La inmensa mayoría de los partos se realizan con anestesia epidural y bajan las cesáreas

La actividad en Obstetricia y Ginecología, centralizada desde 2014 en el Juan Ramón Jiménez, sigue al igual que la tónica nacional su ritmo descendente en referencia al número de partos atendidos.

La bajada en el primer trimestre de este año ha sido del 0,4% respecto al mismo período de 2016 siendo la media de 9,34 partos diarios. El porcentaje de cesáreas, excesivo según todos los criterios médicos, ha descendido en 4 puntos aplicándose en este primer trimestre de 2017, en el 24,6% de los nacimientos. La epidural sí que se ha impuesto contundentemente puesto que se aplica al 88,5% de los partos vaginales. El salto espectacular ya se produjo el año pasado cuando el porcentaje alcanzó el 84,3% prácticamente doblando los datos de 2015.

A diferencia de lo que sucede con las cesáreas, la analgesia epidural sí es una opción que se ofrece a la parturienta aunque no siempre es posible aplicársela. Ese es el caso de aquellos partos que llegan al hospital muy avanzados. Una de las ventajas que ofrece la epidural es que ha quitado de la cabeza de las futuras madres, el miedo al dolor. Otra cosa es que la mujer presente contraindicaciones para su aplicación lo que hará desterrar la anestesia como opción factible.

La extraordinaria evolución que ha tenido esta opción era previsible ya que los responsables de Ginecología y Obstetricia ya esperaban que en 2008, la epidural se aplicara a la mitad de los partos vaginales lo que casi diez años después ha quedado superado con creces.

Obstetricia y Ginecología es, por otro lado, la unidad que registra mayor número de ingresos hospitalarios después de Medicina Interna aunque a una gran distancia. Además, las estancias medias son de las más bajas pues no llegan a los 3 días, cuando la media de los hospitales es de 7,4 días.