Cuando el mar de La Antilla se extiende por el lago Michigan

Esta visión vital de la vida que tiene como andaluz dice que hace que en Chicago conecte de una manera especial, "porque sabes sacar esa luz que no ven". Recuerda la exposición 'Tránsito de la luz' a través de 64 cuadros que estuvieron en el convento de Santa Inés, de Sevilla, y luego en Chicago. Era una masa de agua en movimiento, con tres procesos paralelos: la luz, el movimiento del agua y el tipo de pincelada, la técnica.

La exposición empezaba al amanecer con las primeras luces y cuadros tras cuadros iba subiendo la luz hasta llegar al mediodía y a partir de ahí empieza a bajar la luz. Paralelamente lleva que en los primeros cuadros el mar está en calma, poco a poco el mar se va agitando, en medio de una tormenta, y acaba otra vez al anochecer con el mar en calma. El tercer proceso es la pincelada, que empieza el cuadro muy realista, que se va haciendo más violenta, en la tormenta hay una especie de esquemas de cuadro y otra vez empieza a bajar a concretarse la pincelada hasta que termina con una luna muy realista.

Esta serie se expuso en Sevilla, en el Museo del Mar de Vigo y "todos aseguraban que era la playa de La Antilla, el mar de Lepe clavao". Pero luego se expuso en el Centro Cultural de Chicago y "todo el mundo decía que es perfecto el lago Michigan". La razón es la simbiosis de Enrique Romero Santana entre Lepe y Chicago, porque lo pintaba de memoria y se mezclaban las dos cosas, "lo que veía de mi casa a mi estudio en el lago Michigan y cuando me ponía a pintar me venía la memoria de mi playa de La Antilla, la emoción de las dos imágenes se mezclan, con lo cual para mi son cuadros que depende de quién lo vea, porque es la mezcla de los dos realmente".

Su última exposición en España ha sido 'Down Town', para inaugurar la sala del Colegio de Arquitectos de Huelva, donde se pudo ver de nuevo a Chicago, "la ciudad detenida en un momento determinado en el tiempo y la luz".