La moda del croché, coser y cantar

Todo es cíclico. En los últimos tiempos se suele recurrir a esta expresión en referencia a cualquier ámbito, y la moda no escapa a ella. En el marco de actividades organizadas por el Centro de Visitantes de Huelva Puerta del Atlántico, la última ha estado dedicada al tradicional arte del croché o ganchillo. La monitora Juana Martín, que ha dirigido otros talleres, se ha puesto manos a la obra y con la ayuda de su madre, Dolores Infante, se ha embarcado en este proyecto de dos días que ha contado con más de una decena de participantes. Ángel Sánchez, concejal de Turismo destacó que se trata de "ofrecer una alternativa de ocio, turismo y cultura no sólo a los turistas que vienen estos días a la ciudad, sino también a los onubenses que se quedan durante el verano en la capital".

La actividad comenzaba ayer por la mañana con la presencia de algunos varones, que se mostraban curiosos por conocer el mayor número de detalles posibles acerca de esta técnica. Para Paqui, una de las participantes, el croché es una de las muchas labores que le gusta practicar en su vida diaria y a la que se ha dedicado "desde que era una niña". Sostiene que siempre le ha llamado la atención el ganchillo, y por circunstancias personales lo tuvo que dejar. Para personas como Paqui, esta actividad supone retomar una afición que por diferentes motivos dejaron en el olvido y que ahora, con el interés que está suscitando de nuevo el ganchillo, vuelven a tener prioridad. Inmaculada es una de las interesadas en seguir practicando con el hilo y la aguja, y el taller le sirve para ello. Aunque la técnica del ganchillo es como montar en bicicleta, que nunca se olvida, las nociones que aportan Dolores por un lado con la experiencia y Juana por otro con el ánimo, han valido como plus para los participantes.

El croché es una técnica con orígenes inciertos. Mientras hay quienes apuntan que procede de prácticas tradicionales de la antigua China, los países árabes y Sudamérica, otros le atribuyen sus inicios a la Europa del siglo XVIII. Juana Martín se encargó de aclarar estas dudas previas en la mañana de ayer con una presentación antes de empezar con la práctica. Entre las curiosidades, la que más destaca es la protagonizada por la reina Victoria. Ella fue quien puso de moda el croché en la sociedad inglesa del siglo XIX. A pesar de que ya era popular entre las clases medias y bajas, que no podían permitirse tener otros telares más caros, la reina lo llevó a las altas esferas británicas. Aprendió a realizar esta clase de tejidos en los días de caza, actividad que no le agradaba.

Con la anécdota de la realeza y el ganchillo, que se unió a otras como la publicación de los primeros patrones en la revista alemana Penelopé, la primera parte de la actividad corrió con la mayor atención de los asistentes , entre los que había varias jóvenes. Así, expertos en moda sostienen que esta temporada, más que nunca, se lleva todo, pero también se presta especial atención a la tradición. A todo ello se le suma el que el croché nació en Francia, cuna en el arte de vestir. "Ahora se lleva coger la ropa vieja y arreglarla", afirmó Juana Martín.

Las manos se desenvolvieron cada vez mejor para tejer aplicaciones con soltura y cada vez más logradas. Al final resultó que lo que en un principio parecía complicado, acabó siendo coser y cantar.