"Te necesito en mi vida"Método Mentoris
La asociación Ariadna trabaja contra la violencia de hijos a padres para devolver a los jóvenes una vida con un proyecto de futuro La clave es la conexión emocional de toda la familia
Para muchos, la última oportunidad, para algunos, una tabla de salvación a la desesperada, pero para todos el camino para recuperar sus vidas. La violencia de hijos a padres destruye a la familia y, en muchas ocasiones, se convierte en un mal endémico que entierra el futuro de todos los que la sufren. Cosette Franco y Antonio Chamorro, de la Asociación Ariadna, son la conexión con la vida para muchas familias que han perdido el norte. La conexión emocional en el seno del núcleo familiar y la construcción de un nuevo proyecto de vida para jóvenes que se han convertido en el azote de sus propios progenitores, son las claves del Método Mentoris, un proyecto pedagógico de intervención familiar para luchar contra la violencia filio parental.
"Te necesito en mi vida", "mamá, no te conozco" o "soy un hijo de mierda porque tengo unos padres de mierda". Son algunas de las frases de los jóvenes usuarios de esta asociación tras años de tiranía en el seno del hogar en contra de sus propios padres. Son palabras de auxilio, comenta Cosette, al recordar con preocupación algunas de las notas de los cuadernos de campo con los que los pedagogos controlan el proceso de trabajo con las familias. "Cuando nos piden ayuda, estudiamos la situación y nos implicamos al 100%. Nos metemos en la vida de los jóvenes y vivimos con ellos, en su espacio, con su gente e intentamos cambiar todo lo que es tóxico". Cosette comenta el caso del programa de televisión Hermano mayor. "Pedro García Aguado fue alumno de nuestro máster de intervención familiar y aplicó nuestro método en el programa. La verdad es que nosotros lo criticamos mucho por eso porque, claro, en la televisión hay que dar espectáculo. Metía mucho el dedo en la llaga y nuestro método no es así. Nosotros construimos con los jóvenes nuevos proyectos para sus vidas, les involucramos en actividades y entornos que sean beneficiosos para ellos y usamos mucho el deporte como camino de salvación. El método de Hermano mayor es nuestro método. Pero nosotros no buscamos espectáculo, tan sólo queremos la reconstrucción de las vidas de la familia".
Todo comenzó hace un par de años con la intervención de la asociación Ariadna con el Método Mentoris en el barrio sevillano conocido como las Tres Mil Viviendas. El trabajo con las familias era intenso y de tanto éxito que el proyecto de estos pedagogos empezó a ser comentado fuera de su zona de trabajo y comenzaron a ponerse en contacto con ellos familias de otras zonas de la ciudad, estructuradas y con vidas comunes pero con hijos que machacan a sus padres hasta el punto de pedir ayuda a la desesperada. "Empezaron a pedirnos ayuda familias que se habían enterado de nuestro trabajo en el Polígono Sur. Así comenzamos a poner en práctica el Método Mentoris fuera de las Tres Mil Viviendas con familias de toda clase y condición. La verdad es que no hemos necesitado promoción para llegar a ellas. No tenemos ni página web porque el éxito del programa y el boca a boca han sido nuestra mejor campaña".
En el análisis de su propio trabajo, Cosette destaca que "las verdaderas protagonistas son las familias. Nosotros somos simples mediadores. Los padres y los hijos son los que tienen que hacer el trabajo duro y todo el éxito es suyo". Cuenta que la acción de intervención pedagógica comienza con la fase intensiva, que se extiende entre tres y cinco meses "dependiendo de cómo evolucione la situación. En el proceso es muy importante la implicación de los padres. Sin su compromiso, nuestro trabajo no es posible". A partir de los primeros contactos se concertan reuniones semanales con los menores "de lunes a domingo. Estamos completamente disponibles para ellos. Se acuerda un calendario de acción con la familia y se empieza a trabajar". Subraya que "el 100% de las familias con las que hemos trabajo recomiendan el método que funciona gracias a la implicación de los padres. Sin ellos no sería posible".
Con poco menos de un año de acción en la provincia, cuatro familias ya se han beneficiado del trabajo de la asociación Ariadna cuyo método de trabajo ha conseguido, también, el aval de la oficina del Defensor del Menor de Andalucía a través de la firma de un convenio de colaboración.
Casi 30 familias entre las provincias de Huelva y Sevilla han recuperado a sus hijos y, con ellos, sus vidas aunque siguen trabajando para construir un futuro juntos.
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