Huelva

La mujer carnavalera, una voz que despierta

  • Las agrupaciones femeninas buscan, cada vez más, reivindicar su lugar dentro de la fiesta

  • Ana Belén Rodríguez es un ejemplo: componente, choquera, pregonera y vocal en la FOPAC

Comparsa 'El último dios'

Comparsa 'El último dios' / Alberto Domínguez

Pasado, presente y futuro. Un ayer al que la nostalgia engulle ensalzado la manida frase “cualquier pasado fue mejor”, olvidando al que está y engrandeciendo al que se fue. Un presente huérfano de coplas que se va solventando con discos, y casetes para los más añejos, de carnavales pasados y letras que quedaron, o intentaron quedar, para la historia. Después, el futuro. Un futuro con forma de sombra y una misma cantinela “el carnaval de Huelva se muere”, que se ciñe sobre todo al que intenta prosperar en el terreno hostil de las tablas y sus bambalinas.

Un cuento de carnaval donde el señor Scrooge, al que cada quien le pondrá la cara que más le convenga, es visitado cuando el calor de agosto empieza a languidecer a favor de un nuevo septiembre. La hora de volver a los locales de ensayo se acerca y los fantasmas de los carnavales pasados, presentes y futuros, acechan expectantes y espectrales a que algún incauto músico, letrista o aficionado decida escuchar sus cantos de sirenas para transformarlos en una nueva agrupación.

Con estos fantasmas, la forma de la mujer toma posición a su lado buscando reivindicar su lugar. Su papel en el carnaval de Huelva, al igual que en la sociedad, ha sido fluctuante, aunque fructífero, pero siempre un paso atrás.

Aún cuando el carnaval echaba a andar, las peñas tenían chirigotas femeninas, peñas como El Choco Contaminao, La Colombina o Las Matildes dieron su lugar a la mujer carnavalera. Pero poco a poco, los grupos comenzaron a menguar abriéndose un tiempo donde su papel estaba en un segundo plano y su protagonismo se reducía al palco, en la figura de choquera de la fiesta. Estos últimos años la tendencia cambió. Los grupos femeninos comenzaron a hacerse oír. El último carnaval, el de 2020, estuvo marcado por la mujer, devolviéndole un poco de lo mucho que las mujeres carnavaleras le habían dado durante años. María Ángeles Domínguez fue insignia de oro y Ana Belén Rodríguez pregonó la fiesta recorriendo todos los papeles que las mujeres han tenido en años de Carnaval Colombino.

Rodríguez es un ejemplo de como el rol de la mujer ha evolucionado. Componente de agrupaciones, tanto infantiles como adultas, dama infantil y choquera mayor, pregonera y parte de la Fopac (Federación onubense de peñas y asociaciones de carnaval) actual.

Pregón del Carnaval Colombino 2020 Pregón del Carnaval Colombino 2020

Pregón del Carnaval Colombino 2020 / Josué Correa

En los inicios, la mujer se metió de lleno porque para empezar algo hay que estar todos a una, pero poco a poco, según su visión es que “la mujer empieza a relegarse a un papel secundario. Pero están volviendo a resurgir los grupos de mujeres”. Los grupos femeninos en el carnaval de Huelva están en uno de sus mejores momentos actualmente. En los últimos años uno de ellos alcanzó el pódium logrando en 2019 el segundo puesto con El último dios y el tercer puesto en 2018 con La canción perdida. En estas comparsas la pregonera era una de sus voces. Pero hasta ese momento desde el año 2009 con la comparsa Moulin Rouge, ningún grupo integrado por mujeres había logrado alcanzar la final, y antes de eso hay que remontarse al siglo pasado, cuando aún existía el concurso local.

Pero, ¿por qué? Para la última pregonera es una cuestión tanto interna, dentro de los grupos, como externa, por parte de la afición. “Por nosotras mismas, ya que cuando llevas muchos años sin presentar algo de calidad la afición deja de escucharte, pero sí es cierto que cuando ofreces calidad tampoco te escuchan”, además continúa por la cultura musical del aficionado. “En el carnaval mucha gente esta acostumbrada a escuchar a grupos de hombres. Las mujeres están hartas de escuchar que cuándo van a sacar una comparsa de verdad”.

