condiciones laborales

El mérito de trabajar en verano a pleno sol

  • Limpiadores, obreros, agricultores y repartidores son algunos de los empleos más duros en estos meses

  • La mayoría mitiga el calor con gorras, agua y ropa cómoda

Es agosto y las temperaturas suben más allá de los 30 grados en casi toda la provincia. Muchos onubenses se encuentran de vacaciones, aunque también hay otros tantos que aún no -o bien no pueden- y no les queda más remedio que trabajar todo el año, haga calor o haga frío. Junto a los trabajos que se hacen en oficinas y despachos, hay otros quizá más duros -albañiles, repartidores, agricultores, limpiadores, etc.- que se realizan sin la comodidad del aire acondicionado y sin una sombra donde guarecerse. Sólo con gorras, ropa cómoda y agua. Son oficios a pleno sol.

Cada año son habituales las escenas televisivas en los informativos sobre personas que trabajan bajo el sol cuando se producen olas de calor. Algo con mucho mérito. Hoy contamos algunas historias de personas que realizan sus labores en los meses de verano y en distintos puntos de la provincia onubense.

La jornada intensiva de muchos trabajadores constituye una medida que beneficia a su salud

Por las calles de la capital, por ejemplo, pueden verse por las mañanas a trabajadores del Servicio de Limpieza del Ayuntamiento de Huelva, así como a personal de jardinería y de mantenimiento. Son los guardianes de la ciudad durante todo el año, pero especialmente en esta época, cuando hay menos población.

En la calle San Sebastián, un equipo se afana en la limpieza de la vía, mientras que a pocos metros, en la Plaza de San Pedro, un operario riega con una manguera los árboles y la vegetación que adorna este coqueto enclave de la capital. Es este trabajador quien cuenta a Huelva Información cómo se desarrolla su labor y la de sus compañeros durante el verano. Lo primero que advierte es que tienen jornada intensiva en este tiempo, de 07:00 a 14:00 para el personal de jardinería, y de 06:00 a 13:00 para los de limpieza. De esta forma, se encuentran menos horas expuestos al sol. Según añade este operario, las primeras labores las suele realizar bajo el sol -en las horas más frescas-, mientras que dejan para lo último aquello que pueden realizar en espacios con más sombra. Acerca de estos horarios, otro operario con el que habló esta redacción, afirma que no se cumplen los protocolos pactados por los sindicatos, pues asegura que trabajan más horas y no en las condiciones pactadas.

Muy cerca, en la Plaza de las Monjas, Francisco Felipe Barroso limpia la fuente existente junto al monumento de Colón, una labor que asegura realizar varias veces a la semana. Otro compañero, en la calle Rábida, cuenta que por ahora los días más complicados han sido los desarrollados durante las Colombinas, puesto que fueron jornadas muy calurosas -coincidieron con la primera ola de calor del verano- y no pudieron trabajar bien con la arena del Recinto Colombino.

Fuera de la capital, en la playa de Mazagón, Mohamed, de Malí, vende artículos de bisutería por la orilla. Al igual que otros compañeros que realizan la misma actividad, considera que no es un trabajo fácil, sobre todo por las "vueltas" que tiene que dar bajo el sol. Eso sí, va con una gorra que le quita algo de calor y, además, asegura que la cercanía al mar hace que sea un poco más agradable este trabajo. Por las arenas también se ven algunas personas que venden camarones, refrescos y bolsas de patatas. Es una escena que se repite en otras tantas zonas del litoral.

En la carretera de este núcleo costero en dirección a Palos de la Frontera, es frecuente ver también a decenas de personas que trabajan bajo los rayos de sol para preparar los campos freseros de cara a la próxima campaña, concretamente ahora para el enlomado de las fincas. Una de estas personas es Rachid, cuya jornada laboral comienza al alba, en busca de las primeras horas del día, y que realiza unas tareas en las que participan más hombres que mujeres. No muy lejos, en el Condado, también comienza ya la vendimia, y los trabajadores realizan su labor también a primeras horas del día -para beneficiar a la uva- aunque también coinciden con horas de sol.

Así las cosas, estas personas y sus faenas ejemplifican perfectamente la dureza de trabajar bajo el sol, con calor y muchas incomodidades durante meses calurosos como el presente. Lo dicho, todo un mérito.

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