El legado de Gil Mazo, para el pueblo

Los amigos, la familia y cuantos conocieron al artista Pedro Gil Mazo pueden rememorar muchos de sus recuerdos con la visita a la exposición sobre su legado que se encuentra en el Centro Cultural de Punta Umbría, un legado muy amplio en el que se recogen desde algunas de sus pinturas más singulares hasta la bata con la que pintaba.

La familia del pintor está muy satisfecha con el trabajo que se ha realizado para recopilar, clasificar y archivar durante cuatro años todo lo que tenía el artista y que, antes de morir, legó en testamento a su pueblo.

Esta muestra, que permanecerá abierta al público hasta el 28 de agosto, reúne lo más destacado de la colección personal del artista, así como obras de José Caballero, Daniel Vázquez Díaz y de Federico García Lorca. Pedro Gil-Mazo fue un gran coleccionista. Pasó media vida recopilando obras de arte, no sólo de estos tres grandes nombres, sino también de autores como Dalí, Miró, Chillida o Alberti, entre otros.

De José Caballero conserva Gil Mazo la influencia en su propia obra, presente en las formas circulares en muchos de sus cuadros, e incluso en la introducción del nombre de este artista en alguna de sus pinturas.

También García Lorca está patente en varios trabajos expuestos. Por ejemplo, en un retrato de José Caballero se aprecia el rostro del poeta ensangrentado como representación del fusilamiento del joven granadino.

La inauguración de la exposición puso a flor de piel muchos sentimientos de los amigos y conocidos del genial artista puntaumbrieño. Pedro Gil Mazo fue el primer director de la Casa de la Cultura de Punta Umbría, el pionero del movimiento cultural local, estaba involucrado en todas las tradiciones, desde la Hermandad del Carmen al carnaval y se involucraba y ayudaba en todos los eventos que tenían lugar en su pueblo.

Tras su muerte, se ha acatado la voluntad de Gil Mazo de que toda la localidad pueda disfrutar de su colección que abarca pinturas, esculturas, iconos religiosos, belenes y un gran número de restos arqueológicos junto a otras obras de arte de lo más variado.

Su hermana Ana Gil, con la que tenía fuertes vínculos, confiesa que está muy orgullosa, al igual que toda su familia, "fue su voluntad que todo esto estuviera a disposición del público y estamos muy contentos". Tan sólo ha quedado para su familia alguna de las cosas más personales del artista, el resto es para el disfrute de todos los ciudadanos.

La exposición se compone de 280 obras, pero hay muchas más, la colección total está formada por más de 700, un número que da una idea de lo que el artista llegó a donar.

El Ayuntamiento de Punta Umbría, a través del área de Cultura, se ha encargado de recopilar y catalogar todo el legado y, aunque la exposición podría haberse hecho antes, se ha demorado en el tiempo debido al gran volumen de obras que había que estudiar.

El alcalde de Punta Umbría, Gonzalo Rodríguez Nevado, aseguró a la familia el día de la inauguración de la muestra, que se adecuará una sala en algún edificio municipal donde se pueda visitar el legado de forma permanente. Esto supone para la familia un gran orgullo, que toda esta obra pueda estar donde su autor quería, a la vista de todo el pueblo.

La exposición de Gil Mazo se divide en dos salas. La nueva José Caballero alberga cincuenta y cinco obras, en las que hay una selección de cuadros del autor y algunos objetos personales de su taller de pintura, mientras, en la sala Daniel Vázquez Díaz se exponen un total de 225, de las cuales cuarenta y dos pertenecen a la obra gráfica de pintores reconocidos como Salvador Dalí, Antonio Miró, Antonio Tapies, Rafael Alberti, Mingote o Chillida, junto a originales de Federico García Lorca. Otros veintitrés trabajos son de pintores locales. Y el resto lo forman veintitrés iconos religiosos, cuarenta belenes y cien piezas arqueológicas.