Huelva

El legado artístico de José María Franco

  • El teatro Sierra acoge una muestra con una selección de las obras del pintor onubense

José María Franco es eterno. La Sala de Exposiciones del Teatro Sierra de Aracena acoge estos días, hasta el lunes 29 de agosto, la exposición José María Franco. Aracena eterna, que recoge buena parte de la obra del gran artista onubense, fallecido en abril, centrada sólo en Aracena.

La inauguración tuvo lugar el pasado jueves por la tarde en una sala abarrotada de público. No se recuerda tanta expectación ante una cita así. Pese al intenso calor, en el interior de la sala muchos vecinos, familiares, amigos y artistas no dudaron en acompañar a la familia de José María Franco. El comisario de la muestra es su hijo, el escultor Alberto Germán Franco.

Entre los artistas estaban reconocidos pintores de la zona como Mario León, Ignacio Alcaría o Lola Romero, el escultor Pepe Antonio Márquez, y el escritor Rafael Vargas, que hizo de maestro de ceremonias en la inauguración junto a Alberto Germán, quien explicó lo que allí había expuesto. También hubo representación de la Corporación municipal en las personas del alcalde de Aracena, Manuel Guerra, y el concejal de Cultura, Eduardo Nevado, junto a otros ediles.

En la inauguración todos destacaron la valía, fuerza, ilusión, ganas y continuos proyectos en mente del recordado José María Franco, quien no dejó de pintar hasta sus últimos días. De hecho, como anécdota, en la entrada de la sala está el último cuadro que pintó, o mejor dicho, el esbozo de una obra de gran tamaño dedicado a sus otoños dorados en la Sierra, que no llegó a finalizar.

Incluso hubo músicos que quisieron estar presentes. En concreto, Gonzalo Arias, a la guitarra, y José Luis Pedrajas, al cante, para cantar por Paco Toronjo y, como momento especial, interpretar por primera vez dos temas que ha compuesto Gonzalo Arias para José María Franco. En uno de ellos refiere que ya está en el cielo junto a su amigo Vázquez Díaz con la pintura y acuarela con mayúsculas, y en el otro, el cariño y amor que tenía a Huelva capital, en cuya calle Rábida nació.

También cantó dos temas el artista serrano Pedro Vázquez, uno de ellos en portugués, para recordar el amor y cariño que tenía el eterno artista serrano por el país vecino.

En cuanto a la exposición, en primer lugar se ofrece una biografía del artista escrita por el comisario e hijo de José María Franco, Alberto Germán. La primera sala recoge una obra autobiográfica de 1985 del propio José María Franco en el caballete que tenía en su estudio y, por otro lado, el que utilizaba cuando salía a pintar fuera. Incluso se expone la paleta manchada con los colores que él mismo dejó además de varias obras del otoño serrano, en las que predominan la luz y colores vivos como el amarillo, principalmente, y el rojo.

En la sala del teatro de Aracena se pueden ver también diferentes vitrinas con pequeñas obras del gran pintor y artista onubense, y entre ellas sus últimas acuarelas, que nunca llegaron a estar enmarcadas. Además, lo que llegó a pintar del último proyecto que tenía en marcha: los detalles y rincones del Castillo de Aracena. De éste pintó seis acuarelas y en una se aprecia cómo él ya la consideraba la portada del futuro libro, que finalmente no puedo ver la luz. En la parte central de la sala hay grandes obras con paisajes, otoño y mucha naturaleza serrana y al final la Aracena más urbana, que sirve en buena parte para comprobar los avances de la ciudad, ya que hay obras de los años setenta y ochenta del pasado siglo. Calles, rincones, plazas y monumentos de la localidad como la calle Barberos, donde vivió hasta sus últimos días, su querido convento de Santa Catalina o la Cuesta Empedrá.

José María Franco fue también un gran cartelista y por ello se expone uno de los varios carteles que sacó para anunciar la Feria y Fiestas mayores en agosto o el discurrir de antaño del paso del Cristo de la Plaza por la calle Rosario Cañizares.

La exposición no es un homenaje a José María Franco, sino un regalo del artista a la gente de Aracena porque esa era la idea que tenía el recordado y eterno pintor de Huelva, Ayamonte, Sevilla, Portugal y por supuesto Aracena. La sala estará abierta todos los días, salvo lunes y martes no festivos, hasta el lunes 29 de agosto inclusive, en horario de 20:00 a 22:00. En la misma se entrega gratuitamente un bonito tríptico de la muestra.

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