El modus operandi del entrenador de fútbol femenino de Huelva condenado por abusar de 21 niñas: "Hay alguna que tiene mucho culo, que tiene que adelgazarlo"

Una sentencia de conformidad impone una condena de 60 años y nueve meses de prisión a F. M. L. A., el entrenador de fútbol base femenino en Huelva detenido en 2023. Según el documento judicial, al que ha tenido acceso este periódico, el acusado abusó de 21 menores aprovechando su posición de autoridad y la especial vulnerabilidad de las víctimas. El fallo lo declara responsable de 31 delitos: cinco de agresión sexual a menores de 16 años, catorce de abuso sexual continuado a menores de 16, cinco de agresión sexual, cuatro de abuso sexual, dos de abuso sexual a mayores de 16 y uno de abuso con atenuantes de reparación del daño y confesión tardía.

El tribunal considera probado que F. M. L. A. fue entrenador en diferentes categorías de un club de fútbol base femenino en Huelva entre 2017 y 2022, periodo en el que también tenía vinculación laboral con la Universidad de Huelva como técnico adscrito a uno de sus servicios. La sentencia describe un modus operandi repetido: conductas físicas y verbales inadecuadas hacia las jugadoras, uso de su autoridad para generar confianza y acceso autorizado a vestuarios y duchas, lo que facilitó los hechos.

El documento recoge múltiples episodios en los que el acusado habría forzado situaciones de contacto físico no consentido, comentarios de carácter sexual y chantajes emocionales o amenazas —como advertencias de expulsión del equipo— cuando las menores rechazaban sus peticiones. Algunas denunciantes relatan que fueron presionadas a acudir a lugares privados bajo pretextos deportivos o logísticos, e incluso invitadas a torneos con la condición de compartir alojamiento.

Del mismo modo, de acuerdo con la sentencia, varias víctimas sufrieron consecuencias psicológicas como ansiedad, insomnio, aislamiento social o descenso del rendimiento académico.

Varias denuncias recogidas por la sentencia de conformidad reflejan que fueron varias las menores que recibieron masajes en sus partes íntimas, llegando incluso a enviar el proceso numerosos mensajes por Whatsapp a una joven diciéndole que le "parecía patética si no se dejaba curar". De hecho, hay más denunciantes que, según la sentencia, prueban haber recibido mensajes por aplicaciones de mensajería, véase el caso de "insinuaciones de carácter sexual con proposiciones de quedarse a solas con la amenaza explícita de no convocarla a los partidos" o en otro de los casos "piropos por Whatsapp".

El documento judicial contempla también denuncias de jóvenes a las que se les citaba en diferentes dependencias, a algunas incluso en el domicilio de F. M. L. A., "para probarse ropa en su presencia", si bien algunas se negaron. También eran comunes, de acuerdo a la sentencia, otras actitudes como "rodear con el brazo, abrazar sin consentimiento, cachetadas en el culo, cosquillas y besos cerca de la boca o en la comisura, además de tocamientos no consentidos", apareciendo estos hechos en varias de las denuncias que se adjuntan. Por ejemplo, a una menor -dice la sentencia-, le tomó por la cintura "llegando a tocarle el culo en dos o tres ocasiones con expresiones como hay alguna que tiene mucho culo, que tiene que adelgazarlo".

A estos hechos recogidos por la sentencia de conformidad se unen las proposiciones a compartir habitación con él durante un torneo de verano en una localidad de la provincia, petición que le hizo a varias jóvenes, según la sentencia. Algunas de ellas mostraron su negativa, pero en un caso denuncian que "les pagó a ella y a otra menor una estancia de hotel durante un torneo de fútbol con la condición de que durmieran en la misma habitación, llegando a dormir el acusado una noche con ellas en la misma cama".

Por ello, se impuso a F. M. L. A. penas que van desde los seis a los tres años y nueve meses y órdenes de alejamiento a menos de 200 metros y comunicación por las víctimas durante cinco años en el caso de 20 de las víctimas, elevando ese tiempo a diez años para la restante. Igualmente, deberá cumplir períodos de libertad vigilada de cinco años una vez cumplida la condena de prisión y se le inhabilita para la profesión retribuida o no de entrenador o monitor de actividades deportivas de menores de edad por el tiempo de las respectivas condenas. El máximo de cumplimiento efectivo de la condena no podrá exceder del triple del tiempo por el que se le imponga la más grave de las penas en que haya incurrido y se le computa el tiempo que ya ha pasado en prisión por estos hechos.