El juzgado resolverá el conflicto entre varios policías y un detenido

Mario Gómez, propietario de la pizzería Camilo y Pepone, ha presentado una denuncia en el juzgado de guardia contra varios agentes de la Policía Nacional por haberle propinado supuestamente dos palizas el la madrugada del viernes. Los hechos se produjeron en la calle Aragón, donde una dotación policial del servicio de radio patrullas actuaba con motivo de la presencia de un vehículo, cuyos ocupantes increpaban a las mujeres que transitaban por la zona, insultándolas y obstaculizando el tráfico, según la Policía.

Se trataba de un servicio rutinario, pero que se complicó al hacer su presencia en el lugar el detenido, que "en un estado de alteración evidente, se situó a escasos centímetros de los policías actuantes, insultándoles y recriminándoles su actuación, por lo que se le solicito, amablemente, que no obstaculizase la labor policial". "La respuesta del detenido fue lanzar un puñetazo a la cara de uno de los agentes, que pudo esquivarlo, y tras un forcejeo de varios minutos, los agentes lograron reducirlo y trasladarlo a comisaría en un estado de alteración ciertamente inexplicable", indica el mismo comunicado.

"Una vez en los calabozos, y aparentemente calmado, se le retiraron las esposas, momento en el que el detenido se abalanzó de nuevo sobre los policías, agarrando fuertemente a uno de ellos del cuello. A uno de los agentes le provocó lesiones en el cuello, y al segundo en un codo debido al forcejeo y a los golpes recibidos".

El detenido fue trasladado por la Policía al servicio de urgencias, donde fue asistido de contusiones leves y se le administró un analgésico, y se documentó al Juzgado de Instrucción de Guardia, por resistencia, lesiones y atentado contra agentes de la autoridad.

La versión del agredido es que Gómez esperaba a uno amigos cuando se percató que los agentes estaban deteniendo a unos chicos y se acercó para ver qué estaba pasando cuando un agente se encaró con él y le dijo que qué hacía mirando, momento en que hizo ademán de empujarle. Cuando vio que Gómez intentó defenderse avisó a otros cinco policías y entre todos le propinaron una paliza y lo condujeron a comisaría donde fue golpeado de nuevo. Gómez prestó ayer declaración tras lo cual la juez ha decidido tramitar la denuncia por juicio ordinario en vez de por juicio rápido.