Miss. Whitney recobra vida en la Punta del Sebo de Huelva
Huelva de ayer a hoy
La bisnieta se emociona contemplando la escultura y sintiendo el cariño de los onubenses un siglo después
La idea que presentamos al Puerto de Huelva se ha hecho realidad en las manos creadoras de Martín Lagares
La Columbus Memorial eligió bien y designó para su Monumento a Colón a la mejor, no solo por su trayectoria, ella deja marcada la impronta de una mujer cuando a ellas no les era nada fácil en la sociedad. Por eso hoy destacamos no solo la obra sino a su artista.
Queremos imaginarnos a Gertrude Vanderbilt Whitney cuando después de su viaje a Egipto en 1927 llega a París y a los seis días está aquí, en la Punta del Sebo, el 17 de marzo, y sabe lo que quiere. Un coloso, como un Ramsés ll, con una idea: lo mismo que la civilización egipcia perdura en la historia, también el descubrimiento de América lo ha hecho.
Me he puesto a pensar en la satisfacción que podría sentir cuando la Columbus Memorial le envía un ramo de flores y le dice que sí, que el monumento será como ella piensa y no como ellos le querían cambiar.
De la sonrisa que pondría al recibir el telegrama del Presidente del Gobierno, Primo de Rivera, empeñado en levantar el monumento donde el de La Rábida, y le dice hágalo usted en la Punta del Sebo como plantea.
Deseo imaginarla cuando recibió al reportero de La Provincia. En la entrevista destaca que el monumento es fruto de una MUJER (lo resalta en caja alta). Pone énfasis en la necesidad de que en España -que se acerca a los años treinta- se reconozca que “la mujer tiene perfecto derecho por su inteligencia, a figurar al lado del hombre en todas las actividades de la vida”. Reivindica el papel de la mujer española siguiendo la figura de nuestra escultora.
La presencia de miss Whitney fue un aldabonazo en el papel de la mujer en la sociedad americana y es para la onubense un aire nuevo…
Del carácter de ella destaca, el cronista, “la exquisita educación que no hacía ostentación en forma alguna, de su indiscutible y elevado valer”.
Por ello, este monumento que hoy se le dedica no es solo a la escultora de Colón sino a una de las mujeres más influyentes en la visión de superación para la mujer onubense, que continúa teniendo en ella un referente.
A las fotos de la escultora con los ingenieros visitando las obras me gustaría darles movimiento con Inteligencia Artificial. Nos hablarían de su energía, decisión en la resolución del proyecto, la emoción por la obra... Una mujer con criterio, con ideas claras y sabiendo lo que quería.
Es la escultora cercana, que agradece la hospitalidad del pueblo onubense.
La misma que se emociona en la inauguración con el desfile de las tropas de los marinos de EE UU y España. La que conversa con los periodistas y se inmortaliza en la imagen que ahora reproduce esta escultura. Lo que más le gustó dice que fue el discurso del pedagogo Manuel Siurot y es que refiere a la amistad entre los pueblos, en la gratitud a EEUU por el ofrecimiento de este Monumento, que se aleja de leyendas de terrores. Dice la crónica de la escultora que “habían surgido en su alma sentimientos de hondísima cordialidad hacia España, que siempre guiarían sus actos futuros”.
Sí este es el Monumento a Colón, el Monumento a la Amistad con los pueblos americanos, como le llamamos mi hijo Jesús y yo en la exposición que le dedicamos en las Cocheras del Puerto en el 150 aniversario de esta institución.
De aquel proyecto surge esta nueva mirada con su escultora de la mano de Martín Lagares; ambos nos hemos entusiasmados con este monumento. Pienso que miss. Whitney estaría de acuerdo conmigo que en Martín confluyen en su hacer de artista lo que ella promocionaba en los jóvenes talentos creadores de su país, pues su obra en el Museo Whitney de Nueva York tendría un hueco en la línea de la mejor vanguardia.
La gratitud de Huelva le hizo hija adoptiva y le dedicó una avenida. Ahora el Puerto nos regala su presencia permanente en la Punta del Sebo, para quienes vengan se encuentre con ella, que invita a ver su monumento y nos haremos un selfie, claro que sí. Pretende la cercanía, mantener vivo los sentimientos compartidos, las vivencias con miss. Whitney e, igualmente, homenajear a la artista norteamericana y su generosidad como mecenas para con los jóvenes creadores.
Gracias al Puerto, a su presidente Alberto Santana, hoy la Huelva colombina está más dentro de nuestro corazón.
Ahora el espacio del monumento es más egipcio como quiso evocar la escultora con ese suelo terrizo (embaldosa color tierra), escoltado de palmeras se alza el coloso de inspiración egipcia, como nos hemos encargado de difundir desde que en 2018 obtuvimos el Premio Díaz Hierro de investigación por ‘El Monumento a Colón de Huelva’. Sí, no es el de la fe descubridora. Y si alguien tenía alguna duda se escuchó en la inauguración el pasodoble de Mingorance: ‘La Punta er Sebo alevanta un Monumento a Colón…”.
La inauguración resultó un momento lleno de emociones y de gratitud, todos quisimos conversar con la bisnieta, puedo asegurar que estaba entusiasmada por el cariño que casi un siglo después le tiene la ciudad de Huelva a miss Whitney. Visualicé con ella junto a la escultura la cinta cinematográfica que la Gaumont-Patè grabó del acto y se emocionó. Se le saltaron las lágrimas y debo reconocer que a mí también, me regaló un beso que para mí es como si hubiese sido igualmente de su bisabuela.
Gracias al Puerto que me permitió participar en la restauración y su entorno con sus dos presidentes Pilar Miranda y Alberto Santa, y ahora aportando la idea de la presencia permanente de miss. Whitney.
Como diría Juan Ramón Jiménez, el trabajo gozoso nos ha llenado el corazón de grandes sensaciones.
A partir de ahora no solo recordaré cuando de niño me columpiaba en las cadenas del monumento o me bañaba en las aguas en las que el sol chisporroteaba llenando de estrellas la ría, sino que cada vez que llegue a la Punta del Sebo me emocionaré con el Monumento a Colón y su autora que adquiere presencia viva en esta escultura de mi buen amigo Martín Lagares.
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