Con Un mar de luz promociona Isla Cristina, desde hace ya muchos años, sus excelencias turísticas en todo el mundo. Un mensaje, y un juego de palabras, que sobre todo se condensan en su playa Central, una de las zonas de baño más conocidas y que mejores servicios ofrece de todo el litoral onubense, en perfecta armonía con un entorno natural envidiable como son los pinares del cordón dunar isleño, donde habita una de las mayores colonias de camaleón común, especie protegida que en los últimos años se ha convertido en todo un símbolo para las playas isleñas.

No en vano, desde esta playa parte la denominada Ruta del Camaleón, que recorre dicho espacio para concluir varios kilómetros hacia el levante, poco antes de llegar a la playa también isleña de Urbasur, y que este año ha sido de nuevo merecedora de uno de los senderos azules que otorga la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), entidad que, por segundo verano consecutivo, también ha concedido a la playa Central una de las prestigiosas banderas azules con que cuenta la costa onubense.

Los turistas aprecian este entorno por su tranquilidad y la variedad gastronómica

Pero si hay algo por lo que esta playa es valorada por quienes la visitan cada año, es por su tranquilidad, su carácter familiar, y su rica gastronomía marinera. Así lo señalan Antonio Ernesto y Lola Castaño, que procedentes de Espartinas (Sevilla), llevan ya cinco veranos en uno de los hoteles con los que está dotada esta playa. Así, Antonio señala que "esto es una maravilla", a lo que su mujer añade que les gustan "sus acondicionamientos, fina arena, la gente, y la relación calidad precio de sus servicios de hostelería". Y es que "la gastronomía aquí es fabulosa, variada y con muchísima calidad" apostilla él. Por otra parte confiesan que anteriormente habían pasado veranos en Islantilla, Matalascañas o Cartaya, entre otras playas onubenses, que "también están muy bien" pero la playa Central de Isla Cristina "es muy familiar, y eso es lo que más valoramos", además del entorno, ya que confiesan que les gustaría visitar otros atractivos de Isla Cristina.

La familia Rebollar, de Sevilla capital, es más veterana en sus veraneos en esta playa, a la que vienen desde hace 27 años atraída por su tranquilidad, y donde adquirieron una vivienda en el año 1992. Por este motivo, Antonio Rebollar asegura que "en todo este tiempo esta playa ha cambiado mucho, ha mejorado y viene más gente, pero a pesar de ello no ha perdido su carácter tranquilo y relajado". También cuenta que "hay momentos del verano en que nos juntamos aquí hasta quince miembros de la familia entre hijos y nietos, y disfrutamos mucho". Y es que "concretamente esta playa es una maravilla, tiene escuela de surf donde mis hijos aprenden, sus aguas son muy tranquilas y la temperatura es ideal" añade.

Por último, Antonio valora el hecho de estar a solo una hora de Sevilla por autopista, lo cual "es muy cómodo frente a otras playas de la provincia de Cádiz, que tienen muchas dificultades de acceso y están muy masificadas" concluye Rebollar.

La playa cuenta con espacios de ocio, chiringuitos y hoteles cercanos preparados para el turismo de costa

Antonio Ernesto y Lola Castaño acuden a este lugar desde hace cinco años.