Marta y Simón: La historia del primer parto en Huelva con un sistema integrado de sensor y bomba de insulina
El hospital Juan Ramón Jiménez marca un hito en el alumbramiento de una madre diabética
Marta Delgado tiene cinco hijos, de los que solo el último ha nacido con ella monitorizada las 24 horas, "lo que me aportó mucha tranquilidad y confianza"
Hasta hace poco menos de un año, ninguna madre con diabetes había dado a luz en Huelva empleando un sistema integrado de sensor de glucosa y bomba de insulina. Marta Delgado fue la primera en hacerlo, marcando un antes y un después en la atención a las mujeres con esta enfermedad durante el embarazo y tras él. Su pequeño Simón, el quinto de cinco hermanos, llegó al mundo en el hospital Juan Ramón Jiménez en un parto que, a diferencia de los anteriores, Marta vivió con mayor serenidad y control. La mamá ya había pasado por experiencias con glucómetro y bolígrafo de insulina, e incluso con sensor de glucosa, pero nunca con una tecnología tan avanzada que le permitiera mantener su diabetes bajo control de forma continua y precisa durante todo el proceso.
A Marta le diagnosticaron diabetes con 24 años y, trece años después, ha pasado por cinco embarazos, "aunque ninguno como el último, mucho más tranquilo por la seguridad que tenía con la bomba de insulina", resume a este periódico esta mamá onubense. "Los dos primeros embarazos los pasé con el glucómetro y el pinchazo en el dedo, apuntando en un cuadernito las glucemias cada dos horas", recuerda, al tiempo que destaca que "eran múltiples las dosis de insulina y el número de pinchazos". Ya en el tercer embarazo Marta pasó al sensor, "con las alarmas que avisaban de hipoglucemia e hiperglucemia, ayudándome a estar más tiempo en rango". El mismo método que siguió en su cuarto proceso gestacional.
No fue hasta este pasado 2024, con el nacimiento de Simón, cuando Marta utilizó una bomba de insulina. "El sensor se conecta a la bomba y ahora mi esfuerzo mental de estar todo el día pendiente se ha reducido, porque la bomba comparte conmigo esa carga, dado que se ocupa de equilibrar automáticamente mis niveles de glucosa", explica la mamá. En este sentido, prosigue en el relato de su experiencia, "tenemos una app que une la información del sensor a la de la bomba y únicamente me preocupo de indicarle cuántos hidratos de carbono voy a comer porque ella misma calcula la dosis de insulina y la administra". "Estar monitorizada las 24 horas con el sensor integrado a la bomba me aportó mucha tranquilidad”, subraya Marta Delgado.
La tecnología mejora sustancialmente el control glucémico en las mujeres diabéticas que quieren quedarse embarazadas, hasta el punto de que las bombas de insulina y los sensores de glucosa -indicados en toda persona con diabetes- suponen "una ayuda inestimable para la futura mamá y para el personal sanitario que la atiende", explica a esta Redacción la endocrinóloga Rosa Márquez.
Sobre el caso de Marta Delgado, Márquez precisa que la bomba de insulina solo está indicada para mujeres con diabetes mellitus tipo 1 "en aquellos casos en los que, a pesar de hacerlo todo correctamente, no consigan tener un buen control de su nivel de azúcar en sangre". Existe la evidencia, sostiene, de que "las bombas de insulina mejoran los niveles de glucemia, reduciendo el riesgo que supone para la madre y el feto un mal control glucémico”. De ahí la importancia de programar y planificar el embarazo de forma meticulosa para evitar "riesgos de malformaciones, de desarrollar hipertensión, de abortos o de otras complicaciones", como las retinopatías, aquellas complicaciones oculares causadas por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina.
La doctora Isabel Rebollo, jefa del servicio de Endocrinología y Nutrición, incide en que este control de la diabetes desde el servicio de Endocrinología y Nutrición es extensible tanto a las pacientes con diabetes tipo 1 como a las que tienen diabetes tipo 2. En este primer caso, señalan que el abordaje comienza en el momento del diagnóstico, "en el que se transmite la información y se le da una educación de supervivencia para la enfermedad, hasta la progresión a todas las opciones terapéuticas que tenemos para optimizar su tratamiento y mejorar su calidad de vida cuando sean necesarias", véase "las pautas iniciales de insulinización, el uso del glucómetro o el uso de tecnología más avanzada, como los sistemas de monitorización de glucosa subcutáneos, las bombas de insulina y los sistemas híbridos integrados sensor-bomba".
