La globalización también ha llegado al mundo de la farmacia de modo que el sector se ha propuesto blindar su actividad para protegerlo de las amenazas y mejorar aún más si cabe la prestación a los usuarios.En un ejemplo de extrema eficacia, nada menos que las 22.000 farmacias de todo el país han activado un dispositivo en un solo día, que da un salto cualitativo a la hora de garantizar la prestación que se da a nivel de oficina de farmacia. Se trata del Sistema de Verificación de Medicamentos que desde el día 9, está activado en todas las boticas de la provincia al unísono con sus colegas de todo el país.

Fulvia Ronchel es la titular de una oficina de la capital y explica que se trata del resultado de una normativa a nivel europeo que tiene como objetivo dar un paso más en la seguridad farmacéutica.Pero el avance que se ha hecho realidad también en el resto de los países de la Unión Europea posibilita otro aspecto de enormes ventajas: ofrece la trazabilidad del medicamento desde que sale de su laboratorio de fabricación hasta el consumidor. Esto por ejemplo, tiene una ventaja excepcional a la hora de que hubiera que retirar alguna partida defectuosa ya que será aún más sencillo identificar a los usuarios que han adquirido esos medicamentos en cuestión, con lo que su retirada se facilita notablemente y se evitan posibles efectos adversos.

Ronchel explicó que “se ha abierto un plazo en el que los medicamentos han de llegar a las oficinas de farmacia con un nuevo código de identificación o Datamatrix (DM) bastante más completo que el código de barras tradicional”. De este modo, todas las boticas están provistas de un escáner que sirve para leer tanto el código tradicional como el DM que viene como un QR. Se trata de un proceso que marcará el futuro de la dispensación farmacéutica aunque no será de la noche a la mañana. En el DM se incluye el lote, las dosis que vienen en cada formato, la´fórmula, el laboratorio que lo ha producido y la fecha de caducidad.

La farmacéutica Fulvia Ronchel.

Para implantar el DM, los laboratorios tienen un plazo de cuatro años. A esto hay que añadir que la caducidad de la mayoría de los fármacos es también de cuatro años por lo que el proceso se demorará como mínimo, durante ese plazo de tiempo. La farmacéutica, que además es vicepresidenta del Colegio onubense, señaló que hay varios escollos que superar. Uno de ellos es que los laboratorios se adapten al DM del que se ha provisto la Unión Europea que es distinto al de Estados Unidos o los países asiáticos. Una de las diferencias que llaman la atención del DM respecto al código de barras tradicional es que como ya se ha comentado, incluye la fecha de caducidad del medicamento “lo que supone tener un mayor control”.

Todo el proceso del Datamatrix concluye precisamente en las farmacias donde queda desactivado. Es el momento en que el medicamento se le entrega al usuario si bien permite la trazabilidad ya aludida que “nos permite saber dónde está el fármaco en cada momento que para el usuario, supone una mayor seguridad a la hora de saber qué es lo que se está llevando a casa”.

La puesta en marcha de este nuevo sistema supone la implicación desde los laboratorios productores hasta las oficinas de farmacia pasando por la Asociación Española del Medicamento Genérico, los distribuidores –que a su vez verifican el DM y marcan a qué farmacia concreta irá cada fármaco– y en el caso concreto de Huelva, el Colegio Oficial de Farmacéuticos (COF).

Fulvia Ronchel mencionó asimismo, otros ámbitos que la lectura del QR posibilitará. Uno de ellos es que permitirá la eliminación del proceso de recorte del cupón precinto que tan obsoleto resulta ya y que en buena medida, ralentiza la dinámica de cualquier oficina de farmacia. Con el nuevo DM, “este sistema dará más garantías pues dejará constancia de la dispensación realizada y acabará con el método manual que supone un riesgo para la farmacia ya que en caso de olvido, es la propia botica la que ha de asumir el importe del medicamento y no la Seguridad Social”.

En un primer momento, el nuevo sistema de verificación está pensado para aquellos fármacos que son dispensados a cargo de la Seguridad Social. Este contingente supone para cada oficina de farmacia, entre el 70% y el 80% del total de los medicamentos que son dispensados. En otro orden de cosas, la farmacéutica quiso recordar que la compra de medicamentos por internet está prohibida, lo que es en este caso un efecto negativo de la globalización.