El descenso de la natalidad ralentiza el crecimiento poblacional en Huelva

La población de Huelva crecerá un poco más en los próximos años, pero a un ritmo mucho menor que hasta ahora. La ralentización es muy evidente en las previsiones realizadas y encuentra su base en un descenso parejo de la natalidad que parece abocado a provocar un crecimiento vegetativo cero. Sólo las características de la provincia onubense, como receptora tradicional de emigrantes extranjeros, evita que se invierta la tendencia poblacional.

Las proyecciones de población a corto plazo (2012-2022), publicadas hace unos días por el Instituto Nacional de Estadística (INE), son reveladoras. Estiman el aumento en la provincia hasta 2022 en 7.872 habitantes, a un ritmo de 1,54%, muy lejos de la subida del 10,22% registrado en los últimos diez años, en los que el aumento poblacional fue de 47.303 personas. Los mismos datos, como promedio anual, aclaran cualquier tipo de dudas. En la última década, Huelva creció cada año en 4.730 habitantes, mientras la próxima lo hará sólo en 787 anuales. Una diferencia de casi 4.000 habitantes.

El aumento de 7.872 residentes en Huelva hasta 2022 resulta de un crecimiento vegetativo cifrado en 9.013 personas en este periodo, con una migración exterior positiva de 3.873 y una migración nacional negativa, de 5.014.

La pérdida de población hacia el resto de España es evidente en la provincia onubense. De hecho, hace años que el saldo migratorio interior es negativo y alcanzó su máximo reciente el pasado 2011, con 1.210 habitantes menos. Los números se volvieron a suavizar este año, con una estimación negativa de 447, y durante la década se espera que se mantenga la tendencia en aumento desde este año. Así en 2021, según el INE, se registrarán 5.478 llegadas de otras provincias, por 6.012 salidas, lo que dejaría un saldo de -533, un 19,24% superior al de este 2012. Siguiendo la inmigración y la emigración locales se observa cómo pesa más una caída entre las personas llegadas de otros puntos del país en ese periodo.

Es una de las explicaciones de la ralentización del crecimiento poblacional onubense. Pero no la principal. Más contundentes son los números relativos al crecimiento vegetativo, al resultado de nacimientos y defunciones entre los residentes ya existentes en la provincia. Este saldo es positivo y así se mantendrá en los próximos años, aunque lo hará en unos márgenes cada vez más estrechos debido a un fuerte descenso de la natalidad.

En 2021 se espera que se produzcan 917 nacimientos menos que en este 2012. Una bajada del 16% que se producirá de forma progresiva cada año y que afectará decisivamente al resultado del crecimiento vegetativo, ya que las defunciones apenas variarán en este periodo (un 2,33% más, en un incremento también paulatino).

El saldo, de esta forma, sufrirá sucesivos bocados, más visibles en distintos tramos para esta década. Para este año se espera sea de 1.399 nacimientos más, aunque en 2015 bajará hasta los 1.093. Y en sólo tres años más, en 2018, se reducirá hasta 719, para quedar en otros tres en sólo 380, estimados para la fecha de referencia, 2021.

Este descenso de la natalidad casi alarmante contrasta con el comportamiento en otras provincias andaluzas, donde pesan más los movimientos migratorios.

En el caso de Huelva, bien se puede vincular este desarrollo a su situación económica y los efectos de la crisis; una de las razones por las que quizá las parejas se frenan a la hora de planificar descendencia, y también por la que se mantiene la salida de población hacia otras provincias españolas.

Uno de los pilares que contribuyen a que las curvas no sean más acentuadas es la naturaleza receptora de la provincia para los extranjeros, que frena incluso cualquier huida de onubenses. El saldo exterior hasta 2022 será de 3.873 personas, número que cobra más valor en comparación con el resto de provincias del país. Sólo Zaragoza (8.305), Málaga (18.864), Santa Cruz de Tenerife (21.204) y Las Palmas (21.749) tendrán saldos positivos mayores que Huelva.