El caso de la muerte de la niña recién nacida irá por proceso administrativo
El matrimonio de La Palma del Condado está convencido de que hubo una deficiente asistencia en el Infanta Elena
Fue una más que amarga experiencia la que vivió Sandra Lagares en octubre de 2010. A las escasas horas de que su hija naciera, en el Hospital Infanta Elena, la criatura fallecía. Según indicó el abogado de Sandra Lagares y su marido Manuel Pérez, la Audiencia Provincial ha archivado el caso por no encontrarse indicios penales en la actuación del profesional sanitario. Sin embargo, el matrimonio de La Palma del Condado está convencido de que hubo una deficiente atención de modo que, en su intención, no está archivar el caso sino reconducirlo desde la vía penal al proceso administrativo.
El letrado explicó que el procedimiento penal se inición en el juzgado número 1. En un principio, la fiscal no encontró indicios penales en el tema pero sí la juez.En fase de instrucción, dicho juzgado vio indicios de responsabilidad penal y lo pasó a procedimiento abreviado. Fue el momento cuando la parte demandada lo recurrió, manifestándose la Audiencia a favor de archivar el caso por no encontrar esos indicios, lo que sucedió el 27 de marzo.
Esta última decisión es irrecurrible por lo que a la pareja palmerina le queda, como opción, reconducir el asunto por la vía administrativa. Esto significa que se retomará la reclamación que, en su momento, su puso al SAS y se verá si es posible llegar a un acuerdo con la Junta. Si no es así, el camino a seguir es el contencioso.
Sandra Lagares recuerda que todo el archivo del caso ha llegado cerca de 3 años y medio después del fallecimiento de la niña. El abogado explicó que una de las causas principales del retraso, es la obtención del historial médico, requisito indispensable para que el forense haga su informe. El letrado esgrime que la decisión de la pareja, de seguir con el proceso, se basa en el hecho de que "puede que no haya responsabilidad penal en la actuación de los profesionales, pero sí administrativa que puede apuntar a una actuación deficiente ya que el matrimonio está convencido de que la niña murió de frío". La indemnización, en estos casos, se rige por la de los accidentes de tráfico.
Los hechos tuvieron lugar el 19 de octubre de 2010. La hija de Sandra nació con falta de peso y fue valorada con un 9 al nacer en el test de Apgar -que mide la salud de los bebés, con un baremo máximo de 10-. Esa escasez de peso fue la causa por la que la doctora decidió bajar a la cría a la incubadora. A las 20:50, "una enfermera me entregó a mi hija para darle el pecho". "Notando que mi hija no mamaba, le pregunté y me dijo que no me preocupara, que lo siguiera intentando. Igualmente noté que estaba muy fría, casi helada, por lo que me dirigí de nuevo a la enfermera para decírselo sin recibir atención o respuesta", indicó Sandra en la reclamación que puso en el Infanta.
Lagares añade que como su hija seguía sin tomar el pecho, "otra enfermera me trajo un biberón, marchándose a continuación y volviendo yo a preguntar a su compañera si era normal que la niña estuviera tan fría, sin que me contestara nada".
Llevaba la niña hora y media fuera de la incubadora, cuando "volvió otra enfermera diciendo alarmada a su compañera, que qué hacía esa niña fuera de la incubadora". "Seguidamente -prosigue el escrito entregado por Sandra- volvió a preguntar a su compañera porqué no había metido ya a la niña en calor".
A las 23:00 "nos llamó la pediatra y nos informó de que nuestra hija estaba grave". Tal era la situación que decidieron enviarla a la UCI del Juan Ramón Jiménez. La niña murió en el trayecto.
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