Más que mascotas: Un hurón como compañero

Más que mascotas

Estos animales son muy buenas mascotas por formas fuertes vínculos con sus cuidadores

Lo ideal es que puedan estar sueltos en casa, aunque con medidas para evitar accidentes

Más que mascotas: Un hurón como compañero
Más que mascotas: Un hurón como compañero

Los hurones son animales muy juguetones, inquisitivos y tienen conductas exploratorias muy marcadas. Son muy buenas mascotas, ya que forman fuertes vínculos con sus cuidadores. Al principio las relaciones siempre son complicadas, aunque rara vez son agresivos, y las veces que son mordedores es por falta de socialización. Por lo general se llevan bien con perros y gatos, aunque hay que tener paciencia y cuidado durante los primeros encuentros.

Un hurón puede vivir de cinco a ocho años, algunos incluso doce años, aunque eso es algo excepcional. El peso adecuado que deben tener oscilará desde los 700 gramos a los 3 kilos, siendo más elevado el peso entre los machos.

La madurez sexual la alcanzan en torno a los 6 a 12 meses, por lo que deberemos estar atentos si tenemos juntos al macho y a la hembra y no queremos que se reproduzcan. En este caso deberemos plantearnos la esterilización.

Todos los que hayamos tenido un hurón cerca sabemos que tiene un olor muy particular, que los hace distintivos. Este olor es mediado por las glándulas sebáceas de la piel. No importa cuántas veces los bañemos, este olor persistirá.

No es recomendable bañar a nuestra mascota continuamente. Como mucho, una vez al mes, pero lo mejor es tratar de mantener constantemente limpia su cama y sustratos.

Si quieres cortar las uñas o limpiar los oídos de un hurón, la mejor manera de mantenerlo quieto durante nuestra intervención es ofrecerle alguna delicia para que se distraiga. Otra persona sostiene al animal y su golosina mientras tú haces el trabajo.

Más que mascotas: Un hurón como compañero
Más que mascotas: Un hurón como compañero

Lo ideal es que nuestro hurón pueda estar suelto por la casa, siempre con medidas adecuadas para evitar accidentes, pero deberemos tener una jaula de las que son diseñadas especialmente para hurones, con distintas formas, con varios pisos, etc.

Tienen una visión bastante pobre, no calculan bien distancias (es peligroso tenerlos en lugares altos ), pero lo compensan con su sentido del olfato y su buen oído, que están muy desarrollados.

Mientras más tiempo podamos mantener a nuestro hurón suelto en casa, menos nos deberemos preocupar por el enriquecimiento de su jaula. Ésta, o el lugar donde habiten, debe contar con un refugio, tubos para que jueguen, y hamacas, que utilizan para dormir.

Una buena alimentación

Al igual que los gatos, los hurones son carnívoros estrictos. Lo ideal es alimentarlos con un alimento especialmente diseñado para ellos y que, además, le resulte sabrosa. El alimento debe estar siempre disponible al igual que el agua, que os recomendamos que sea ofrecida por medio de una botella diseñada para ellos, ya que en cuencos pueden derramarla.

Podemos encontrar comida seca (pienso) y húmeda. Los piensos son específicamente creados para ellos, ya que debe tratarse de piensos ricos en proteínas y grasas, puesto que los hurones son animales muy activos, que necesitan hacer ejercicio. De comida húmeda existe menos variedad y esto se debe simplemente a que es mucho mejor darle comida seca, que, además, evita el sarro en los dientes de nuestra mascota.

No debes cometer el error de dar a tu hurón comida para gatos, ni para perros, ya que no cubren las necesidades de proteínas de los hurones. Pueden comerla en situaciones excepcionales, pero no es lo mejor para ellos. Además, cuando están creciendo o están preñadas, suelen necesitar más comida. No olvides que pueden comer cada tres o cuatro horas.

Hay que tener en cuenta también en los hurones las pautas de vacunación, ya que deben ser inmunizados frente al moquillo y la rabia, siendo obligatorio también la implantación del microchip, como hacemos con nuestros perros. Su revacunación se realizará anualmente.

Es recomendable que el hurón visite el veterinario al menos una vez al año para comprobar su estado de salud. También conveniente realizar hemograma y bioquímica en la visita, aparte del chequeo general (auscultación, valoración de conducto auditivo, visión…)

Entre los problemas de salud más frecuentes en los hurones están la obstrucción gastrointestinal por ingestión de cuerpos extraños (juguetes u otros, sobre todo en hurones jóvenes), las enfermedades renales, los traumatismos, los problemas cardiacos, insulinoma, gastroenteritis, enfermedad intestinal proliferativa, linfoma y coccidiosis.

Recordaros que existen multitud de asociaciones y refugios en España donde podéis adoptar un hurón como mascota, como Huronlife o SOS Hurones. Antes de comprarlo, ponte en contacto con ellos por si puedes darle una segunda oportunidad a alguno de estos pequeños y ofrecerle tu hogar.

Consulta a tu veterinaria

  • Acabamos de adoptar un gatito y nos gustaría saber cómo enseñarle a usar el arenero y que se acostumbre a hacer allí sus necesidades. (Victoria). Enhorabuena por haber decidido adoptar un gatito y darle una nueva oportunidad en vuestra casa. No debes preocuparte nada por lo que preguntas. Aunque el tuyo sea un cachorro, los gatos tienen un instinto que les lleva a la arena cuando se les pone el arenero. Sólo hay que enseñarle el sitio de la casa donde lo colocamos y el gato siempre va a ir allí, de forma automática. No podemos explicar por qué es así, más allá de un instinto natural por el que, una vez mostrado el lugar en el que se encuentra, siempre va a dirigirse a ese punto, sin causarte más problemas. De hecho, comprobarás pronto, si no lo has hecho ya, que de inmediato empieza a utilizar su arenero con completa naturalidad.
  • Mi perro se lame las patas constantemente, sobre todo de noche y entre los dedos. ¿Esto puede significar que esté enfermo? ¿Hay alguna forma de saberlo o de evitarlo? (Juan Francisco). Puede ser que tenga un problema alérgico que provoque ese lamido excesivo, o también la ansiedad, cuando están aburridos o tienen estrés por algo, que empiezan a lamerse de manera compulsiva las patas sin que medie ninguna enfermedad, aunque sí un problema de nerviosismo o aburrimiento por falta de ejercicio. Si no hay ninguna causa de tipo alérgico o algún eccema en la piel, habría que intentar motivar más al animal, sacarlo más a la calle, hacer más cosas con él, compartir juegos, hacer más ejercicio y ver cómo va evolucionando. Porque está claro que si no es una enfermedad, se trata de una pauta de comportamiento sobre la que también hay que trabajar.

Envía tus preguntas a edicion@huelvainformacion.es

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