El 31% de los juguetes analizados por Consumo es inseguro en Huelva

Casi una tercera parte de los juguetes analizados por el Servicio de Consumo de la Junta de Andalucía en nuestra provincia incumple la normativa de seguridad y la mitad hace lo propio con la del etiquetado. Lo peor del asunto es que la mayor parte de estos juguetes se distribuye en bazares y tiendas de bajo coste a los que cada vez acuden más los onubenses para intentar ahorrar en tiempos de crisis, aunque como se advierte desde Consumo y desde las tiendas tradicionales el ahorro en este tipo de productos puede costarnos caro.

Posibilidad de desprendimientos de pequeños fragmentos, elementos que sobresalen y pueden hacer daño a los niños o excesivo espesor de los envoltorios, que puede provocar la asfixia. Son las irregularidades más comunes entre los juguetes que, sin que nadie lo haya impedido, están al alcance del consumidor, como se desprende del balance de la primera campaña de control que se ha llevado en la provincia (la segunda comenzará a partir del mes que viene ante la proximidad de la celebración de la Navidad). En esta primera fase se han llevado a cabo 28 actuaciones, que se han centrado en quince controles del etiquetado y la toma de trece muestras para su posterior análisis en el Instituto Tecnológico del Juguete (AIJU). El resultado hace saltar las alarmas. El 31% de las muestras enviadas al laboratorio del AIJU ha puesto sobre la mesa que se incumple la normativa de seguridad. En el 15% de los casos por tratase de productos cuyas piezas pueden desprenderse, en el en 8% de los casos por contener algún elemento que sobresale de forma peligrosa, y en otra proporción equivalente las irregularidades detectadas por Consumo llegaban porque el juguete se presentaba con un envoltorio con un espesor que con cumplía con la normativa vigente en materia de seguridad.

En el caso del control del etiquetado, las irregularidades están relacionadas en la mayor parte de los casos con la falta de indicaciones que permitan reducir los posibles riesgos que entrañe su uso. El resto de irregularidades está relacionada con la falta de identificación de la empresa responsable (7%), o de la denominación del producto (11%), así como con la falta de visibilidad (18%) o por no estar en la lengua oficial del país en el que se comercializa (en este caso, en castellano). Además, aunque en un porcentaje de los más bajos (7%) se han levantado actas porque a pesar de que se trataba de juguetes para menores de 36 meses, no se incluía esta advertencia.

Aunque desde Consumo no se diferencia el punto de establecimiento según la irregularidad sí se destaca que la mayor parte de las que están relacionadas con la seguridad corresponden a bazares, si bien en el conjunto de todas las detectadas, el 57% corresponde a estos establecimientos de bajo precio, mientras que el 43% se ha relacionado con comercios tradicionales.