Temen que si la Consejería de Educación sigue con sus planes, se van a ver en la calle en menos de tres años. Desafiando las inclemencias meteorológicas, un buen número de monitores escolares se dio cita en la tarde del miércoles ante la Delegación Territorial de Educación.Se trata de un colectivo de 140 trabajadores –1.400 en toda Andalucía– que realizan su actividad en 104 centros docentes de la provincia. Piden a la Junta de Andalucía que sean subrogados y para ello invocan la Ley de Contratación de Personal Laboral que así lo hace posible.

Se trata de un grupo de trabajadores muy castigados laboralmente según señalaron tanto la presidenta del comité de empresa de la Fundación SAMU, María José López, como la delegada de CCOO en Al-Alba, María Benjumea. Realizan sin embargo, una encomiable labor con aquellos alumnos con necesidades educativas especiales (NEE). López indicó que “en muchas ocasiones nuestra labor tiene que ser individualizada, ya que muchos de ellos presentan problemas de autonomía por lo que hay que ayudarlos en tareas como su alimentación o su movilidad dentro del centro educativo”. Esa atención de carácter personalizado crea inevitables lazos afectivos con los alumnos y sus familias de modo que “aunque llevemos a cabo nuestras movilizaciones, siempre cumplimos escrupulosamente con nuestro cometido”.

El problema laboral que les amenaza arranca en el momento en que la Intervención de la Junta de Andalucía conmina a la Consejería de Educación a que acabe con la externalización de este servicio. El paso que la Administración va a dar si sigue este plan, es que abrirá una bolsa en la que estos trabajadores se van a encontrar con una enorme desventaja con aquellos aspirantes que hayan ejercido su labor dentro de la Junta de Andalucía ya que no se les va a reconocer sus años de experiencia que en muchos casos, llegan hasta los 18, ni tampoco se les reconoce la categoría profesional que han venido desempeñando.

Consideran que durante todo este tiempo, Educación ha hecho caso omiso a todos los incumplimientos que se han venido cometiendo, lo que ahora se vuelve en su contra a la hora de formar parte de una bolsa de trabajo. “Hemos ido ganando con el tiempo ciertos derechos pero gracias al apoyo del sindicato y de la autoridad laboral”. María Benjumea subrayó la contradicción que supone que no quiera subrogar a estos trabajadores cuando, la propia Junta ha estado obligando a las empresas que han ido asumiendo el servicio, a que subrogara a toda la plantilla.

De lo recibido hasta el momento por parte de la consejería, según indicaron las dos representantes de los trabajadores, “solo nos han tenido reuniendo en algunas ocasiones, diciendo varias cosas que no son reales pero sin darnos una solución definitiva, nada que esté en un papel”.