La magia llega al Gran Teatro

El lunes tuvo lugar la penúltima jornada de la fase preliminar del concurso de agrupaciones del Carnaval Colombino. El nivel de las agrupaciones no disminuyó con respecto a la pasada semana, pero si bajó el número de butacas ocupadas en el teatro en comparación con el fin de semana.

Tres murgas y dos comparsas de la provincia de Huelva y Sevilla pasaron por las tablas del Gran Teatro onubense. La primera en realizar su espectáculo fue la murga de Los Condenaos, procedente de Calañas. Convirtieron en escenario en una cárcel vip y en un particular banquillo de acusados, y realizaron su repertorio disfrazados de personalidades como Iñaki Urdangarín, Isabel Pantoja, Julián Muñoz, Bárcenas y Farruquito, personajes mediáticos que están o han estado en la cárcel. Con trajes a rayas blancas y negras, Los condenaos hicieron una crítica a "la herencia que yo recibí de un país lleno de corrupciones". También acusaron a la provincia onubense de "ladrona" en sus letras: "Huelva, bendita sea tu herencia porque a todo el que llega le robas los corazones".

Tras la murga calañesa llegó el turno de la comparsa Los flechas, que estuvo animada durante toda su actuación por espectadores provenientes de Punta Umbría. Con un espectacular decorado, los integrantes de la agrupación iban con tipo de guerreros, portando escudos y flechas. En su presentación dejaron claro que "la ignorancia duele más que una flecha en el corazón" y continuaron con unos pasodobles que fueron críticos y reivindicativos. En primer lugar, repudiaron con sus letras la masacre que realizaron los talibanes a un colegio el pasado año, "cómo pueden matar de un disparo a un inocente angelito". En el segundo pasodoble destacaron que el Carnaval no pierda su esencia y que "por levantar el Carnaval a Huelva se lo debemos". En el popurrí hicieron una protesta contra el poder, afirmando que "hay que acabar con ellos de raíz, pero sin flechas ni tiros, sino haciendo ruido".

Desde Mairena del Alcor vino la murga Estamos como en casa. Con disfraces de mariscos y en un decorado que representaba una pescadería, sus letras eran reproches hacia la situación del país, "la cosa está fatal", "las pagas y las pensiones están como yo, congelaos". Denunciaron con sus pasodobles el hambre infantil, "la enfermedad que mata a más criaturas que es el hambre, que no tiene cura y para eso no hay vacunas". En tono de humor, hablaron sobre los "programas basura, que es la realidad de España" mencionando famosos programas de televisión "políticos que siguen pasando palabra; si no tienes suerte en esta ruleta te quedarás como Adán y Eva."

Tras el descanso, las tablas de la bombonera acogió el espectáculo de la comparsa onubense Por arte de magia. Con un atrezzo cuidado hasta el mínimo detalle, incluyendo también efectos y juegos de luces, los brujos de la agrupación se ganaron al público tanto con su puesta en escena como con sus letras. Dirigieron sus pasodobles principalmente a las carnestolendas: "Cuando se abre el telón, me derrito por dentro", "tienen magia los carnavales", y también sus cuplés: "Yo tengo un amor brujo, que brota cada febrero". El popurrí tuvo un estilo más crítico: "La magia de unos padres que tienen el poder de hacer de 400 euros un capital", y aludieron a la corrupción del poder y a los paraísos fiscales de "los magos del dinero que te estafarán". La actuación de la comparsa onubense sacó los aplausos de los espectadores y llenó de magia el Gran Teatro.

La última agrupación en actuar la noche del lunes fue la murga onubense Las pastilleras, 20 años después las malcasás. Los integrantes cuentan, con un tono divertido, la historia de una quinceañera que crece y se "malcasa". Después de 20 años, estas mujeres "siguen siendo pastilleras", aunque de otro modo "que no dejan de consumir la de la tensión, el ibuprofeno y el nolotil". Con el popurrí sacaron las risas del público y lo hicieron partícipe de sus letras con las múltiples menciones a personas del "mundo del Carnaval". Un colofón a la jornada del lunes con el que el Gran Teatro se vino arriba.