Las marismas vuelven al punto de mira

LAS Marismas del Titán recuperan el interés en la ciudad. Ahora que estamos en tiempo electoral las coloca en el punto de salida José Juan Díaz Trillo, con añoranza del tiempo en el que estuvo de consejero de Medio Ambiente. Una historia con más de diez años y el resultado pues está ahí, una degradación constante. Díaz Trillo recuerda que, en octubre de 2010, cuando estaba al frente de Medio Ambiente, no fue posible recuperar las Marismas del Titán. Lo achaca a la falta de un compromiso del entonces Ayuntamiento popular; ahora, con el nuevo alcalde socialista afirma que todo es más fácil. Sin embargo, las marismas pertenecen al Estado dado que forman parte del dominio marítimo terrestre. Esa es la puerta a la que hay que llamar y dice que lo hará nada más sea de nuevo elegido diputado nacional. No hay que olvidar que en los 20 años de gobierno municipal del PP, el de Madrid algún tiempo fue liderado por el PSOE. Pero eso es la batalla política, lo interesante es que se vuelva a hablar de las Marismas del Titán.

El PGOU las señala como suelo no urbanizable y en buena parte están incluidas en el Plan del Ensanche Sur, concretamente dentro del Plan Especial de Infraestructuras Ferroviarias 'Nueva Estación', con la calificación de espacios libres.

La historia de la reivindicación comienza un poco más atrás de lo que se habla ahora. Es en febrero de 2006 cuando Ecologistas en Acción solicita la inclusión de las marismas o lagunillas del Titán en el Inventario Andaluz de Humedales de la Junta de Andalucía, de acuerdo con el Decreto 98/2004, de 9 de marzo. A día de hoy no forman parte del mismo. La Junta considera que debe ser el Estado quien las restaure como condición previa a su catalogación. Así que las Marismas del Titán pasan directamente a formar parte de la lista de los sueños imposibles de esta ciudad.

Mientras tanto, a su vera sigue la amenaza de la nueva estación de Renfe. Bien podía haber integrado estas marismas en el nuevo proyecto, como un atractivo de esta provincia marismeña nada más poner los pies en Huelva, con una amplia mirada que llegue a las Marismas del Odiel o las de Doñana.

Las Marismas del Titán constituyen un espacio de marismas mareales de unas dieciséis hectáreas de extensión, correspondientes a la subcuenca hidrográfica de las Marismas del Tinto, ubicadas entre la vía de ferrocarril y las carreteras de salida de la ciudad de las avenidas Nuevo Colombino y de Cádiz. Unas marismas mareales, que obstruidas por la carretera se llena de agua con los periodos de lluvias.

Posee su particular riqueza de avifauna que utiliza este hábitat para su vida y reproducción. En distintas épocas del año allí se pueden observar cigüeñuelas, fochas, garcetas, ánades reales, ánades frisos, espátulas... Con una vegetación natural típica de marisma e igual a la existente en algunas zonas del Paraje Natural de las Marismas del Odiel. Hoy son espacios públicos a preservar por la importancia que tienen, no sólo ambiental sino también histórica en el caso de Huelva, que convive con ellas desde siempre.

Hace ya algunos años nosotros también nos unimos a la reivindicación de las marismas y le pusimos a estos comentarios el epígrafe de El Titán. Como entonces, volvemos hoy a sumarnos al deseo de restauración de las Marismas del Titán.

Aquí se viene destruyendo la ciudad utilizando paradójicamente dos de sus señas de identidad: cabezos y marismas. Peinando los cabezos, que es como se decía a su desmonte, para con esa tierra ir tapando las marismas y ganar espacio urbanizable. No es una práctica lejana, en las obras de la nueva estación se volcó recientemente tierra procedente del yacimiento arqueológico del Seminario.