El trabajo dentro de los grupos femeninos se invisibiliza tachándolo, tal y como explica la componente, de “no ser una comparsa de verdad”, aunque el montaje de voces y afinación muchas veces sea una odisea contra la estridencia, “el trabajo está muy infravalorado. En nosotras es mucho más difícil no sonar estridente y trabajamos buscando la profundidad. Es muy diferente trabajar con un grupo femenino que con uno masculino”, matiza.

Los grupos femeninos no sólo dependen de que ellas tengan ganas de salir si no también de que un director, masculino, apueste por el grupo. Ya no solo en el montaje, también el autor, músico o el bombo y la caja. Las autoras y directoras se encuentran en horas bajas. Ahora mismo no hay ninguna mujer en esa línea de trabajo, a pesar de que antes sí que era mucho más común.

El futuro de las agrupaciones femeninas tiene una buena base que se trabaja en las canteras. En los grupos infantiles y juveniles las niñas están en primera línea, mano a mano en número con sus compañeros. Y si además cuentan con el ejemplo de las agrupaciones actuales, es posible que en no muchos años veamos murgas o cuartetos, ya no solo comparsas, 100% femeninas.

Aunque las agrupaciones sean el hábitat natural de los carnavaleros, el papel de choquera ha sido el hábitat natural de la mujer carnavalera. Dicho rol ha cambiado mucho durante los 37 años de Carnaval Colombino, empezó siendo el único sitio de protagonismo de la mujer en la fiesta. Cuando se creó se llevaban mucho los concursos de belleza. “Al principio era mucho más representativo, ahora las choqueras de estos últimos años han ido perdiendo protagonismo, llegando hasta un punto casi de mujer florero”, apostilla Ana Belén Rodríguez. Ella también ha pasado por este encasillamiento. “Pensaba en el momento en el que fui choquera que era lo mejor que podía hacer la mujer dentro de la fiesta, pero ese era el problema”, ahora después de 30 años y con la visión que le da haber sido tantas cosas más allá de choquera ve como han cambiado las cosas y como el ser reina “no es lo mejor que puede hacer la mujer en el carnaval. Es un punto más y es una representación que hay que saber hacer”.

Mónica Portela choquera 2020 Mónica Portela choquera 2020

Mónica Portela choquera 2020 / Alberto Domínguez

Pero el futuro de este rango honorífico se debate entre la revolución y la desaparición. De cara al Carnaval Colombino 2022 el certamen se abre a todos. Ya no solo las mujeres podrán representar el carnaval onubense, dando la opción a que se presente todo el que lo desee dándole un giro a la forma tradicional de ver este lugar. Para la exchoquera. “Hay que cambiar la forma de verlo. No es más que una representación, alguien que represente el carnaval. Y si se quiere hacer hágase bien y no a medias”.

Donde todavía hay escasa presencia femenina, aunque siempre ha estado presente, es en las instituciones. Ser vocal de la Fopac ha sido la última aventura en la que se ha embarcado Ana Belén Rodríguez. “No hay mejor manera de luchar por tus convicciones que desde dentro. Hay muchas cosas que me gustaría cambiar del Carnaval Colombino”. Además anima a todos los carnavaleros, tanto hombres como mujeres, a vivir la experiencia de formar parte de la Federación. “Es muy fácil criticar y después no hacer nada”. Actualmente, dentro de la Fopac, junto a Ana Belén Rodríguez, están Manuela Moreno como tesorera y María Blanca Ramos, también como vocal.

Mari González, única presidenta de la Fopac Mari González, única presidenta de la Fopac

Mari González, única presidenta de la Fopac / H.I.

Más allá de todo lo que ha aportado la mujer en el carnaval colombino, siempre hay un espacio que se olvida y que no tiene la importancia que merece. “Cuando alguien sale en un grupo, o pertenece a la Fopac, dentro de la familia siempre hay otra persona que se queda por detrás a cargo de los hijos, si se tienen, de la casa o la familia. Históricamente han sido las mujeres. Sin mi madre, mi padre no podría haber hecho nada de lo que hizo en la fiesta”, explicó Ana Belén, quien en su pregón de 2020 dedicó unas palabras a esta labor callada en el teatro.

El futuro del carnaval en Huelva estará lleno de grupos de mujeres, presidentas, pregoneras e insignias, si se apoya, si no se mira por encima del hombro el trabajo femenino, por que la cuestión no es victimizar, sino pelear en las mismas condiciones.

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