Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
En Pérez Cubillas no hay -ni se les espera- pomposas guirnaldas, ni alumbrados espectaculares. En cambio, entre las calles de la barriada y sus balcones, cuelgan cada martes y jueves tiras de flores artesanas de papel, balconeras y pancartas que rezan Aquí está tu barrio.
Mujeres, hombres, niños y jóvenes llevan reuniéndose cosa de un mes para, con sus propias manos, prepararlas y colgarlas en hilos que vestirán el recorrido completo de su Virgen por la Magna Mariana. Una tradición que ya solo los mayores recuerdan -con la Virgen de la Salud gloriosa- y que con el tiempo fue apagándose.
Sin duda, este el tesoro mejor guardado de la procesión multitudinaria que está a la vuelta de la esquina. "Queremos que la gente conozca que el barrio no es lo que ha aparecido últimamente en las noticias. Más bien, está lleno de vecinos y vecinas unidos", cuentan desde el seno de la organización de la iniciativa.
Entre la calle Bidasoa y Río Chanza -el corazón del barrio- las casas se van adornando de puerta en puerta. Vicente Martínez, alma del proyecto, recuerda que todo comenzó el martes cinco de agosto, justo un día después de las Colombinas, con una reunión vecinal para presentar los proyectos que estaban sobre la mesa.
"Decoración, petaladas y talleres se hacen todos los martes y jueves de 19:00 a 21:00. Los martes se adelantan por los ensayos de los costaleros", explica a Huelva Información. El plan es continuar durante todo agosto para que, a principios de septiembre, se pueda comenzar a instalar la decoración en las calles del recorrido. Por primera vez, la Virgen de la Salud Dolorosa saldrá por el barrio, una oportunidad única para hacer a sus vecinos partícipes de este gran evento mariano.
Bajo el lema "La ilusión de un barrio", la comisión organizadora y el grupo joven de la Hermandad han impulsado esta propuesta con un objetivo claro: engalanar el recorrido de la Virgen y compartir la experiencia entre todos. "No solo se trata de embellecer las calles, sino de que el barrio entero sienta como suyo este momento histórico, más allá del ámbito de la hermandad", explican.
Rocío, otra de las vecinas implicadas, recuerda con nostalgia cómo era antes: "Adornábamos las casas enteras. Una corta las telas, otra hace las costuras, y entre ventana y ventana irán las balconeras de las vírgenes. Me sigue encantando participar en todas esas cosas, y que a ello se unan los más jóvenes", contaba ilusionada.
Conscientes de la magnitud que tendrá la Magna en toda la provincia, el objetivo es que Pérez Cubillas brille de nuevo con luz propia. "Como es una procesión muy multitudinaria y el centro estará lleno de adornos de otras hermandades, nosotros llenamos nuestro recorrido para no pisar terreno. Además, aquí cabe todo el mundo, no hace falta ser del barrio. Solo es necesario tener ilusión y devoción", destacan desde la comisión.
Uno de los ejemplos más vivos de esa ilusión es la calle Río Bidasoa. Allí, Nuria Sánchez, vecina de 35 años y residente de toda la vida en Pérez Cubillas, se vuelca junto a sus vecinos en la elaboración de flores de papel y adornos blancos.
"Llevamos más de dos semanas trabajando con muchas ganas", cuenta. "Ayudo junto a mis vecinos y vecinas a preparar la decoración para un evento doble muy especial: el traslado de Nuestra Señora de la Salud a la Ermita de la Soledad, el próximo seis de septiembre, y la Magna Mariana del día 20, donde veremos a nuestra Virgen por primera vez bajo palio".
Lo cuentan mientras trabajan, sentados en sus respectivas puertas, con flores en las manos y con el gentío de cada jueves. "Cogemos nuestros decorativos, nuestras ganas y nuestras sillas, y nos ponemos en la acera como si estuviéramos en un pueblo. Y así empezamos el taller". La espera por ver a la Virgen en su barrio se hace más corta en familia.
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