Una noche diferente de historia colombina

525 años después del Descubrimiento de América, un moderno Cristóbal Colón vuelve a La Rábida, concretamente al Muelle de las Carabelas, a escasos kilómetros de Palos de la Frontera, donde saliera junto a decenas de marineros el 3 de agosto de 1492. Entre ellos, un fiestero Martín Alonso Pinzón también aparece en escena para la iniciativa Las estrellas de Colón. Una noche diferente, una recreación teatral nocturna que es ya un clásico de las actividades veraniegas de la provincia de Huelva.

Son los actores de la empresa Platalea quienes encarnan a algunos de los protagonistas de la gesta colombina, en un itinerario teatralizado que comienza en la plaza medieval del Muelle de las Carabelas. El almirante Cristóbal Colón y el navegante palermo Martín Alonso Pinzón son los guías de esta visita nocturna a un lugar que, precisamente, evoca cómo era el ambiente marinero del Palos de la Frontera de hace más de 500 años.

En la plaza del barrio medieval, estos históricos y curiosos personajes reciben al público, esta vez más de un centenar de personas, destacando una amplia asistencia de menores. A la vez que cuentan la historia de cómo se fraguó el viaje y el posterior hallazgo de un nuevo continente, los protagonistas interactúan con el público e invitan a algunos de los asistentes a formar parte de esta recreación, interpretando por un breve momento a personajes como fray Juan Pérez.

Sin duda, uno de los momentos más agudos de esta visita teatralizada fue la llegada de la reina Isabel I de Castilla, denominada popularmente como La Católica. Juntos, los actores que encarnan a estos personajes históricos participaron en la Fiesta del 525 aniversario del descubrimiento de América y, a continuación, invitaron a los asistentes a acudir a la nao Santa María.

En la cubierta de la mayor de las tres embarcaciones que participaron en el primer viaje de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo, propiedad del cartógrafo Juan de la Cosa, los peculiares protagonistas de la gesta colombina explican a los participantes algunas nociones básicas de orientación y navegación, a partir de las estrellas, que usaron los marineros colombinos en la larga y dificultosa travesía de 1492.

La estrella polar y otras con curiosos nombres como Altair, Arturo o Pólux, además de algunos planetas, pudieron verse desde este privilegiado enclave, con las luces completamente apagadas para la ocasión. Finalmente, los guías de la visita nocturna narraron la llegada al continente americano y la desigual suerte que tuvieron los participantes del primer viaje al Nuevo Mundo.

La visita nocturna al Muelle de las Carabelas, programada por la Diputación de Huelva, con el patrocinio de Cepsa, es un rotundo éxito en las actividades estivales de La Rábida, al haber tenido una gran aceptación durante las jornadas que se ha llevado a cabo esta representación, al igual que ocurrió en años anteriores.

De esta forma, adultos y menores llegan a vivir y participar por un espacio de dos horas en la original recreación, apoyada en las fuentes reales, de un hecho absolutamente decisivo que cambió la historia del mundo.