Jornada de Victoria y Esperanza en Huelva con la Santa Cruz y Prendimiento

Huelva pudo disfrutar este Miércoles Santo de las cuatro hermandades en la calle: La Victoria, La Esperanza, la Santa Cruz y Prendimiento. La primera en iniciar su recorrido procesional fue La Victoria desde la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en Isla Chica. A las cuatro y media se abrieron las puertas del templo y apareció la cruz de guía, que fue avanzando en una abarrotada calle del Presbítero Pablo Rodríguez. A menos veinte comenzó su caminar el paso de Jesús de la Humildad entre los aplausos de las personas allí congregadas.

Ya fuera de la parroquia, se le colocaron las potencias a la imagen del Cristo y los cascos con plumas a la de los dos soldados romanos. El capataz del misterio, José Miguel Moreno, invitó a los costaleros a darle “un paseo de categoría” al titular de la hermandad. El cielo, con nubes y claros, se cubrió por completo de nubes cuando el paso llegó a la Avenida Alcalde Federico Molina y ya no volvió a salir el sol. A lo largo de la jornada chispeó levemente varias veces, lo que no alteró en ningún momento el transcurrir de las procesiones.

Mientras el paso de misterio de La Victoria, que estrenó la terminación del dorado de la canastilla, avanzaba por la calle del Presbítero Pablo Rodríguez, el paso del misterio del Prendimiento salía de su parroquia en el barrio del Carmen. Fuera le aguardaba un gran número de personas, una imagen que se repitió en los alrededores de cada uno de los templos de los que salieron las cofradías.

El Cristo del Prendimiento lució la nueva túnica granate bordada en oro, donada por un grupo de hermanos. Llevó el paso, el de mayor proporciones de la Semana Santa de Huelva, un crespón negro por Raúl Santos, uno de los miembros de la priostía de la hermandad.

Eran cerca de las cinco y veinte de la tarde cuando salió de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús el paso de palio de la Virgen de la Victoria y en seguida se oyeron los primeros ¡vivas!. La Banda de Música Nuestra Señora de las Mercedes, de Bollullos , le cantó su Salve, pieza que se volvió a interpretar en la carrera oficial. Durante parte del trayecto, en la presidencia fue la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, y el presidente del Puerto, Alberto Santana.

La primera saeta la tuvo la Reina del Polvorín en la misma calle de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús. Bella estampa dejaron los titulares de la Hermandad de La Victoria en su paso por el Barrio Obrero y la bajada por la rampa, entre una multitud. Emotivo, el encuentro con las Hermanas de la Cruz, que rezaron a los titulares de la cofradía. En la Plaza Niña, La Victoria fue recibida con una petalada. En la carrera oficial también hubo petaladas para la Virgen.

Luce la Victoria saya de la coronación canónica diseñada por Juan Robles y con bordado en oro y sedas por Manuel Solana; el fajín del general José Luis Aramburu Topete y mantilla de seda estilo goyesca. Lleva en la mano el relicario de San Antonio María Claret.

La Santa Cruz inició su recorrido por las calles del centro a las siete y diecinueve minutos de la tarde. Lo hizo en silencio, con sólo el acompañamiento de la Capilla Musical María de Gracia. Cuando la hermandad acababa de salir, entró en la carrera oficial El Prendimiento. Tras finalizarla fue despedido con una gran petalada para proseguir de regreso a su barriada, en el trayecto hasta su barrio la cofradía decidió, por las lloviznas, cubrir con un impermeable la imagen del Cristo del Prendimiento, que le quitaron ya en El Carmen.

El paso de misterio de La Santa Cruz estrenó el dorado de los respiraderos laterales. En el centro de los paños, cartelas con las advocaciones de los titulares y otras de menor tamaño hacen referencia a los apóstoles que coronan la canastilla: San Bartolomé, San Pedro, San Andrés y San Felipe, realizados en bronce por José Miguel Sánchez

Para la Hermandad de La Esperanza el Miércoles Santo es un día especial y más en este año que se cumple el veinticinco aniversario de la coronación canónica de su titular, de ahí que se viviera con intensidad la jornada. El paso del Cristo de la Expiración, exornado con flores moradas, salió de su templo a las ocho de la tarde para encontrarse con Huelva. Cuatro minutos después, la Santa Cruz entró en la carrera oficial. A las ocho y veinticuatro minutos de la tarde el paso del Cristo de la Humildad entró en la carrera oficial.

La Virgen de la Esperanza salió de la Iglesia de la Esperanza a las nueve menos veinte de la noche. Una vez fuera del templo le cayó la primera petalada, mientras los costaleros la mecían al compás de la marcha interpretada por la Banda Municipal de Puebla del Río, y se oyeron de fondo ¡vivas! a la titular de la cofradía.

La Esperanza avanzó por su calle al son de la marchaEsperanza por Huelva Coronada. Con los titulares de la cofradía se cerró la carrera oficial. La Virgen entró en carrera oficial al son de Mi Huelva tiene una Ría.

A la altura del Hotel Tartessos, en el antiguo Brasil Grande, cantaron saetas y le tiraron petaladas a los titulares de la Hermandad de la Esperanza y hubo allí un recuerdo para los que ya no están.