Ambas especialistas del hospital Juan Ramón Jiménez señalan que "atendemos, sobre todo, diabetes pre gestacional, aquellas diagnosticadas antes del embarazo", aunque, por otro lado, está la diabetes gestacional, que aparece durante el embarazo "cuando hay una resistencia a la insulina o por un déficit de secreción por el cambio hormonal", apuntan Márquez y Rebollo, quienes ponen de manifiesto que hay personas con más predisposición a ello, "como las que tienen exceso de peso, antecedentes familiares o que desarrollaron diabetes en embarazos previos". Sí que es cierto que, tal y como aseguran, "en muchos casos remite tras el parto", pero es de mucha importancia verificar si tras el alumbramiento ha remitido o no, "pues es un riesgo de desarrollar diabetes en un futuro".
A la espera del visto bueno tras un seguimiento estrecho
Acerca de la planificación, Márquez indica que "nuestros compañeros nos derivan a todas las pacientes diabéticas que desean tener un bebé y, antes de nada, las vemos de una forma muy estrecha y multidisciplinar para que se queden embarazadas en el mejor estado posible". De hecho, insiste, "las vemos con tanta frecuencia como haga falta, hasta que damos el visto bueno para el embarazo". En este sentido, enumera los diferentes dispositivos existentes en el Juan Ramón Jiménez para "hacer más accesible la atención a las mujeres diabéticas que desean quedarse embarazadas", como "la atención de lunes a viernes en el Hospital de Día, las consultas monográficas de diabetes tipo 1 e incluso las unidades funcionales de diabetes dependientes de nuestro servicio en los hospitales comarcales Infanta Elena y de Riotinto", todo ello teniendo en cuenta también "la coordinación estrecha con Obstetricia y Ginecología".
De ello da buena cuenta Marta Delgado quien resalta que, "aunque a nosotros nos ven cada seis meses si los controles están bien, en estos casos puede ser mucho más común hasta que te dan el OK" y, es más, "tanto Endrocrinología como Obstetricia y Ginecología te ven constantemente, más que con un embarazo normal, por lo que "tienes muchísima tranquilidad y seguridad".
Para ese visto bueno, desde el Juan Ramón Jiménez también recomiendan un estilo de vida "adecuado", insistiendo en una buena alimentación, en el ejercicio físico y en evitar el tabaco, además de citar otros consejos como la toma de vitaminas como el ácido fólico o la pérdida de peso si se tiene obesidad. A ello se une el buen control de las glucemias.
En la diabetes durante el embarazo es clave el papel de la enfermera especializada, tanto en la educación, como en el seguimiento y en el cuidado directo de la paciente, incluyendo la enseñanza en "la monitorización de la glucosa, la administración del tratamiento, la nutrición adecuada y el manejo de complicaciones", sostiene la enfermera de prácticas avanzadas en diabetes, Mónica Alonso. En resumen, un pilar insustituible que empodera a la paciente para el autocontrol y que coordina los aspectos médicos, nutricionales y psicosociales durante su gestación.
Tras este intenso seguimiento durante el proceso de embarazo llega el día del parto, "un día largo y de muchos cambios hormonales", describe la mamá Marta Delgado, quien recuerda en su caso que "la bomba de insulina me rebajó mucho la preocupación y, en un día de tanto cambio, tienes la tranquilidad de que todo va a ir bien".
La posibilidad de contar o no con la bomba durante el alumbramiento es "opcional, una posibilidad que damos si el caso es acorde a ello", explica Isabel Rebollo, que recuerda unos cinco casos más después del de Marta Delgado. "Aquí insistimos mucho en trabajar con las pacientes el manejo de la bomba que, al integrarse con los sensores, básicamente aprenden de esos datos y administran de forma automática más o menos insulina en función de los niveles de glucemia", resume.
El caso de Marta Delgado simboliza la conquista personal, pues su experiencia demuestra que la maternidad y la diabetes no son incompatibles cuando ciencia y acompañamiento sanitario se dan la mano. Además, abre en Huelva una nueva etapa en la gestión del embarazo en pacientes diabéticas, garantizando una mayor seguridad para la madre y el bebé. El Juan Ramón Jiménez demuestra tener consolidado un modelo asistencia basado en la tecnología, la educación y la compañía continua que, más allá de los buenos resultados clínicos, sitúa en el centro la tranquilidad de la mujer y el bienestar de su hijo.
También te puede interesar