En memoria de Miguel Ferre Molto

Francisco José Martínez López

30 de noviembre 2012 - 01:00

El pasado viernes fallecía en Madrid Miguel Ferre, una persona vitalista y alegre que ha dejado un profundo pesar entre los onubenses.

Nació hace 55 años en Jaén y estudió en el colegio del Pilar de Madrid, concluyendo sus estudios de Derecho en Icade. En su etapa de juventud, Miguel era la imagen de su época, risueño y optimista, con su Vespino y su guitarra, forjándose un carácter amable y afable que le acompañó toda su vida.

Opositó a corredor de Comercio con su inseparable compañero y amigo Tomás Giménez y obtuvieron plaza en diversas poblaciones españolas hasta que recalaron en Huelva hace tres décadas en la correduría de comercio. Crearon en el año 2000 una notaría con cuatro titulares que pronto se convirtió en centro de la actividad económica y familiar de nuestra tierra. ¿Quién no ha pasado por la Agrupación Notarial Méndez Núñez a resolver algún problema o firmar algún documento en el que se requería un fedatario público?

Nuestra tierra y su personalidad siempre cuajaron dando como fruto una feliz convivencia con Gloria, su esposa. Aquí crecieron sus tres hijos Miguel, Jaime y Juan.

Amigo de sus amigos, Miguel era de esas personas por las que merece la pena vivir, e incluso morir. Siempre le recordaremos con una sonrisa y con su buen hacer. Educado, sencillo, correcto, nunca tenía un mal gesto con los demás, incluso en el último año de resistencia de su enfermedad fue ejemplo de entereza y de llevar la profesión por dentro.

Fue profesor de la Universidad de Huelva, en Derecho Mercantil y Societario, materia de la que era un experto y sobre la que escribió libros y artículos. Era muy admirado por sus alumnos y también fue notario de la Onubense, dando fe de los actos más importantes realizados en la Universidad desde su nacimiento.

Siempre tuvo una importantísima implicación social, por lo que su muerte ha causado gran conmoción en numerosas instituciones, colectivos, asociaciones y en el mundo empresarial onubense. Hasta los niños del Comedor de Dete en Zimbabwe lo recuerdan junto a Gloria organizando actividades para dar de comer a más de 800 niños.

Su gran pasión era el mar, navegar a vela por las costas de Huelva o ir a Canarias o a Madeira o surcar el Mediterráneo. Gobernando su barco, se sentía en plenitud, era donde se reunía con sus amigos, donde ejercía de magnífico anfitrión y donde moraban sus sueños cuando por razones meteorológicas o laborales no podía navegar durante algún tiempo.

Era, además, un gran deportista. Practicaba sobre todo el ciclismo de montaña, que le permitía hacer ejercicio sin afectar a una lesión de rodilla con la que convivía desde hacía muchos años. Esta actividad le permitió conocer en profundidad la provincia de Huelva, de la que era un enamorado. Él mismo estimaba que había recorrido pedaleando más de 30.000 km de nuestra Sierra, Andévalo, Condado y Costa.

Buen conversador, gustaba reunirse en torno a la mesa para dialogar, incluso en los últimos meses en los que la enfermedad lo minaba, seguía organizando reuniones y cenas en las que promover la convivencia.

En suma, una gran pérdida para Huelva, una persona que por su calidad y calidez permanecerá en nuestro recuerdo para siempre.

Miguel Ferre Molto nació el 29 de septiembre de 1957 y falleció el 23 de noviembre de 2012. Hoy viernes 30 de noviembre a las 20:00 se oficiará una misa en su memoria en la Santa Iglesia Catedral de Huelva.

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