El narcotraficante detenido por la Policía en Almonte es el onubense Anselmo Sevillano, un histórico rey del tráfico de hachís
El narcotraficante permanecía huido desde hacía dos años después de no regresar al centro penitenciario tras un permiso concedido
Fue sorprendido en un taller de Almonte mientras reparaba una vehículo y portaba muchos billetes
El narcotraficante que ha detenido la Policía Nacional en Almonte es Anselmo Sevillano Amaya, el histórico traficante de hachís onubense que hace años era "objetivo de alto valor" policial, pero tras su paso por prisión y varios "trabajos" frustrados estaba en horas bajas tratando de volver a labrarse su reputación.
Actualmente estaba en busca y captura después de un quebrantamiento de condena, ya que se encontraba en prisión por otros delitos y tener diversas requisitorias de otros juzgados españoles.
El narcotraficante fue detenido en Almonte donde se encontraba escondido y donde los agentes le sorprendieron mientras estaba en un taller mecánico reparando un vehículo, informó este miércoles la Policía Nacional en un comunicado.
Ante la sospecha de que pudiera emprender su huida a gran velocidad, los efectivos de la Policía Nacional llevaron a cabo una entrada coordinada que culminó con su detención en el taller. En el momento del arresto portaba una importante cantidad de dinero en billetes de diverso valor.
Fuentes policiales de la lucha contra el narcotráfico reconocen a EFE que Sevillano Amaya fue a primeros de los 2000, y durante años, uno de los mayores narcos del hachís en Europa. De hecho, él era el hombre que estaba detrás del estupefaciente que durante estos años se introducía en España y se fumaba en toda Europa.
Logró amasar no solo una fortuna sino ser considerado como uno de los mejores en lo suyo al estar al frente de una de las mayores redes de introducción de droga en lanchas neumáticas a través de puertos de distintas localidades de Málaga y Huelva.
Pero su suerte cambió en noviembre de 2011 cuando con 33 años fue arrestado por la Policía Nacional en su chalet de lujo de Estepona (Málaga), en una operación en la que fueron detenidos una docena de miembros de su organización.
La Justicia le impuso entonces 14 años de prisión, a los que habría que sumar otras condenas, si bien desde 2023 se encontraba en busca y captura tras no haber regresado al centro penitenciario en el que cumplía condena después de disfrutar de un permiso.
Las fuentes consultadas han revelado a EFE que había vuelto a emprender sus negocios con cargamentos más pequeños porque en el mundo del narco la reputación cuesta "mucho ganarla y poco perderla".
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