Huelva

El muro de San Pedro, una restauración pendiente

  • lEl Ayuntamiento gira esta semana una visita para conocer su estado

  • A partir de 1859 el Consistorio desmonta el cabezo y es el pueblo el que paga la pantalla protectora

Va camino de dos años los actos vandálicos que acabaron arrancando unas barandillas de las escaleras del muro. La urgencia por la seguridad llevó a la colocación de vallas de la Policía Local, que después de meses fueron retiradas. La responsabilidad municipal en este muro se vuelve a poner encima de la mesa. Parece que ahora hay un nuevo interés y esta semana se giró visita desde el Consistorio para ver el estado en el que se encuentra. Se espera que la respuesta sea su pronta reparación, como se dijo desde un principio, asumida por el Ayuntamiento.

A estas alturas nadie puede poner en duda la responsabilidad municipal sobre la restauración del muro de la calle Daoiz. Habría que empezar a denominarlo así, pues parece que muro e iglesia son una misma cosa, cuando no es así. El muro lo que hace es apantallar el cabezo como en otros lugares de la ciudad para la protección de calles, edificaciones y espacios públicos. Aquí apantalla todo el cabezo, no solo a la iglesia de San Pedro.

El muro en la calle Daoiz protege no solo la iglesia, sino todo el cabezoSe cumplen dos años desde que unos actos vandálicos arrancaron una de las barandillas

El muro no conforma originariamente la iglesia de San Pedro aunque ahora se pueda ver así. No lo es porque es fruto del desmonte del cabezo de Molino de Viento que se alza delante de la puerta del lado sur de la parroquia, a la que se accede hoy desde las escalinatas y llegaba hasta la calle Puerto. Un desmonte que se realiza en la segunda mitad del XIX y cuyos problemas se sucedieron hasta final de ese siglo. Las tareas para eliminar el cabezo se efectúan por el Ayuntamiento, abanderado en el deseo de comunicar la plaza de San Pedro, y con ella el populoso barrio de San Sebastián, con la Merced y Vega Larga, abriéndose hasta la calle La Palma. Este fin social tenía el desmonte, sin olvidar que las tierras del mismo servirían para segar las marismas que habían de dar sitio al ferrocarril de Huelva a Sevilla y Zafra a Huelva, así como para la zona portuaria.

Una primera referencia al desmonte de esta zona se encuentra en la sesión municipal de 7 de enero de 1859. En ella el Ayuntamiento acuerda que la tierra destinada "a la carretera que ha de unir el muelle de esta capital con lo que termina en el fielato del berdigón", se extraiga "del sitio llamado la Cruz de la Cuesta con objeto de regularizar aquella y si es posible formar una calle o tránsito cómodo y suave entre la iglesia de San Pedro y la calle de La Palma". Las obras del desmonte del cabezo del Molino de Viento propiamente dichas se sitúan en 1868; ya entonces la parroquia consigue paralizar las obras por el peligro que suponía para la integridad del templo; pero nada lo para y el Ayuntamiento el 16 de mayo de 1872 acuerda la venta pública en subasta del "material extraído del desmonte que se está ejecutando en la Cuesta de San Pedro". Se insiste entonces en la seguridad para el edificio, pues le servía de abrigo y sostén. En la sesión municipal de 24 de febrero de 1876 se deja constancia de que "el Ayuntamiento considera que son de urgente reparación las obras exteriores para conservar la iglesia parroquial del Señor San Pedro".

A finales de 1882 el cabezo ha desaparecido por completo, pero continúa sacando tierra para los muelles. El 2 de diciembre de ese año el Ayuntamiento, a través de la Comisión de Ornato y el informe del arquitecto municipal, asumen la responsabilidad de la construcción del muro. Pasan los años y el Ayuntamiento no asume su responsabilidad frente al deterioro de esta ladera del cabezo por las lluvias y la amenaza a la iglesia. Así las cosas se tiene que crear en 1888 una comisión de ciudadanos para construir a través de aportaciones económicas de los onubenses ante la falta de responsabilidad del Ayuntamiento, aunque era un problema que él mismo había generado con el desmonte del cabezo. El 17 de septiembre de 1888 se inician las obras.

Este largo camino se encontrará con otras largas complicaciones, las fuertes precipitaciones de octubre de 1993 plantean la necesidad de una actuación de mantenimiento que asume el propio Ayuntamiento, después de comprobarse que no estaba en ruina; trabajos de mejoras en el muro que se realizan entre 1994 y 1995. El muro está hoy dentro de la catalogación de elementos de interés del casco histórico. La reparación estética del muro ha sido una constante en el movimiento vecinal de la zona. El estado del mismo se agrava en febrero de 2016 cuando los efectos de la movida juvenil acaban arrancando una de las barandillas de sus escalerillas. De nuevo se pone de manifiesto la responsabilidad histórica que tiene el Ayuntamiento sobre el muro. Es tiempo ya de repararlo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios