos.
Las explicaciones posibles son variadas. Algunos ufólogos apuntan a fenómenos astronómicos, como meteoros o reentradas de satélites, que en ocasiones producen destellos espectaculares.
Otros consideran que podría tratarse de un helicóptero o un avión en maniobra, aunque el hecho de que la luz permaneciera estática sobre el cine genera muchas dudas.
Para los creyentes en el fenómeno OVNI, el caso del cine representa un ejemplo clásico: un objeto luminoso no identificado, observado por múltiples personas en un contexto conocido.
La ausencia de registros oficiales o investigaciones posteriores ha alimentado el misterio, dejando la explicación abierta.
El Cine Brioso, como tantos otros cines de verano, acabó cerrando sus puertas. Hoy solo permanece en la memoria de los onubenses como parte de la historia cultural del barrio de Isla Chica. Sin embargo, su nombre sigue apareciendo en conversaciones y recuerdos vinculados a aquella noche en la que una luz inexplicable detuvo una película.
Los testigos, ahora adultos mayores, conservan la vivencia como un capítulo singular de su juventud. Algunos lo cuentan con nostalgia, otros con la misma emoción de aquella noche, y unos pocos aún buscan una explicación.
El episodio del cine de verano se ha convertido en una especie de mito urbano dentro de Huelva. No aparece en los grandes catálogos internacionales de ufología, pero sí en la memoria de muchas personas. Es, al mismo tiempo, un suceso con elementos verificables —como la existencia del cine y la coincidencia de testimonios— y un relato envuelto en lo inexplicable.
Para algunos, se trata de un caso menor dentro de la ufología. Para otros, es la prueba de que los fenómenos inexplicables también se manifestaron en lugares cotidianos, sorprendiendo a personas comunes que jamás esperaban ser protagonistas de una historia de este tipo.
Los investigadores recuerdan que los testimonios orales, aunque subjetivos, son fundamentales para reconstruir este tipo de sucesos. La memoria, compartida en reuniones, tertulias y charlas, mantiene vivos los episodios y los transmite a nuevas generaciones.
En el caso de este avistamiento, los recuerdos coinciden en lo esencial: una luz deslumbrante, un cine lleno de gente, una interrupción abrupta de la película y un pánico generalizado.
Más allá de la explicación científica o del debate sobre los OVNIs, lo ocurrido esa noche es un reflejo del poder de lo inesperado y de cómo un instante puede quedar grabado para siempre en la vida de una persona.
Han pasado más de 40 años, pero aquel verano en el cine de Huelva sigue despertando curiosidad. Quizá nunca se sepa qué fue exactamente aquella luz que se “paró” sobre el cine, pero los testigos continúan recordándolo como uno de los momentos más extraordinarios de su juventud.
Y es que, a veces, no importa tanto la explicación como el hecho de haber compartido una experiencia que rompe con la rutina, que entronca con lo inexplicado y que deja preguntas abiertas que, de momento, no tienen respuestas.
*Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en escribirnos y contárnosla a contacto@josemanuelgarciabautista.net
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